"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 27 de noviembre de 2022
JAVIER ESPAÑA
Galgódromo
sin fuga
No
incita el equilibrio
carnalidad más pura
que un galgo sin gruñir.
Se
prostituye en liebre,
en la búsqueda albina
del pubis al cerrojo.
¿Qué
signo ciego alude
su alarde sin final
o veste de ramera?
En
pos del fugitivo
deleite que se ignora,
se enturbia la osadía.
JULIO FÉLIX ROYANO
Con
la vergüenza II
Figlio
indiscreta della nota.
Memoria,
memoria incessante.
Giuseppe
Ungaretti
Memoria:
humo de tiempo,
Tiempo: leña emplumada
en el nido del fuego,
Ya
la pala te pesa…
Ya te pesa la pala
corazón fogonero.
MARÍA BARANDA
II
Los
niños suben la cuesta de sílabas perdidas
en sus ojos. Dicen la A
como una esperanza cierta, ciertísima.
Debajo de cada letra
hay un fino apunte
como un grito imaginario
–en el tiempo sin tiempo, nuestro tiempo–
en la hondura de las paredes blancas.
Los ojos.
Las paredes blancas son los ojos.
Las paredes blancas son un libro.
Sus líneas,
hondos pozos del tamaño de un cuervo.
Los
niños en el dibujo son niñas.
De: “Teoría de las niñas”
ANDREA CRESPO MADRID
Nombre
del padre: fallecido
un
nombre muerto comienza a parecerse
a otras palabras
no sabe durar doce días
ya no eres Juan Antonio, Juan Antonio
la asistente administrativa de la muerte la muerte misma
susurró tus nuevos grafemas
en este diccionario de desaparecidos:
camilla doce/estado crítico/parásito de sangre/proscrito de miel
……………..dentro de una vasija
papá o bacteria hambrienta de opiáceas
papá o ánfora de nardo muerto
(que en paz descanse él…)
(ya no querremos mencionar su nombre)
quiero morirme diciéndote Juan Antonio
después yo seré pobrecita/tú serás pie derecho violeta
seré cincuenta pastillas/tú serás ventana abierta
dame permiso
por última vez
para morirme con tu olvido en la boca
De:
“Tuétano”
CÉSAR TRUJILLO
Xxxxxx
Con
un líquido rosa acaricio su cuerpo. Su piel cae como la pera a la que la
desnuda una navaja. Sonríe al techo, como si en la oscuridad encontrara mis
palabras. «No tiene caso», dice, y un cúmulo de baba le escurre. Finjo reír
para hacer compañía a mi soledad.
De: “Al amor también lo devoró la luz”
MARGARITO CUÉLLAR
Poema para formar un río
a Jotamario de Cali
Con la saliva que gastaron mis enemigos
para injuriarme
construí un río
en el que navego por las noches
con sus novias o sus hermanas.
Con
las piedras que me lanzaron
construí la casa
en la que vivo como un rey.
Si las pedradas siguen
haré un condominio, lo venderé y seré rico
mientras ellos ejercen su derecho
a patalear de envidia.
Con
las balas que me tiraron
construí un árbol de pólvora:
al encenderlo se forma la vía láctea.
Con
las palabras que me arrojaron
escribí varios libros.
Cuando se dieron cuenta
que en vez de enemigos
eran mis mejores publicistas
exigieron regalías.
Agotado
su almacén
de palabras, balas, piedras
me declararon poeta nacional.
Yo
sigo
escribiendo poemas en servilletas,
de chulo por la calles
de una ciudad que ni siquiera es la mía.
Ahora
que están muertos
siento que algo me falta.
De:
“Para formar un río”
