"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 4 de noviembre de 2020
BOB DYLAN
Sólo un vagabundo
Al ir caminando un día, en un rincón
Vi a un viejo vagabundo tumbado en un portal
Su cara se apretaba contra el frío suelo de la acera
Y calculé que debía llevar allí toda la noche o más.
Era sólo un vagabundo, pero ya falta uno más
No deja atrás a nadie que cante su triste canción
No deja atrás a nadie que le lleve a casa
Sólo un vagabundo, pero ya falta uno más.
Una manta de papeles de periódico cubría su cabeza.
El escalón era su almohada, la calle era su cama
Una mirada a su cara permitía ver el largo camino que había recorrido
Y un puñado de dinero dejaba ver las monedas que había mendigado.
Era sólo un vagabundo, pero ya falta uno más
No deja atrás a nadie que cante su triste canción
No deja atrás a nadie que le lleve a casa
Sólo un vagabundo, pero ya falta uno más.
¿Hace falta acaso ser muy hombre para ver toda la vida derrumbarse?
¿Para mirar al mundo desde un agujero en el suelo?
¿Para esperar el futuro como un caballo que se ha quedado cojo?
¿Para yacer en el arroyo y morir sin un nombre?
Versión
de Antonio Rasines
TED HUGHES
I
De pronto su pobre cuerpo
se quedó sin la defensa
de su mente adormilada.
Antes de que el funeral se diluyera,
el féretro, como una lancha, se rompió a fuerza de sacudidas
entre las grandes estrellas que nadaban por su ruta.
Un rato
el tallo del tulipán a la puerta superviviente
y su chaqueta, y su esposa, y su última almohada
cogidos unos a otros.
II
Comprendo los ojos hundidos
de los viejos
secos residuos
rotos por mares que no podían vivir.
III
Eres extraño, sales de un huevo
puesto por tu ausencia.
En el gran vacío te sientas contento,
mirlo entre nieve húmeda.
Si pudieras hacer sólo una comparación:
tu situación es tan triste que desistirías.
Pero tú, desde el principio, rendido al vacío total,
luego a él se lo dejas todo.
Ausencia. Tu propia
ausencia
llora su reposo a través de tu música consumada,
su capa oscura sobre tu alimentar.
IV
Ya digas, pienses, sepas
o no, así es, así es, como
sobre raíles sobre
el cuello que dejan sus ruedas
la cabeza con su vocabulario inútil,
entre los plátanos azotados.
Versión
de Jesús Pardo
SAMUEL BECKETT
2. Para ella el acto sosegado...
para ella el acto sosegado
los poros sabios el sexo inocentón
la espera no muy lenta los lamentos no demasiado largos la ausencia
al servicio de la presencia
los pocos jirones de azul en la cabeza las punzadas al fin muertas del corazón
toda la gracia tardía de una lluvia que cesa
con la caída de una noche
de agosto
para ella vacía
él puro
de amor
BERTOLT BRECHT
Como era II
Tus penas eran mis penas,
las mías, tuyas.
Si no estabas tú contenta,
yo no lo estaba.
NÂZIM HIKMET
Ya llega mi hora
saltaré de repente al vacío
sin conocer el estado de putrefacción de mi carne
ni cómo los gusanos socavan mis ojos
sin tregua ni descanso pienso en la muerte
eso quiere decir que mi hora está próxima
Leipzig 10 de septiembre de 1961
Versión de Fernando García Burillo
LUIS ANTONIO DE VILLENA
Celebrando delicia y ternura
Para A.
Y aquel círculo sacro cerró entorno nuestro.
Todo era oscuridad y atmósfera callada.
Un centro nos unía y una emoción muy cálida.
Los cuerpos se rozaban exactos y encendidos,
y la piel profería su lenguaje perfecto.
Una dulce pasión en un círculo negro,
mientras la hoguera llena de sentidos el tiempo
y me cuenta tu mano la maravilla toda.
Si algún día he de hablar en favor de la vida,
no olvidaré esa noche en el círculo ciego,
ni a ti, que me enseñabas minucioso lo eterno.
De: "Como a lugar extraño"