"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 14 de diciembre de 2018
REINA MARÍA RODRÍGUEZ
le couple (1931)
un escultor francés de origen ruso,
esculpió tu rostro en el yeso
(escogió este instante y no otro; escogió este cuadro,
o ninguno) el triángulo del mentón, el gesto
que se inclina para ofrecer la boca
el alcohol almacenado en las venas del cuello
azules blancas ácidas
el deseo, el ángulo de la clavícula alojo
una fortificación (un puente) al beso.
delante, hacia la izquierda de la sombra de mi rostro, vaga
-el fondo siempre es negro-
el relieve de tu belleza, la oquedad de mis ojos
(yo observaba las sombras, luego descubrí que esas sombras
poseían luz, o cierto resplandor que hería si no inclinaba
los párpados para verte)
quedamos eternamente allí, en la pareja de Ossip Zadkin
un escultor francés de origen ruso
que no nos conoció.
un escultor francés de origen ruso,
esculpió tu rostro en el yeso
(escogió este instante y no otro; escogió este cuadro,
o ninguno) el triángulo del mentón, el gesto
que se inclina para ofrecer la boca
el alcohol almacenado en las venas del cuello
azules blancas ácidas
el deseo, el ángulo de la clavícula alojo
una fortificación (un puente) al beso.
delante, hacia la izquierda de la sombra de mi rostro, vaga
-el fondo siempre es negro-
el relieve de tu belleza, la oquedad de mis ojos
(yo observaba las sombras, luego descubrí que esas sombras
poseían luz, o cierto resplandor que hería si no inclinaba
los párpados para verte)
quedamos eternamente allí, en la pareja de Ossip Zadkin
un escultor francés de origen ruso
que no nos conoció.
MANUEL SCORZA
Viento del olvido
Como a todas las muchachas del mundo,
también a Ella,
tejiéronla
con sus sueños,
los hombres que la amaban.
Y yo la amaba.
Pudo ser para otros un rostro
que el Viento del Olvido
borra a cada instante.
Pudo ser,
pero yo la amaba.
Yo veía las cosas más sencillas
volverse misteriosas
cuando Ella las tocaba.
Porque las estrellas de la noche
¡Ella con su mano las sembraba!
Los días de esmeralda,
los pájaros tranquilos,
los rocíos azules,
¡Ella los creaba!
Yo me emocionaba
con sólo verla pisar la hierba.
¡Ah si tus ojos me miraran todavía!
Esta noche no tendría tanta noche.
Esta noche la lluvia caería sin mojarme.
Porque la lluvia no empapa
a los que se pierden
en el bosque de sus sueños relucientes,
y sus días no terminan
y son sus noches transparentes.
¿Dónde estás ahora?
¿En qué ciudad,
en qué penumbra,
en cuál bosque
te desconocen las luciérnagas?
Tal vez mientras escribo,
estás en un suburbio,
sola, inerme, abandonada...
¡Abandonada, no!
En tu ausencia
mi corazón todas las tardes muere.
Como a todas las muchachas del mundo,
también a Ella,
tejiéronla
con sus sueños,
los hombres que la amaban.
Y yo la amaba.
Pudo ser para otros un rostro
que el Viento del Olvido
borra a cada instante.
Pudo ser,
pero yo la amaba.
Yo veía las cosas más sencillas
volverse misteriosas
cuando Ella las tocaba.
Porque las estrellas de la noche
¡Ella con su mano las sembraba!
Los días de esmeralda,
los pájaros tranquilos,
los rocíos azules,
¡Ella los creaba!
Yo me emocionaba
con sólo verla pisar la hierba.
¡Ah si tus ojos me miraran todavía!
Esta noche no tendría tanta noche.
Esta noche la lluvia caería sin mojarme.
Porque la lluvia no empapa
a los que se pierden
en el bosque de sus sueños relucientes,
y sus días no terminan
y son sus noches transparentes.
¿Dónde estás ahora?
¿En qué ciudad,
en qué penumbra,
en cuál bosque
te desconocen las luciérnagas?
Tal vez mientras escribo,
estás en un suburbio,
sola, inerme, abandonada...
¡Abandonada, no!
En tu ausencia
mi corazón todas las tardes muere.
De: "Las imprecaciones"
FERREIRA GULLAR
Paseo en Lima
Bajo este árbol
siento en la cara el calor
de sus flores coloradas( como
si dentro de un relámpago
Podían ser de trapo
estas flores, podía
ser de tela este
fulgor vegetal-
que es la misma materia de la flor,
de la palabra
y de la alegría en el corazón del hombre.
PAOLA VALVERDE ALIER
Los amantes
Cruzar
el vestido
batallar contra las medias
mirarnos y saber que aún jugamos rayuela.
Detrás de aquella puerta
somos personajes secundarios.
Delante de esta
contrincantes en el ring.
Y si ponemos un pie más allá de la frontera
no existimos
olvidamos los saludos cordiales
para fruncir el ceño con indiferencia.
El público aplaude
cree que nos han derrocado,
pero son años besando la lona
son años amor
en que el polvo nos hace desenredar cuerdas
poner un pie en el interior de la frontera
donde acumulo cinturones herrumbrados
y recuerdo
que somos incapaces de ser tan buenos
cuando dibujamos mapas para escapar,
después de calle, personas decentes
y una integridad que aburre.
Porque no fuimos hechos para baladas
nosotros el Box, el Metal y las malas palabras…
batallar contra las medias
mirarnos y saber que aún jugamos rayuela.
Detrás de aquella puerta
somos personajes secundarios.
Delante de esta
contrincantes en el ring.
Y si ponemos un pie más allá de la frontera
no existimos
olvidamos los saludos cordiales
para fruncir el ceño con indiferencia.
El público aplaude
cree que nos han derrocado,
pero son años besando la lona
son años amor
en que el polvo nos hace desenredar cuerdas
poner un pie en el interior de la frontera
donde acumulo cinturones herrumbrados
y recuerdo
que somos incapaces de ser tan buenos
cuando dibujamos mapas para escapar,
después de calle, personas decentes
y una integridad que aburre.
Porque no fuimos hechos para baladas
nosotros el Box, el Metal y las malas palabras…
RENE SEGURA
Limpio mis heridas
Limpio
mis heridas
Y Las limpio muy bien
para volver a tener mi piel Lista para otra herida.
Y Las limpio muy bien
para volver a tener mi piel Lista para otra herida.
Busco
sanción
Busco ascensión
Para volver a estar arriba
Listo para otra caída.
Busco ascensión
Para volver a estar arriba
Listo para otra caída.
Rezo de
nuevo
Limpio mi conciencia
Para volver a tener mi alma
Lista para otro pecado.
Limpio mi conciencia
Para volver a tener mi alma
Lista para otro pecado.
CLARA LECUONA VARELA
III
Salen
del mar muchachos con salitre
eran la gracia,
como esos milagros perennes donde la luz ríe.
Quizás bastó tocar mi puerta
yo también quise traspasar las olas .
No podré decir nunca cómo eran, al menos no exactamente.
Incendiada bajo un vuelo de pájaros lanzo cartas,
cartas que los muchachos no leerán
ansiosos de sus juegos.
eran la gracia,
como esos milagros perennes donde la luz ríe.
Quizás bastó tocar mi puerta
yo también quise traspasar las olas .
No podré decir nunca cómo eran, al menos no exactamente.
Incendiada bajo un vuelo de pájaros lanzo cartas,
cartas que los muchachos no leerán
ansiosos de sus juegos.
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