"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 9 de febrero de 2021
JOSÉ LANDA
Festín
El
placer lleva más tiempo
que nosotros en esta tierra
Hoy sólo podemos celebrar que esté vivo
y perdure en lo más recóndito
de la imaginación y las entrañas
Allí
lo alimentamos le colgamos
la más curiosa novedad
Le construimos altares
Le rogamos vida futura para no caer
de tan celestes de tan sin tiempo
ni espacio ni dolor de tan borrachos
y mentirosos
Nos
hincamos para que siga aquí
de la mano con la realidad y la ficción
Que nos deje fornicar y maldecir
Que podamos tocarlo por dentro
y por fuera traerlo
a nuestras calles
Decirle: “Yo te exhorto calidez
Sal de este cuerpo y ven a mí”
Tanta
gloria con él es increíble tanta maravilla
más vieja que las ruinas de oriente y occidente
Más vieja que las mujeres de sal
pero más joven que el instante
antes de ser instante
Antes
incluso que la piedra
Fue el placer de transformarlo todo
EMILIANO GONZÁLEZ
2
Las
voces insistentes del pasado.
Los ojos que no ven. La madre muerta.
Ociosas galerías y la puerta
sin llave, cerradura ni candado.
De: “Miniaturas para definir a Borges”
JIM MORRISON
Los peatones apretaron el paso
Nos
unimos a la corriente. De pronto
policías, viseras y escudos de plástico,
blandiendo largas y flacas macanas
como varas, bien formados,
despejando la calle a contraflujo.
Acercarse o mantenerse alejado.
Los cafés meten las mesas
apilan las sillas unas sobre otras,
bajan las cortinas de seguridad
de acero. Silbatos
mientras llegan camionetas. Soldados
con bigote. Abandonamos la escena.
Ojos de juventud, recelosos, deslumbrantes.
La iglesia. Una escena pastoral
con guitarras, tambores, flautas,
arpas y amantes. Luego
Shakespeare & Co., los restaurantes
y su clientela elegante, un cruce de calles
transversal, el pequeño barrio del Jazz
(Story Ville) Nueva Orleans
en miniatura.
Negros en camisas africanas.
Una brass band callejera.
“Fare well to my web footed friends”
La muchedumbre sonríe, salta y canta.
Pasamos. Bulevar Saint-Michel.
La Estatua. El Sena. Hogueras
de pancartas que zumban malvadas,
bulevar abajo. Carros de bomberos.
Olor de humo. Acércate más
cerca. De pronto gritos
largos gritos indios de guerra y
la muchedumbre corre
y se repliega. Y mientras huimos,
nos atacan por detrás,
aplastados contra las mesas de los cafés.
Metro y quiosco de periódicos —Una muchacha
apaleada, sus llantos. No oigo
más detonaciones. Lluvia. (Hombre con botella)
Te veo en la manifestación
Nos
unimos a otros grupos bajo árboles
y lluvia. Altos edificios públicos.
Nos
vemos en la manifestación
THOMAS MERTON
Oh, dulce irracional devoción
Viento
y una codorniz
Y el sol vespertino.
Dejando
de cuestionar al sol
Es que me he convertido en luz,
Pájaro
y viento.
Mis
hojas cantan.
Yo
soy tierra, tierra
Todas
estas cosas encendidas
Crecen desde mi corazón.
Un
alto, pino artificial
Está de pie como la inicial de mi primer
Nombre cuando tuve uno.
Cuando
tuve un espíritu,
Cuando estuve en llamas
Cuando este valle estaba
Hecho de aire fresco
Pronunciaste mi nombre
Al nombrar Tu silencio:
¡Oh dulce, irracional devoción!
Yo
soy tierra, tierra
El
amor de mi corazón
Estalla en heno y flores.
Soy un lago de aire azul
En el cual mi propio lugar designado
Campo y valle
Se refleja.
Yo
soy tierra, tierra
De
mi corazón de pasto
La codorniz surge.
De
mi maleza sin nombre
Su devoción absurda.
MARA ROMERO
Tambor lento
Camino
por viejas calles
que aún recuerdan tu paso;
tambor lento,
sombra salida de urnas funerarias
me hacen beber el veneno de tus dudas,
invocan santos a quien nadie reza,
obligan a refugiarme en el almacén de insomnios
donde guardo mis noches,
y en un parpadeo,
distingo tu imagen borrosa a través de una lágrima;
tus caricias se vuelven hierba,
vidrio roto
que corta mi fe.
Nací
con las manos marcadas,
profecía, indescifrable,
mensaje incompleto que cierra de golpe
la caja de errores amontonados,
y me llevan a un destierro ensayado de ti.
Tú, último intento por escapar de mis dobles,
mis otros yo
que también te siguen resentidos,
dependencia que lija
el ritual de amores,
mal uso de los corazones guardados
en los cuerpos del olvido;
aquellos restaurados por la esperanza
en nuestros encuentros,
cuando escarbo tu mundo,
resquebrajado remordimiento.
Pongo
en guardia el sentido;
hago polvo la represalia,
y tu figura, ahora estatua de llanto,
confunde los carruajes
dirigidos por ángeles desterrados,
que buscan mortales para alimentar
su eterna muerte,
su vagar por el limbo sideral;
aquellos, que como nosotros,
sufren raspaduras por sus culpas.
Impresionante
aparición
hace esconderme,
buscar un rincón tranquilo,
restaurar fisuras,
escapar del fango de tu desolación,
escuchar mi sangre
que cuenta una leyenda desconocida,
el olvido historia que me habita
desde el día que abrí los ojos,
adioses emperrados en la piel
que maduran con el paso espíritu
y me hacen reconocer tu interior inhabitado.
Cumplo
la consigna,
escucho árboles
aun en contra de la risa burla.
Ahí, también mi voz te busca,
choca con tu pista,
descarrila tristezas,
me convierte en duermevela
de un amor programado,
mandamiento que sigo
a pesar de mis mareas.