jueves, 31 de julio de 2014

HJALMAR FLAX


 

 

Definitiva

(Es perro, mamá.)

 

 
La poesía
no es “emoción”, ni “sensación”, ni mucho menos “la naturaleza”,
aunque provoque emociones, invoque sensaciones y evoque la naturaleza.

La poesía
se hace con palabras.

Si no tiene palabras no es poesía.

La poesía
comienza en la palabra
y, después de un proceso misterioso, termina en la palabra.

La poesía.

 

De: Cuestión de oficio.

 

 

 

VÍCTOR FERNÁNDEZ FRAGOSO


 

Ser islas

(fragmento)

 

la luz se detiene un momento
en mi ventana
sigue luego arrastrada por el viento
en su mano la dura noche izquierda
caliente incircuncisa
deja venir su leche en las iglesias
el ángel del silencio cruza sobre nosotros
las plantas son figuras religiosas
que adoramos en macetas
para no olvidar nuestro origen
con ellas
empieza y termina el universo
las gentes
figuras que captan por instantes
la luz sobre sus cuerpos
con nosotros
termina y comienza el universo
una mente sola
vivir
una pequeña luz inmensa

 

 

VIRGILIO DÁVILA


 
 

El cafetal

 
 

En el monte riqueño de la base a la cumbre,
las eurítmicas copas de las guavas se ven,
y debajo de ellas, cual soldados en filas,
los preciosos arbustos del precioso café.

Los arbustos florecen, y las albas corolas
a los ojos simulan del que ve el cafetal,
mariposas enfermas, si en el suelo han caído,
estrellitas de nieve, si en las ramas están.

Se hacen frutos las flores, y las bayas jugosas
a los ojos simulan del felíz labrador,
esmeraldas joyantes, las que verdes se encuentran,
y joyantes rubíes, las que están en sazón.

En el monte riqueño, de la base a la cumbre,
las eurítmicas copas de las guavas se ven,
y debajo de ellas, cual soldados en filas,
los preciosos arbustos del precioso café.


Es la tropa bizarra que se apresta a la lucha
para dar a Borinquén bienestar y esplendor,
escalando los muros de la gran fortaleza
donde el oro domina con su brillo de sol.

 

 

RAFAEL MARTÍNEZ ÁLVAREZ



 

La raza hispano-americana

  

En su "ser" nuestra raza es una y trina:
Hija de los pecados capitales,
forjada con aceros de puñales,
en un zarpazo de pasión caína.

Surgió de una sangrienta sarracina
que originaron odios ancestrales,
entre hispanos leones imperiales
y alados cóndores de la cresta Andina.

Le dio su estirpe la nación Ibera,
sus prejuicios, su sangre, su pujanza,
sus tradiciones y su lucha homérica.

Y por eso –ya en guerra, ya en bonanza–
aun se ve caminando por la América
a Don Juan, Don Quijote y Sancho Panza.

 

 

ANGELAMARÍA DÁVILA


 

Cercanamente lejos...

 

cercanamente lejos
de esta pequeña historia
expandida hacia todo deteniéndose.
se oye que dicen:
qué importa tu tristeza,
tu alegría,
tu hueco aquel sellado para siempre,
tu pequeño placer,
tus soledades
mira hacia atrás, y mira a todas partes.
yo miro,
de millones de pequeñas historias
está poblado todo:
¿importa que la lágrima
que a veces me acompaña y me abandona
se funda con el aire?
¿importa si algún rostro
tropieza con mi puño,
si algún oído atento
rueda hasta mi canción imperceptible?
¿qué importará, me digo
cuánta risa futura
fluya de mi placer hacia otra lágrima?
¿importa si mi pena
alegra la bondad de un caminante?
mirándome las uñas
y rebuscando esta pequeña historia
por dentro de mis ojos diminutos
descubro la partícula gigante
donde habito.

 

 

ANTONIO MIRABAL


 

Aún rememoro aquella tarde...

 

Aún rememoro aquella tarde ... ardía
sobre el crestón de la montaña enhiesta
rútilo el sol, corona de la fiesta
que tu belleza blanca presidía...

Tarde rubia de amor la de aquel día
en que los dos amábamos... la orquesta
inundaba la espléndida floresta
de una lluvia de tibia melodía...

Muchas tardes van ya, pero ninguna tiene
el mismo esplendor de luz de aquella
tarde de luna y sol y de fortuna...

Por eso cada tarde en mi alma, sella
un símbolo de amor: la blanca luna
vagando en torno de la tarde aquella.