miércoles, 28 de marzo de 2012


JOSEFA PARRA





Cosas que no tendremos



Cosas que no tendremos:

Las mañanas de abril largas de amor y sueño.
Las tardes de noviembre con lluvia interminable.
Las noches del verano tercamente estrelladas.
Todas las madrugadas dulcísimas de otoño.

Cosas que me he perdido:

No sabré del sabor de tu boca dormida.
No acunaré a tus hijos. No beberé tu vino.
No lloraré contigo viendo ningún ocaso.
No me amanecerá tu vientre entre las sábanas.

Tengo todo un tesoro de lagunas y ausencias,
un muestrario completo de páginas en blanco.

De "Alcoba del agua"

MIGUEL HERNÁNDEZ





¿Recuerdas aquel cuello, haces memoria...



¿Recuerdas aquel cuello, haces memoria
del privilegio aquel, de aquel aquello
que era, almenadamente blanco y bello,
una almena de nata giratoria?

Recuerdo y no recuerdo aquella historia
de marfil expirado en un cabello,
donde aprendió a ceñir el cisne cuello
y a vocear la nieve transitoria.

Recuerdo y no recuerdo aquel cogollo
de estrangulable hielo femenino
como una lacteada y breve vía.

Y recuerdo aquel beso sin apoyo
que quedó entre mi boca y el camino
de aquel cuello, aquel beso y aquel día.



CLARIBEL ALEGRÍA






Día de lluvia



Nunca más esta lluvia
ni esa mancha de luz
en el peñasco
ni el borde
de esa nube
ni tu inmóvil sonrisa
fugitiva.
Nunca más este instante
que ya me dice adiós
desde tus ojos.


ALBERTO DESTÉPHEN






Tu estas al otro lado, donde no te dueles.



Te escapas del alba,
 herido de tu luz estoy,
                     es tu mirada un cuchillo
sangra mi voz,
                                  busca la sangre de las palabras;
                                                     para encontrar tus alas.

Tu sigues estacionada,
                           siembras estrellas a tu alrededor
                                                            no descansas,
y no te dueles.

Tu pelo extendido,

                perfumado

                                                es la sombra de la noche;
                                  que se instala en mis delirios.
Te nombro explosión
                               golpe de mar,
te nombro,
              y aun dueles
                                    de no encerrarte plena;
                                                  en la sangre de las palabras.

       Di agua, para derramarme.






FERNANDO LAMBERG




Águila



El águila poderosa sufre la desdicha
de servir de imagen de la injusticia.

En la naturaleza
Los animales siguen leyes inmemoriales.

No es el odio el que guía las garras
sobre los corderos; no es la ambición
la que derriba ovejas.

Nunca ha pretendido el águila dominar
ni indicar los caminos.

La codicia humana vuela
a destruir lejanas tierras,
desata interminables males
y luego miente descaradamente
diciendo que el águila tiene
alas imperiales.