miércoles, 22 de agosto de 2018


EDUARDO DALTER





Hay un camino
aún no atascado,

aún ni pensado,
que comienza

en la punta justo
de tus pies; hay

un camino; hay,
hay un camino.


FÉLIX SUÁREZ





Nos sostienen aquí ardor y soledumbre:
tenues leopardos que comieron gozosos
de nuestra mano.
Y hoy en cambio
-sinuosas fieras-
nos cazan como a dos liebres,
o nos gruñen hambrientos
bajo la piel.



BENJAMÍN VALDIVIA





Alfabeto



Nuestros cuerpos son signos.
A cada movimiento una sílaba
-manifiesto fulgor- se nos delata.

Las miradas traducen alfabetos
del agua.
Y la boca es un símbolo admirable.

¿Y quién me habla detrás de tu voz?
Lo sabes:
El tacto una palabra,
la mirada un murmullo,
tus labios el silencio.


De: “Otro espejo de la noche”


EDGAR MATA




  
Venus en pixeles



En un mero coqueteo
rayano en temeridad
un guiño
una sonrisa
(la timidez
no
ha
vencido
querido Prufrock):
Le arrojo una lanza de miradas
que le traspasan el cuerpo
Le destino un racimo lujurioso
a sus caderas
le sonrío los muslos
Le abro de una tajada los pechos
mientras ella
-enmudecida esposa de sal-
observa
al pasado
…la he dejado herida


JOSÉ ALFREDO SOTO



  

Tú, este lugar, estás
repleta de brazos, tienes tu reflejo,
que son tus años y reflejo
solamente de ti misma.
Son tus gentes brazos
engazados en bronce
y tu costillas frías, tú
eres espina reflejante,
escalinata, parques
y adoquines azulados,
polvo de cristal
de hombre herido que se vierte
por las fisuras,
y reflejos de humo y mieles
de la muerte de ti misma
que muere
en tus brazos y en otra
y otra y otra
sangre iluminada.
Se invierte ahora, penetramos
por tus poros, manantiales
tus costillas, ahora
también vetas
de proyectiles hacia sí mismos.
Y ahí,
ahí estamos nosotros
encendiéndonos
porque somos luz,
escondiéndonos
porque la luz que somos hiere,
nos hiere
y en las ranuras acomodamos el cuerpo,
nos despojamos.
Esas  agujas y plumas,
esos dolores de la sangre que te llena
somos nosotros,
nosotros que bramamos
desde tus costillas, reflejados
y en el vaivén de tus manos,
somos engranes cada vez
más muertos.
Después
de vez en vez
mucho después
en el polvo
revividos.



JOSÉ P. SERRATO





Paciencia
Para Alejandra Pineda



El músico no ejecuta su instrumento.
Se abandona al arte de sus manos,
pregunta con paciencia.

Si el músico algo logra,
es el instrumento,
que responde.