domingo, 1 de octubre de 2017


JUAN JOSÉ MACÍAS




15



nada hay que deba hallarse

lo que hemos de encontrar
habremos de inferirlo del anhelo

lo que se busca crece
en los predios absolutos del quizá
ahí donde lo hallado pierde altura

sólo en lo que se busca
el deseo no encuentra agotamiento

  
De: “Deo volente”


MIGUEL FLORIANO

  


Mil formas de morirse hay cada día

A Ángel González,
in memoriam



Mil modos de morirse hay cada día.
Mil formas de morirse levemente.

Quizá la más tranquila sea dejarse
llevar por la visión de lo que fuiste
aquella noche entre mis brazos;
celebrar hoy la suerte frágil, el sereno
infortunio de ser solo memoria.
Porque es ahí, en el propio
recuerdo que revive
tu olvido, donde mora esa muerte.

Mil formas de morirse hay cada día.
Elijo la que tú me has enseñado.



ADOLFO BURRIEL




…con qué secreto...



…con qué secreto
a qué tibia antesala,

en qué aldea del aire las arañas
hilan la nada duradera…


De: "Colores desunidos"



ANDRÉS TRAPIELLO




En las lluviosas tardes de noviembre...



En las lluviosas tardes de noviembre
de pesadumbre llenas,
con un libro de románticas rimas
que habla de hojas secas
me siento a ver el fuego
junto a la chimenea.
En esas cortas tardes otoñales,
poca la luz de perla
en el salón, a solas, sin testigo,
las cosas se sombrean
con azulado tedio
de indefinible esencia.
¡Veladas de borroso calendario
y avara somnolencia,
de vacíos laureles y jardines,
agrias tardes eternas
que tienen del olvido
la misteriosa rueca!


De: "La vida fácil"



ARIEL MONTOYA




Diáspora
                                                                A Pablo Antonio Cuadra



Vi

a mis hermanos nicaragüenses,
a hombres de rompientes horizontes
en busca de esperanzas que gravitan en sus pechos,
a mujeres dulces con mares y enigmas esparcidos en sus días,
a mujeres dulces con mares y enigmas esparcidos en sus rostros,
contrabandear  con sus propias desgracias;
con lo prohibido,
con falsos documentos,
hospedados en hoteles de mala muerte
y bajo la tutela de los coyotes
en tránsito a los Estados Unidos.

Son inquietas y desdichadas personalidades comunes
tras el sueño galopante y necesario que despierta el país del norte,
la promisoria tierra de orgiásticas contradicciones y ensueños.

¿Qué gérmenes nos destruyen en silencio?
¿Qué mal estarán las cosas en mi país
que este rumbo los arrastra inciertos a la expectativa carnal de la
vida
o la muerte?
¿Es que a la Patria,
como a una muchacha prohibida,
nos es imposible acariciar?

¿Qué vacío ha de llenar sus esperanzas,
luego de ganadas las infranqueables fronteras?

Nos ha llovido sangre
y se han secado ya
los ríos de leche y miel que nos prometieron.


                                                                       Guatemala, 1987


De: “Perfil de la Hoguera”

VANESA PÉREZ-SAUQUILLO




Caía fatalmente en la trampa del teléfono
que como un abismo atrae los objetos que lo rodean
(Nicanor Parra)

éste es mi contestador automático.
Para herir, simplemente, marque 1.
Para contar mentiras que me crea, marque 2.
Para las confesiones trasnochadas, maque 4.
Para interpretaciones literarias
producto del alcohol, marque 6.
Para poemas, marque almohadilla.
Para cortar definitivamente la comunicación,
no marque nada, pero tampoco cuelgue,
titubee en el teléfono
(a ser posible durante varios meses)
hasta que note que voy abandonando el aparato
a intervalos de tiempo cada vez más largos.
No desespere. Aguante.
Espere a que sea yo la que se rinda.
Le evitará cualquier remordimiento.
Gracias.