domingo, 18 de diciembre de 2022


 

CARMEN CANET

 

 

Es la hora de encender el silencio quitándose el sombrero.

 

 

PIERRE JEAN JOUVE

 

  

La carretilla

 

 

Fija bajo el olmo de vida de sol de nube
Es el canto más bello
En honor de Dios esencial
De mañana cuando apenas se distinguen las sombras
Hay tanta claridad, y los árboles grandes
De las tetas del cielo malva suspendidos
La carretilla
con el alma naïf del bosque silvestre
Por debajo y por adentro iluminada.

 

 

PHILIP LEVINE

 

 

Por un duro

 

 

Por un duro tenías una noche al resguardo.
(Un duro era una moneda de cinco pesetas
con el perfil de Franco, la narizota respingona
como si él solo hubiera recibido
el aliento de Dios. En el 65
sólo él recibía el aliento de Dios).
Por un duro podías tumbarte en el vestíbulo
del Hotel Splendide con tu traje de los domingos,
dormir bajo las luces, y levantarte a tiempo
para bendecir la llegada del Hijo. Por un duro
lo podías tener todo, coches, mujeres,
una comida de siete platos y vistas al mar,
con las camareras inclinándose
al preguntar con reverencia: “¿Más mantequilla?”. Por un duro
compré un paquete de Antillanas y le di uno
al único viajero de la terminal desierta,
un soldado de uniforme. Cuando se agachó
para encenderlo, vi el cogote pálido,
desarreglado. Aún debe estar allí, esperando.
El hotel ya no está, el edificio sí,
un hospital veterinario y un comedor de animales
dirigido por el señor Esteban Ganz, vestido
para trabajar esta mañana con bata blanca,
corbata negra y bambas sucias. Modestamente
me muestra tres cachorros de lobo, pintos,
salvados de la muerte, los feroces gatos silvestres,
recorriendo impacientes la gran jaula como tigres, el tucán
debilitado por un virus desconocido, pero ahora
ya recuperado y acicalándose. Colores bulliciosos:
rojos, verdes y dorados resplandecientes,
idóneos para anuncios que proclaman la paz inter-
galáctica cuando llegue el momento.

 

VALERY LARBAUD

 

 

Nevermore…

 

 

¡Nevermore!…y luego, ¡Caray!
Hay influencias astrales en torno a mí.
Estoy inmóvil en un cuarto de hotel
Lleno de luz eléctrica inmóvil…
Quisiera errar, al alba amarilla, en un parque
Vasto y brumoso, y todo colmado de lilas blancos.
Me da miedo tener horribles pesadillas;
Y me parece que tengo frío con tanta luz.
¿Tal vez tengo hambre de cosas desconocidas?

¡Ah!, dadme el viento de la noche en las praderas,
Y el olor del heno fresco cortado, como en Baviera
Una noche, después de la lluvia, en el lago de Starnberg.
O bien los sentimientos que tenía hace un año,
Al mirar desde la pasarela de mi yate
Abrirse la bahía verde y rosa de Gravosa.

 


CARMEN BERENGUER

 

  

10.

 

Marilyn, la más hermosa
Dice un joven
Lanzándose al vacío
a lo Superman.

  

De: “Huellas de siglo”

 

 

ANDRÉ PIEYRE DE MANDIARGUES

 

  

Peñón de Ifach

 

 

Ojo de un asno infinito
El sol meridiano
Aterrador el tiempo
Muero,

La sombra herida por una arista
Trabaja la arena
Hasta la matriz universal,

Las palabras en parte
Están tiradas en un lugar curvo
Que desciende
Que no cesará de descender,

Un bosque emerge
Blanco como un carnero muerto
Imagen del rey del mundo,

El cielo auxilia
Ardiendo en el azul
El pensamiento está en el umbral de la inmundicia.