miércoles, 14 de marzo de 2012


VALERIA AZUL




1


Búscame en cada espejo,
porque estoy durmiendo
en el azul intenso de tu mirada,
hice un lecho de mar salado
de muchos mares,
y floto confiada en sus vaivenes.

Búscame en cada espejo,
porque en tus ojos,
construí mi morada permanente,
mi castillo indestructible,
eterno sueño,
miro lo que tu miras,
vivo lo que tu vives.

Búscame en cada espejo,
porque en ti, siempre estaré yo,
en cada joven primavera,
en cada otoño ocre,
en cada verano encendido,
y en cada inclemente invierno,
llorare con tus lágrimas,
reiré con tus alegrías,
y así será por siempre
en cada segundo de vida,
que nos falte existir.


EFRAÍN BARQUERO



  
La Compañera


Así es compañera
La he tomado de entre los rostros pobres
con su pureza de madera sin pintar,
y sin preguntar por sus padres
porque es joven, y la juventud es eterna,
sin averiguar donde vive
porque es sana, y la salud es infinita como el agua,
y sin saber cuál es su nombre
porque es bella, y la belleza no ha sido bautizada.

Es como las demás muchachas
que se miran con apuro en el espejo trizado de la aurora
antes de ir a sus faenas. Así es,
y yo no sé si es más bella o más fea que las otras,
si el vestido de fiesta le queda mal,
o la ternura equivoca a menudo sus palabras,
yo no sé,
pero sé que es laboriosa,
Como los árboles
teje ella misma sus vestidos,
y se los pone con la naturalidad del azahar
como si los hiciera de su propia substancia,
sin preguntarle a nadie, como la tierra,
sin probárselos antes, como el sol,
sin demorarse mucho como el agua.

Es una niña del pueblo,
y se parece a su calle en un día de trabajo
con sus caderas grandes como las artesas o las cunas,
así es, y es más dulce todavía,
como agregar más pan a su estatura,
más carbón a sus ojos ardientes,
más uva a su ruidosa alegría.


DAVID N. CAMPOS




Mito


I

Dónde nos detenemos
desde qué faro la barca nos divisa
si somos solo unas monedas
un peaje pagado desde los ojos

II

en qué foro se gritó nuestra muerte
profetas de ignorancia e ignominia
si somos laberinto
“camina siempre a la izquierda”
donde el centro es un vacío
o un todo que somos con el minotauro
o su esperanza
hay quienes se vuelven cisnes
otras, laureles para coronar
el paréntesis de la muerte
el Olimpo sigue lejano

III

Nuestras ofrendas
(pago de la expiación anticipada)
serán, siempre
a la muerte o
sea el error
la falla de este cuerpo sin estatuas
muertes sin historias si
solo somos el eco del humano
la furia divina del hubiera.

IV

El acierto es lo que no somos
esos dioses inventados
un cordón tenso y obligado
a reventarse un navío
entre tormentas sin tripulación
el regreso donde la odisea
empieza al contar,
“ah, ese viejo, mítico don”
inventar sólo por
el afán de trascendernos.

JUAN CAMERÓN





Cachorro


Perdonad este pelaje descastado
este brillo es de tanto restregarme
de la baba la rabia la patada
Perdonad el mordisco por la espalda
es mi ternura agreste solapada
pero ternura al fin (la única mía)
En verdad salí cachorro
en la calle me hice perro


PABLO NERUDA




Angela Adonica


Hoy me he tendido junto a una joven pura
como a la orilla de un océano blanco,
como en el centro de una ardiente estrella
de lento espacio.

De su mirada largamente verde
la luz caía como un agua seca,
en transparentes y profundos círculos
de fresca fuerza.

Su pecho como un fuego de dos llamas
ardía en dos regiones levantado
y en doble río llegaba a sus pies,
grandes y claros.

Un clima de oro maduraba apenas
las diurnas longitudes de su cuerpo
llenándolo de frutas extendidas
y oculto fuego.