lunes, 8 de abril de 2013

GARCILASO DE LA VEGA




Soneto V



Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ





Eternidades



Vino primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño. 

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo. 

Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de yel y sin sentido! 

Más se fue desnudando
y yo le sonreía. 

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella. 

Y se quitó la túnica
y apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!


ROSALIA DE CASTRO





Cuando recuerdo del ancho bosque…



Cuando recuerdo del ancho bosque
el mar dorado
de hojas marchitas que en el otoño
agita el viento con soplo blando,
tan honda angustia nubla mi alma,
turba mi pecho,
que me pregunto:
"¿Por qué tan cerca,
tan fiel memoria me ha dado el cielo?"

JULIA GALEMIRE





Profecías


26.

Busquemos construir un nuevo Templo
para consagrar la vida y el amor, para
sentarnos en el umbral de la tarde y
conversar sobre la paz y las profecías.




LUIS DEL RIO DONOSO





El taller de la palabra


A Walter Garib y Lenka Chelén.


I

Me hablas
en estos días que se mueren de vida

En éste mi país un día
y que hoy es un largo
y ancho mundo de extremos.

Me hablas
para decir que existes
En el eco de mi costado izquierdo
Y no salgo de mi asombro
al escuchar el acelerado ritmo
cuando me hablas
para decir que existes
en la muerte de las horas

II

La noche es un silencio que te nombra
Anunciación
en la piel del misterio

Toda oscuridad se aclara
al ritmo de lenguajes sin sonido

Nombrar silencios
es dar vida a la memoria

Así
para existir en el laberinto
de lo no existente
necesito la semilla de una boca recordada...
y algo
de tí
permanece.


FRANCISCO HERNÁNDEZ





45



Ver bajo la tierra con orientación de raiz
o cuello de botella.
Escuchar los últimos sonidos del universo
a tres o cuatro buques de distancia.
Reducir la originalidad de las dudas
o endurecer cada vez más la fe de las rodillas.
Con la boca del estomago
besarle la mano a las princesas
o con la flora intestinal reverdecer laureles.

De “Una isla de breves ausencias”