jueves, 17 de febrero de 2022


 

CARLOS RÍOS

 


La bestia de las palabras

 

 

Querido Juarroz
soñé que levantabas el tubo del teléfono
y discabas equis número al azar
con voz de ultratumba recitabas de memoria
el primer poema que se te venía a la cabeza.
Esto que podría ser el comienzo de una biografía hermosa
tiene sus bemoles.
En pocos días te transformaste en el loco del teléfono
que originó la huida de un pueblo de provincia
hacia otro vecino
sin cuadrillas de Entel
y sin poetas.
Carajo qué miedo les metiste.
Les temblaban las patas cuando colgaban el auricular
y lo dejaban en cruz por temor a que regresara la bestia de las palabras
que tanto daño inculcó a las nuevas generaciones con su shalalá
las figuras de cartón nada dijeron porque habían desaparecido
en el último festival latinoamericano de cabecitas verdes.
La SADE todavía no se expidió sobre el asunto
algo dirán cuando vuelvas con tu gira vertical a Dorrego
si es que se animan a opinar
sobre un caso desbordante de malicia
y otras versiones que no vienen a cuento en esta triste fantasía
que sólo busca ajustarse a una verdad porque así es la poesía
un teléfono siempre a punto de extraviar el tono
y una de las maneras más precisas de pronosticar
que al otro lado del mundo hay una voz idéntica
lista para condenarnos.

 

 

RODULFO FIGUEROA

 

  

Clínica negra (II)

 

 

Los que cumplís la terrenal condena
de ser mirados con escarnio y mofa,
si halláis a vuestro paso la gangrena
sangrienta y ruda, formulad la estrofa.

Como el doctor, sin escuchar el grito
de rebelión y de dolor que estalla,
quemad con vuestros cantos al maldito
aunque ruja y blasfeme la canalla.

 

 

GUSTAVO TATIS GUERRA

 

  

Niño iraquí viendo la soledad del agua

 

 

Ahora
no tengo otra compañía
que la soledad del agua
busco entre los muros
la sombra del abuelo que abre una puerta
y la luz dorada me invade la cara
pero ya no está él
ni la casa donde jugábamos
ni la calle donde nos sentábamos
a ver llegar el invierno.

¿Adónde fueron las estrellas que vimos
juntos en las noches más solas
cuando aún no habían
bombardeado el cielo?

 

XIMENA ADRIASOLA

 


 

Para ser feliz basta una hoja

 

 

Me seduce aquel escarabajo que camina
Tranquilamente
No piensa, no habla, ni escucha.
Pero oye y puede cantar anunciando
Cosas trascendentales para él
Como el paso de la luz a las sombras
O la secreción melancólica de ciertos árboles
Que empañan el cielo
Cuando la primavera nos permite esperar
Los ciclos de la voluptuosidad
Y el escarabajo es el más feliz de los mortales
Debajo de una hoja
Una sola hoja.

 

HARRY MATHEWS

 

  

El nuevo turismo

 

 

¿De dónde vine
y dónde estoy varado?
Una parte de los mapas es negra
y el resto es lenguaje prestado

No tengo ropa
y las tiendas no aceptan mi dinero
los niños doblaron mis rodillas
y los párpados se me llenaron de escozor

Los labios de hierro son resbalosos
y las páginas que se incendian, soleadas
pero no les encuentro sentido
a las activas criaturas arrugadas

¿por qué pensar en el miedo frente
a plácidos rasgos extraños?
son más extrañas las lágrimas
de las activas criaturas arrugadas.

¿De dónde vine
y dónde estoy varado?
Una parte de los mapas es negra
y el resto es lenguaje prestado

 

 

RICARDO PASEYRO

 

  

Arte poética

Para Juan Rafael Cortés

 

 

Artífice sin artificio,
artesana del arte sano,
mi mente transmite a la mano
las arduas reglas del oficio.

El corazón sangra en la mente
a quien no alcanza la razón
pues necesita la pasión
para subir a inteligente.

Trabajarán juntas las dos
mas ningún poema es perfecto:
cada cual encierra un defecto.
Tal es la ley que dictó Dios.