domingo, 17 de diciembre de 2017


CONCHA URQUIZA




La canción de junio



Junio, brazada de soles
por el campo florecido,
¿qué le dirás a mi alma
que quiera prestarte oído?
¿Qué le dirás a mi alma,
Junio, de verde vestido?

El amor de los donceles
se fue por el monte arriba;
el amor de las doncellas
siguiendo sus pasos iba;
ni un brote abierto dejaron,
ni una flor dejaron viva...
Pan ha callado el arrullo
de su flauta primitiva.

Junio, mojado de lluvia,
Junio, dorado de trigo,
rojo de tierra del monte,
rostro de sátiro amigo,
¿si creerás que como otrora
hoy me embriagaré contigo?

Casa de olvido me dieron
-muros altos, blancas tejas-;
mi Amado cercó la entrada
del vellón de sus ovejas;
la paz me besó en el rostro
tras los hierros de las rejas...
Por el bosque sosegado
Eros olvida sus quejas...

Junio, pintado de luna,
Junio, de ardores ceñido,
¿qué le dirás a mi alma
que quiera prestarte oído?
¿Qué le dirás a mi alma
Junio, de lluvia vestido?




ÁLVARO VALVERDE




Poema de amor



De verdad es ahora
cuando te reconozco.
Sólo a través del sueño
tus contornos son nítidos,
oigo clara tu voz,
recupero tus gestos
y tu lenta presencia
como el lento mecerse
de las aspas que giran
sobre nuestras cabezas.
Con la misma demora
con que tomas un baño
al final de la tarde.

Te conozco en la oscura razón
que sucede a la noche,
en la frágil frontera
de la luz, cuando el tiempo
es más real que nunca
o eso, acaso, parece.

A tu lado, aunque lejos,
tan en ti como ausente,
reconstruyo velado
tu otro rostro invisible,
el que en la edad dé forma
a la que en sueños eres.


De "A debida distancia"



MARIA EUGENIA VAZ FERREIRA




Canto verbal



A ti, palabra mi suprema dea,
tiende sus alas la esperanza mía
águila errante del desierto humano
sin altas cumbres donde reposar
el tedio de las rutas infinitas...
Tiende sus alas como a excelsa fuente
pródiga de belleza y de armonía;
quiere beber en tu copa de oro,
quiere bañarse en el agua sonante,
mudable en sus ritmos, diversa en sus glosas
y cuyo oleaje ya
sacudido por vértigos fecundos
o melodioso de serenidad...
A ti, palabra que tienes la magia
de sabiamente transmutar tu forma
y ajustarla a la loca trashumancia
de la maravillosa ánima viva....
Oh profunda, variante y fugaz,
que floreces en vetas luminosas
perfumadas de esencia espiritual...
Ánfora
de caudalosas perlas en murmurio,
de blancas nieves y de rojas flamas.
Ánfora
de tempestades y constelaciones,
de suaves lluvias y silbantes rachas...
Ánfora
de sonoras cadencias,
de crujiente espuma, cascabel marino,
de místicas hostias y de miel pagana...
No hay un tesoro que supere al tuyo
en abundancia de oportunas galas
para quimeras y revelaciones,
grandes historias y leyendas magnas
no hay un tesoro que supere al tuyo,
vertiginoso para la elocuencia,
inagotable para la ilusión,
lírico para el numen romancesco
y musical para el divino amor...
Por tu vocero el invisible espíritu
se glorifica en vividas ofrendas,
su lira tañen las carnales fibras
y el corazón henchido se desborda
en sublimes poemas...
Por ti
sobre el bronce triunfal de los escudos
brotaron rosas trágicas,
cuyo fragante olor de sangre noble
blasonó las estirpes y las razas.
Por ti
en las verdes pupilas de las fieras
las sombras de los ímpetus salvajes
se trocaron en. húmedas estrellas.
Por ti se abrió de muchas rocas duras
el regazo feraz
en el dulce licor de sus vertientes
se confortó la esperanza mortal.
Yo no sé en qué fantástica materia
al escultor de la progenie humana
le plugo modelar la estatua mía,
que no ablanda la luz de las auroras
ni el oscuro crepúsculo marchita;
pero si alguna vez mi corazón
abre a la vida su raudal interno,
sí se doran mis áridas llanuras
y se pueblan de esquifes mis océanos,
si se viste de estelas fulgurantes
la. nebulosa noche de mis piélagos
y las alas sin sol de mis pendones
en raudas ondas flotan a los vientos,
si gorjean mis pájaros será
cuando en la entraña de un sacro silencio
sobre la losa de mi tumba viva
choque su llama tu rayo de fuego.



CARLOS MARIANIDIS




Una pulga le canta a una paloma



A dónde vas, paloma,
cuello verde y violeta, .
ojos anaranjados,
misteriosa y coqueta...
Alas grises y blancas
y negras y azuladas,
pico oscuro y brillante,
patitas coloradas...
Cuando emprendas tu vuelo,
llévame en una pluma
y suéltame en el mar
donde haya mucha espuma.


KO UN





Posada en el cruce de caminos




                                                          Despierto
                  si estoy despierto hay alegría
                en ningún lugar existe tristeza
tomo tres copas de vino y miro afuera
         en la posada del cruce de caminos
    se lo oí decir al camino bajo la lluvia


Versión de Joung Kwon Tae  - Revisada por Isabel R. Cachera


De: "108 poemas Zen"


GABRIELA MARI




Murmullos



Hay algo
que no puede ser palabra
una imagen
que no puede ser canción
queda intacta en la memoria
la memoria del después.