jueves, 16 de abril de 2020


ANA PÉREZ CAÑAMARES





La certeza




El perro va detrás
de vuelta a casa
la pelota en la boca
niño para siempre
congelado en su docilidad.
Llega a la esquina y la dobla
sin asombro, sin duda.
Como su amo, ha aprendido
a esperar en los semáforos
a conocer el momento para cada cosa
a aceptar la realidad cortada en trozos
a tragar las convenciones de un bocado.



De: “Alfabeto de cicatrices”.



FRANCISCO ESPADA





Concertina para el hambre



La vida golpea a todos 
con azotes de azar que nos desencuadernan;
llega el envés,
llega el viraje virulento
y se convierte en óxido
lo que antes era acero rutilante:
son hechos maltrechos,
deslucidos encajes del camino de la vida
y reveses de fortuna
que nos sacan de la senda
y nos orillan en la arista misma
con su pendular hacia la muerte.

Pero hay almas, al parecer blasfemas 
o ignominiosamente olvidadas,
que viven en la clausura del olvido
como reductos negros del desprecio
en la esquilmada tierra aborigen
y condenados sin juicio ni cordura
al olvido de los hombre y los dioses.

Nos hemos atrincherado 
en el reclamo de lo mío es mío
y lo tuyo vuestro
—siempre que no sea del interés general—
y alambramos el coto, y elevamos la cota,
con las debidas rendijas para los bienes
sin comunión con la negra y endémica
palidez del hambre. 
¡Hambre, hombre, hambre!

¿En qué pérfida y arrogante cabeza
anida la exclusión de tu látigo fiero?:
concertinas para el hambre
no es música bailable, sino holocausto
indignante, flagelo, picadura de áspid,
inmoralidad, indigencia, indecencia, infamia.



ERNESTO KAHAN


  


Paz… y Guerra…



Laxo, me embarco por los mares
en busca de clarividentes lances,
algo de indagante historia,
la vida, genes del hombre
y más sobre la guerra que lo ultima…

Encadenado voy por las reglas del mundo
a prender fuego y quemarme…
a recoger las cenizas
de los pueblos calcinados,
a analizar el odio de las gentes.

-Es evolución- me dicen;
-Es lucha con violencia inquebrantable
-¿Y la paz? pregunto
-¿Un accidente?
-¿Sólo una trivial ausencia de la guerra?

-¿Y las notas de amor que se declaman?
-¿Son también cuento puro?
-¿Poemas en talante?
-¿Acaso ilusión de esperanza,
tan sólo en ansiada expectativa?

Tengo frío
mis palabras están congeladas
y quiero la paz aunque sea una inaudita anomalía,
un aprendido sueño que evite la violencia,
un sonido embriagante de brisa

En el verano caliente,
cuando se despiertan las mañanas
y los pájaros vuelan en libertad,
en simbiosis de una nueva perspectiva
y consumando una oferta irrechazable…

Y al regresar de mi viaje,
triste por no encontrar los genes del aguante,
miré extasiado al horizonte,
¡Cultura, tolerancia!
la nueva forma superior de perpetuarse.


ANTONIO GARCÍA VARGAS




Un soneto a la Vida

Toda teoría es gris y solo es verde
el árbol de dorados frutos que es la vida.
—Goethe—



Hoy me sumerjo en el verso y compongo una oda a la vida,
alzo montañas y valles, frugal cordillera, relieves
inverosímiles, nubes danzantes que abrazan los cielos,
cartografía del instante, tropiezo de labios y abrazos.

Vista que ensancha las sendas del alba y tomando su karma
vuela en el pájaro, nada en el pez, comunica el espacio
hasta posar en la rama del árbol sagrado un mensaje
que habla de amor y deseo, de paz, de amistad, de esperanza.

Toman del agua las fuentes sabores de luz, y los peces
nadan soñando encontrar en fugaz remolino sus colas,
es la mañana un ovillo, una extraña mixtura, una acequia
donde discurren las aguas que llevan la esencia del tiempo.

Hoy contaré a mi lector un secreto: ¡no soy un poeta!,
sino un milagro, un arrullo que te habla, ¡yo… soy el poema!



Abril de 2011



ANNA VENTURA





El lobo



Es la hora en que se aparean los tigres
y estalla la flor de las serpientes.
Los dioses caminan descalzos, con la cabeza ornada de hojas.
Sobre el duro tronco del pino
la gota se hace resina
y la cabra ávida muerde la sombra, diablo campesino.
Ahora que el sol es negro
hasta el lobo está inmóvil
como el búfalo y el león.
Pero una hoja que cae,
una brizna de hierba que se mueve,
un viento lábil, le restituye la rabia de las cumbres;
entonces huye con las ancas apretadas
y los ojos sesgados, hacia la garganta seca del torrente,
no lo atormentan el hambre ni la sed, sino su lobidad,
un modo de existir en la naturaleza.



GOYA GUTIERREZ





XIII. No hay amor sin su sombra y su dolor...

                                                    Eros siempre es un niño
                                                 Que se nutre de amnesia.



No hay amor sin su sombra y su dolor
                        Lo sé.
Y también sé que el mar borra las huellas
De las horas clavándose en la arena
Y los ojos llenándose de azul,
Que a veces miran glaucos y poblados
                        De niebla
Las espumas, desde otoñales playas.

                        Por eso,
Cuando desvanecidas las estrellas
Que alumbraron estos primeros pasos
                        Del amor,
Quedemos solitarios una noche
                        De Octubre
Bajo débiles luces de neón….

                        Aun sabiendo
Que el tiempo seguirá con sus estragos
¡Cómo quisiera envejecer contigo
Y en los rescoldos del invierno amarnos!


De: “La Flor del Hibisco” en "El cantar de las amantes".