jueves, 12 de agosto de 2021


 

RICARDO LABRA

 

 

Le gustaba contar la historia de su vida, con pocos pelos y muchas señales. La triste venganza de un secundario.

 

 

RODRIGO LOBO DAMASCENO

  

 

1.

 


la devastación capitalista
la cruda
las horas-extra
las noticias circulando en la sangre
hong kong
parada de autobús en la avenida paulista
dos conductores nordestinos: ovidio y dante
beirut al borde de la guerra
riquezas
colapsos financiaros
pinturas falsas y caras en las paredes blancas de los burgueses
poemas en sus bolsillos
el fin del mundo seguido de la supervivencia de los bancos
morir hecho mi padre: pobre y sin descanso

 

 

De: “Dos poemas del capitalismo tardío”

 

 

PABLO ROMAY

 

 

 

Espacio abierto

 


Subo, asciendo, remonto

salgo de espacios cerrados

me uno al cielo

siento el viento en la cara

observo las nubes

atravieso el horizonte inalcanzable

las siluetas de los edificios

los árboles manchas verdes

huelo la lluvia que se aproxima

escucho las palabras de los pájaros

como ondas de radio

los pensamientos del mundo llenan el espacio.

Surco el firmamento libre, puro, transparente.

Me muevo libre a través del cielo.

 

 

JAIME HUENÚN

  

 

Víctor Llanquilef empuja el bote ebrio al río de las canoas

 


Un coipo nada en el sol

y tú te recoges en el agua, silencioso.

Son tus orillas el berro y el junco,

y la ancha sombra de los sauces

el destino de tu sombra bajo el agua.

Un pez alza la luz sobre el remanso.

El destello es tu espíritu

que se hunde en lo profundo

                                                nuevamente.

 

De: “Ceremonias”

 

EDUARDO LLANOS MELUSSA

 

  


Medianoche


 

Yo no sé qué amo al ingresar a ti
mordiendo el nudo ciego que hacemos cada noche.
Acaso haya otro en mí que se me oculta
y te busca para prolongarse
y esto que llamo amor
no sea más que una campana oxidada,
ávida de tañer en no importa cuál oído.

Pero cuando te acercas tan suave y desnuda
y me rescatas de esta nube mental, de estas dudas inútiles,
ya no me importa ser o no ser amado,
sino aprender a amarte.

 

ENRIQUE WINTER

  

 

Exordio a soltar la cuerda

(tendencia a la afonía)

 


Y a estos ojos blancos, a echar la puerta abajo

a camionazos del Goliat.

A cincelar en la garganta bordes

del pasillo de rugby. Padre envuelto en banderas.

Dolor de cuello, afuera la lengua y balbuceos,

gringo proleta o vieja solterona

limando sus perfectos muebles. Flaco,

tendencia a la afonía y al bostezo.

A inflamar estas naves, las amígdalas

y las palabras graves. Modulación en falta.

Tendencia al yeso y a perder papeles,

al mal riego sanguíneo. A caerse en canales.

Perdimos nuestras fichas de ludo. Se atoraron

con dulces nuestras cuerdas. Y para este jueguito

del amor, nudos en la tráquea.