viernes, 5 de abril de 2019


EPPE SALVIA





Muelle



En la calle como una cuna, amores,
la festiva sal de arce que tiene
prueba, subida incómoda y los coros
niños que dan un bergantín, aprenden
el muy nuevo error que la esperanza
se renueva, y otro coro es alegre danza
en mi corazón que admira, amor, entre
esta bella audacia que está próxima
a todas las edades chica y allí
infancia del cuerpo inmaduro y feliz,
unison brillante arco, cuerda
de un solo sonido, tiende a origen
y el cuerpo está mareado con un rayo donde está
fida malìa para sentir tristeza
brillante


ELIZABETH DARYUSH





El bodegón


A través de la ventana abierta de la ventana, el cálido sol
ilumina la pulida mesa del desayuno, coloca
un cuenco de rosas carmesí, por ejemplo.
Un servicio de porcelana de Worcester, decorado
con un melón, melocotones, higos y pequeños panecillos calientes
en una servilleta. bastón de hadas de pan tostado,
mantequilla en hielo, alta cafetera de plata,
Y, colgado en una bandeja, la publicación de la mañana.

Ella viene por el césped, la joven heredera,
desde su paseo temprano en su jardín,
sintiendo que la vida es una mesa preparada para bendecir
sus delicados deseos con todo lo bueno.

Que incluso el futuro sin abrir se encuentra
como una carta de amor, llena de dulce sorpresa.


FLORBELA ESPANCA





Tu voz en la primavera



Manto de seda azul, el cielo se refleja 
Cuánta alegría en mi alma ir!
Tengo mis labios húmedos: toma  de la
flor y la miel que la vida nos promete!

Sinfónica de la luz de mi cuerpo no se repite 
el ritmo y el color de un beso ... incluso he aquí!
Es igual que el sol cae siempre las olas, 
sin la vista de los atardeceres es completa!

Mi color rosa pequeños pechos, 
si la granja o la celebración de su mano nerviosa, 
tienen la firmeza elástica de ciervos ... 

por tus besos, sensual, Flori!
Y almendro en flor, sólo ofrecen las ramas, 
sólo me exaltar y soy hermoso para usted! 



ILARIE VORONCA





A veces el silencio...



A veces el silencio es algo distinto a la ausencia del ruido.
No es una voz que calla o el final de una frase.
Es un ojo que mira fijamente y en su órbita
un mundo extraño y nuevo se constituye, toma forma.

¡Qué de cosas, qué de muchedumbres nos encantan!
Así ha debido ser antes de que naciera la palabra.
Una mirada calma. Un ojo que ve. Y el aire ilimitado
donde tierras, llamas, aguas, buscan un lugar para posarse.

Un huevo inmóvil pero en cuyo interior la vida
es más segura que el canto en un violín.
¿De qué color es el silencio? ¿Blanco o rojo?
¿Y a qué sentido apela pues desdeña al oído?

¡Ah! sobre el vientre de la mujer encinta no es el oído
el que hay que inclinar. Todo alrededor una aureola, una luz
que atraviesan los muros, que ligan al espacio
esta casa en que el silencio se transforma en el grito de un niño.

Al alba uno oye los mil ruidos imperceptibles
de la noche que huye: son los insectos que se apresuran
bajo la corteza de los árboles. Y los resplandores que vienen
                                                                              [hacia nosotros
como la savia hacia las frágiles fronteras de la hoja.
Pero en lo más alto de la noche cuando las estrellas estallan
y cuando sus fuegos se cruzan en la pupila del cielo,
nuevos universos nacen en el silencio
que está en nosotros y fuera de nosotros
como en dos vasos comunicantes.


Versión de Juan L. Ortiz



JOHN HAINES





Pequeño poema de polvo cósmico



Nube de polvo cósmico y gas en la constelación de Orión
De los escombros de estrellas moribundas,
esta lluvia de partículas
despojos húmedos con brillo …
Una ola de átomos apresurándose a volver a casa
colapso del gigante,
huésped inestable que no puede detenerse …
El corazón del sol enrojece y se expande
Su poderosa aspiración es eterna,
como la corteza de su sustancia
un día será hielo blanco.
En el campo resplandeciente de Orion
grandes cúmulos de estrellas en formación,
tal como vemos todas las noches,
ardiente e incansable hasta el final.
Alejándose del polvo frío
que nunca y siempre existe,
el silencio y los restos se acercan…
Este brazo, esta mano,
mi voz, su cara, este amor.



EVA STRITTMATTER





Autorretrato superficial 



Terriblemente cansada, a causa de la debilidad.
Casi desfallecida,
lo que mina el deseo de ser responsable.
Síntomas de una bajada de tensión.
Herida la columna por críticas provincianas.
Es decir, encorvada y no optimista.
Así de simple. Sin motivo, en realidad.
Que respira con pulmones y branquias:
un pez terrestre.
Un sol inmóvil: tú también, Bruto.