viernes, 25 de enero de 2013

ROGER SANTIVÁÑEZ


  

Semper amat



1

Perfectas son las piernas de la ninfa en short
Sobre el césped redondea el mundo de un oro
Más dulce que cualquier canción de amor

El cielo enlaza nubes a la azul rutilante
Precocidad asume que el verano se pro
Longa en su cintura ice-cream & en el

Borde de los muslos flota un agua purísima
Los chiquillos le ponían los cabellos en la
Frente mientras uno a uno la punteaban

Ligeros jugueteando en el fondo del jardín
& ella sonreía a mi visión llena de jacintos
La grama más clara hacia el atardecer

Perfume inadvertido del jardín lejano
Ritmo impreso en el morir del día con
La fronda al compás del aire refrescando

2

El pequeño bosque rodea la piscina
Su verdor me alcanza con augusta
Brisa sáfica briza el tapiz ex

Tenso donde fulgen tus doradas formas
Apenas cubiertas por inusitados aires
Núbiles preñándote de ausencia del

Árbol desconocido brotaron los frutales se
Escucharon los arpegios más lindos previos
Al silencio total que viene con la noche

El tiempo sucumbe ante los rápidos vanitas
Más celeste que las propias aguas intranquilas
Donde busco el enigma de un día de dolor

Para sondear la densa liquidez & sentir
La refrescante tibieza helada de una
Belleza chiquita & calatita deshaciéndose

3

Memoria del almendro en mi jardín
Su sombra todavía me enternece si
Escribo del verano adolescente para

Qué las hojas caen sobre el pasto
Se vuelven amarillas muertas cómo
Suenan si camino sobre ellas plash

Plash & el mundo está nítido a esa
Hora perfecta vientos del desierto lau
Reles de Vice al final de la civilizada

Vía cerca del mar el insólito balneario
Brisa que alegra los flamencos a lo lejos
Hacen línea al fondo en la orilla de

La isla perfume de caballa frita
& el sol que se prende en tus pe
Zones dorados no me queda sino

     El dibujo bajo la lycra

DINO G. SALINAS





Mi nariz en medio…



Mi nariz en medio de la copa inclinada, los ojos llorosos por el vaho y la fragancia, una ola de vino rompiendo en mi garganta... Aaaahhhhh.... Salú... Ahora mi sangre es más roja, mi corazón... más vulnerable y, en mi cerebro, el hemisferio izquierdo no para de reír por una talla del derecho.


JUANLE*


  


Aquí estoy a tu lado ...



Aquí estoy a tu lado mujer mía que duermes,
solo.
La noche es una oscuridad tímida
a través
de la madreselva.
(Será en los campos una solemnidad
de giro armonioso,
mágico,
acompasado de grillos y suspirado de aguas).
Estoy solo a tu lado, mujer mía.
¿Qué sueño
agitará tu pecho?
Aquí estoy a tu lado, solo, mujer mía.
¿Qué será de nosotros
de aquí a doscientos años?
Qué seremos ¡Dios mío! Qué seremos?
Dentro de cien,
dónde estaré yo?
¿Tendrá la noche estival,
entonces la forma que ahora tiene?
¿Y habrá una soledad
que gemirá
en esta misma pieza,
al lado
de la mujer dormida?


Del libro “El ángel inclinado”

*Juan Laurentino Ortíz


MARIZEL ESTONLLO





Objeto perdido


                               “No hay nada mas difícil que abandonar un sueño”
                                                                         Atilio J.Castelpoggi


Lee el poema El Cisne
Observo su rostro,
superpongo el de Baudelaire a su entrecejo fruncido.
Y descanso un ensueño en sus hermosas manos.

Aquel día tuve un resplandor de felicidad.
El cisne era amado como tal
en la lectura vigilante de una angustia sutil.

Un  poema.

Una somnolienta tristeza que resiste a despertar.
La interpretación melancólica de un cúmulo de resonancias .

El gesto de un búho atormentando la noche
hasta la vacilación de un argumento.

Un dedal de plata cae por la arista de una roca de ónix
en su filo,
donde el espíritu se aísla
como el  alarido de la sangre.

Lo perdido no regresa.

FEDERICO GARCÍA LORCA






Noche del amor insomne



Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena. 

Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena. 

La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama. 

Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.


PABLO NERUDA





Poema 04



Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.

Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.

Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.

Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.

Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros.

Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinado.

Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano.