miércoles, 4 de octubre de 2017


ALFREDO CHACON


  

Llamado



Ven mujer
vámonos
hacia nosotros.



AMALIA IGLESIAS




Tótem I



Entre
tótem y
autómata,
una zozobra
de marioneta,
virutas de tiempo
invisibles hilos
de oro tiran
de ti hacia
los bosques
sagrados de los druidas. Desde los serbales milenarios,
el muérdago llega hasta tus brazos, se hace resina y ritual
para ahuyentar a la muerte. Entre
tótem y autómata la puerta propicia
para cambiar de ángel, el gigante
de Cerne Abbas tumbado en el campo
de Dorset, las estatuas de Rapa
Nui, vigilando la Isla de Pascua,
los cuerpos silueteados al abrigo
de las rocas, los monigotes de la
infancia y la caverna, y los robots
que aprenden a mirarte. Entre tótem
y autómata el espantapájaros
crucificado en la inmensidad del
trigo, el que siempre te espera
allí donde todo lo modela el viento
y tus pasos de niña no se apagan,
tu icono y escondite y madriguera.


De: "Tótem espantapájaros"


IVÁN TUBAU





Pelopónissos
                                                                 Para Helena Roig



¿Has visto el mapa, Helena? hoy salimos de Espata
y vamos hacia el barco que zarpará de patra.
Como un acto de amor será el itinerario:
la cena en Kardará, la noche en Klitoría.



De: "La quijada de Orce" 

ANDREA OCAMPO




Sirenas



La solución quizás sea sentarse
en lo alto de la góndola
y esperar. Pasarán
los cadáveres de nuestros enemigos
empujando sus changuitos
por el pasillo de sopas y conservas.
Me encantan las sirenas,
silenciosas y kafkianas.
Calladas se  defienden.
Ahí está el peligro:
no vienen a mí: yo voy hacia  ellas.
Derivo del billete
a la moneda, al papel, al plástico.
La metonimia perfecta:
una foto, tu firma y
cuántos meses
para que el miedo pierda interés.
Miro sus bocas sin oírlas,
sé de lejos el precio
de lo que ofrecen y qué vale:
humilde esperanza humana de vivir
para pagarla.


DOUGLAS TÉLLEZ




Fiestas Patrias



Suntuoso carnaval
Trompetas, tambores
culos celeques,
pezones desnudos.
Espectáculo de circo ambulante
manchando la dignidad de los héroes
que yacen en olvidado sosiego
de flores silvestres.




ALEJANDRO REJÓN




Canción del sueño



La nada se entreteje con los parpados del aire,
llueve como hilera entre el envés de los sueños.
Aquella hilera dulce de joyas y escamas
ya no acongoja tu vientre,
se ha vuelto salitre de luz,
impávido surco que se extingue de mareas.

Cierro la memoria.
En este borde flotan riscos que se extienden hasta el alma.
Flotan pies que se abren con las nubes,
Se detiene un círculo entre la niebla,
Dibuja sus manos con luciérnagas de agua.

Hay una ruina líquida detrás del sueño,
Tus cabellos se mecen,
Moléculas explotan en el incesto de los astros,
El ángel se incinera la vista con sal y opio.

Las hileras han vuelto, amor,
los días caen a mis espaldas,
Entran como silbidos en la migraña de la casa,
Y nosotros,
Otro pliegue entre el agua de tu sombra.