sábado, 18 de julio de 2020


TUDOR ARGHEZI





Restitución



No han quedado muchas cosas por vencer y conocer.
El camino se estrecha; los senderos se unen.
¿Observas cómo se aproximan más y más,
cual radios de rueda quebrados por la luz?

Nos acercamos. Es de noche, el aire huele a viejo;
con las antiguas luces brotan siempre flores antiguas.
Se extiende una débil niebla y un cielo lechoso
nace por entre los tallos, en el lejano horizonte.

¿Es una isla?, ¿una montaña?, ¿un río?, ¿un desierto?
¿Por qué terminaría en el desierto nuestro viaje?
Para llegar allá tal vez nos falta un cuarto
del camino andado, verde abajo, arriba azul.

¿Nos detendremos? Una canción nos llama desde la
[posada.
El vino es bueno, la cama tibia y tú eres dulce.
Y desearías, envuelta en tu cabello rubio,
que nuestra carne ardiese como brasa viva.

¡No! Sigue adelante; ¡clávale al tiempo la espuela
para que la eternidad llegue a nosotros cuanto antes!
Guarda tu beso, como las flores el veneno,
para restituírselo intacto a la tierra.


DULCE MARIA LOYNAZ




  
4



Tarde, pronto, ayer perdido...
mañana inlogrado, incierto
hoy... ¡Medidas que no puede
fijar, sujetar un beso!...


De: “Tiempo”



SAFO

  

 

…de verdad que morir yo quiero

 


de verdad que morir yo quiero

pues aquella llorando se fue de mí.

 

Y al marchar me decía: Ay, Safo,

qué terrible dolor el nuestro

que sin yo desearlo me voy de ti.

 

Pero yo contestaba entonces:

No me olvides y vete alegre

sabes bien el amor que por ti sentí,

 

y, si no, recordarte quiero,

por si acaso a olvidarlo llegas,

cuánto hermoso a las dos nos pasó y feliz:

 

las coronas de rosas tantas

y violetas también que tú

junto a mí te ponías después allí,

 

las guirnaldas que tú trenzabas

y que en torno a tu tierno cuello

enredabas haciendo con flores mil,

 

perfumado tu cuerpo luego

con aceite de nardo todo

y con leche y aceite del de jazmín.

 

recostada en el blando lecho,

delicada muchacha en flor,

al deseo dejabas tú ya salir.

 

Y ni fiesta jamás ni danza,

ni tampoco un sagrado bosque

al que tú no quisieras conmigo ir.


RUBÉN BAREIRO SAGUIER





Mombyry Güive



Distante, cerca,
unido a mi memoria,
a su andrajoso borde desflecado,
conservo mi paisaje.
Retengo, renuevo, recupero
el horizonte exacto de mi pecho,
por un atajo quedo,
un nombre susurrado
en voz muy baja,
una calle en penumbra,
la voluta del humo en la cocina,
el último pez atardecido
sobre el lomo del río.
Dulce o amargamente
este sur de sangre irremediable
me sigue refluyendo
me seguirá llegando
hasta que mi cuerpo sea
un ahogado más en la corriente.
Porque el recuerdo es un animal
que no acaba nunca de ser domesticado.
Por ahí me llega el galope de cascos furibundos:
Por allí me escrifica la piel
el moretón de las humillaciones,
la rosa de algún beso:
por allí me duelen las navajas
sombrías de las rejas.
el hueco del silencio
a orillas de la noche.
Me apena no poder cambiar
el agua en vino
Ni compartir el pan de mi tristeza.
Me arena, me lancina
la carcoma del miedo,
la lenta polvareda del exilio.
Me asquea el viscoso reptar
de la palabra ciega.
Y nada puedo cuando
el último suspiro de mi madre
se apaga,
con su mirada de adiós
en el vacío.

JUAN CARLOS SUÑEN





A pocos kilómetros
el autocar le deja donde la piedra se abre
al cielo. En lo más alto
de abajo, en lo más bajo
de arriba. Tanto cielo,
incomprensible desde la casa.

Allí comienza un breve
ascenso. Poseída
por la fronda y el musgo,
la ruina salva su belleza. Quiere
mirar con ojos ebrios
tanta serenidad. En lo que fuera
claustro (y taller) la inútil
arrogancia del gesto se detiene.

El tejo habla.
Y si el hombre
pudiera un voto sería
este que sabe ser inagotable
sin hacer daño, ser centro
y ser contorno bajo
la amenaza o promesa
de hacerse nuevo sin hacer acopio.

Canta
la abubilla su gesto sin dejarse ver
la duración exacta del presente.


De: "El hombro izquierdo"

EDGAR LEE MASTERS





Hamilton Greene



Fui el único hijo de Francés Harris, virginiana,
y Thomas Greene, de Kentucky,
ambos de sangre valiente y honrada.
A ellos les debo todo lo que soy:
juez, congresista, importante senador.
De mi madre heredé
viveza, imaginación y lenguaje.
De mi padre, voluntad, juicio y lógica.
¡El honor es de ellos
por cuanto sirviera al pueblo!