"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 23 de febrero de 2012
ESPERANZA ORTEGA
Con los ojos cerrados...
Con los ojos cerrados,
he abierto una ventana
he abierto una ventana
la leche que ya humea en la cazuela
el vacío caliente que dejas en las sábanas
una mujer que cruza a tientas
y sin reconocerte te acaricia
el vacío caliente que dejas en las sábanas
una mujer que cruza a tientas
y sin reconocerte te acaricia
ignoran
que marchan a tu lado
que marchan a tu lado
no saben
que existe una ventana
ni que vuelves
del camino a tu sueño
que existe una ventana
ni que vuelves
del camino a tu sueño
GISELA GALIMI
Estación
El invierno termina algún día incierto.
Ni antes ni después
que finalice el frío.
No importa como lo llames,
ni la fecha que dicte el almanaque.
El invierno es invierno.
Las muchachas podrán ignorarlo
y vestir primavera en septiembre,
enamoradas de las quimeras.
Pero una mujer ya tiene su experiencia.
Todo llega a su debido tiempo.
Ni antes ni después
que finalice el frío.
No importa como lo llames,
ni la fecha que dicte el almanaque.
El invierno es invierno.
Las muchachas podrán ignorarlo
y vestir primavera en septiembre,
enamoradas de las quimeras.
Pero una mujer ya tiene su experiencia.
Todo llega a su debido tiempo.
CARMEN ORREGO
Arribo
Tu corazón
Mi ribera
Tu amanecida
Mi peligro de muerte
Mi ribera
Tu amanecida
Mi peligro de muerte
Del pulso depende la suma de los dados
En la palma de tu mano
Permanecí tendida
Eternidad arribada
Permanecí tendida
Eternidad arribada
CLAUDIA CURIMIL HERNÁNDEZ
Detalles
La inteligencia
podrá maquillar, una y otra vez,
nuestras cobardías.
Pero llegará la hora
en que amaneceremos profundamente
idiotas.
podrá maquillar, una y otra vez,
nuestras cobardías.
Pero llegará la hora
en que amaneceremos profundamente
idiotas.
Quizás entonces
tomemos
-valientemente-
tomemos
-valientemente-
la decisión de ser felices.
SILVIANA RIQUEROS
Poema 0
Tu amor se ha ido
entre mis manos
como un hilo de agua que nunca se detiene
en mis ojos un color extraño me dice que hoy
no es igual
sucede que me he visto en ti.
entre mis manos
como un hilo de agua que nunca se detiene
en mis ojos un color extraño me dice que hoy
no es igual
sucede que me he visto en ti.
JUAN CARLOS ABRIL
Galope
Lejos la extraña luz
que atraviesa la noche, y más extraña
la luz de los poemas, este espacio
tan breve que ilumina
hacia adentro y nos punza.
Como si la distancia
que apenas calculamos,
se desbocara sola
arrastrándonos fuera,
lejos de todo. Lejos.
que atraviesa la noche, y más extraña
la luz de los poemas, este espacio
tan breve que ilumina
hacia adentro y nos punza.
Como si la distancia
que apenas calculamos,
se desbocara sola
arrastrándonos fuera,
lejos de todo. Lejos.
Se parece al deseo
de ser nosotros, sí, nosotros mismos
ahora, mas no hay nada,
no hay almas.
Hay relojes
antiguos con delgadas manecillas
locas, y lentos medallones de oro
prendidos en tu pecho.
Como una inmensidad que nos rodea
sin sentido, a nada nos reduce
y abandona lo suyo.
de ser nosotros, sí, nosotros mismos
ahora, mas no hay nada,
no hay almas.
Hay relojes
antiguos con delgadas manecillas
locas, y lentos medallones de oro
prendidos en tu pecho.
Como una inmensidad que nos rodea
sin sentido, a nada nos reduce
y abandona lo suyo.
La soledad es ciega y es salvaje.
Sujétate a sus crines despeinadas
y agárrate bien fuerte.
Sujétate a sus crines despeinadas
y agárrate bien fuerte.
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