"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 22 de octubre de 2016
MARISOL VERA GUERRA
Epístola
diurna para Sylvia
es
curioso el ruidito de la cáscara al
desbaratarse
contra la cuchara ¡cras!
el
huevo emerge desnudo planeta
ovoide
tibio
al tacto
hormigueo
de cosas blancas
crujientes
como ramas
o una
tráquea recién talada igual que un árbol
pienso
en
Nicholas
péndulo sanguíneo
en
esa casa solitaria que siempre habitaste
aunque
hayas dejado abierta la llave
casi medio siglo atrás
ya se
sabe las mujeres
perdemos
a veces la cabeza
especialmente
cuando estamos solas en un país frío
con
dos niños plegados a nosotras como flores
y un
ramo de tulipanes secos encajados al rostro
te
apuesto
que
en la vieja cocina aún cantan ciertas aves sin plumaje
y que
algún hada madrina luctuosa
sirve
jarras de leche a los visitantes
¿ves
este ojo de nébula que nos retrata?
es el
hijo de Posidón maldiciendo a nadie
un
fantasma (sus abigarrados olores)
nos
reclama la distancia a ti y a mí tan
puras
tengo
un lustro más que tú
y
ningún
obituario
te confieso
lo
intenté dos veces
pero
mi vientre reventó sobre las olas
negro
arponeado por Cronos insaciable
llegué
tarde a ti ya eras la novia hecha cenizas
bárbara
urna de barro ¡mira!
ellas vienen
a rodear tu lecho (abejas y damiselas por igual)
¿es
lo que esperabas?
se
apiñan parlanchinas
dicen
hagamos una gran explosión
cortémonos
el cuello
se
visten para el funeral galopando
hacia
el cuerpo deshabitado
que
oscila del techo ¿pensaste eso al
besar
su frente en la madrugada?
no te
preocupes por Ted
el
duelo y el tarot se le dan bien
preocúpate
por ese niño que cuelga del tapanco
yo
tengo los míos
erré
mi vocación
terrible sin gracia
confundí
miligramos con metros
en la
profundidad del Atlántico
no soy como tú
ni
como ese dios que espolvorea confeti en el vacío
soy
trivial y testaruda una chica malcriada que pela huevos duros
en el
fregadero
mientras
sus hijos juegan
lejos
de las sogas lo juro lejos de las sogas
ANA CRISTINA CESAR
No
estás muriendo dulzura.
Así como dije: de aquí a diez años estaré de vuelta.
Certeza de que un día nos reencontramos.
Dulzura, no estás muriendo.
Barca engalanada a pique,
pero fija: dulzura, no ahogues.
Así como dije: de aquí a diez años estaré de vuelta.
Certeza de que un día nos reencontramos.
Dulzura, no estás muriendo.
Barca engalanada a pique,
pero fija: dulzura, no ahogues.
De: "Guantes de gamuza y otros
poemas"
Versión de Teresa Arijón y Sandra Almeida
LORE MÉNDEZ
Cositas
dulces al oído
A
Frank
Me
saco cinco minutos
los
auriculares
solo
para escucharte
decir:
“¡Mariposa
rosa!
sos
la pantera afro
de
esta sucia fosa,
tus
pómulos
de
esplendorosa
capturan
el flow
de mi
jeringosa,
sos
la mina
más
bonita
de los
prados
de
Marosa,
el
deleite de
mis
sienes,
los
calibrados
disparos
de mi
cartuchera
deliciosa,
negra
atrevida
mulata
hermosa
preciosa
suicida
gata
lasciva
poeta
pícara mafiosa”
mientras
te escucho tocar entero
el
pentagrama,
sufro
un shock de glucosa
me
enfermo de diabetes
lamiendo
los últimos granos
de tu
azúcar en prosa.
Sueño
que huyo,
que
derivo en malcarada
anguila
pasmada, espantosa,
que
hago jumping
de 2
a 4,
que
me olvido
de
sujetar la punta
de tu
cadencia resbalosa.
Me
cuelgo
me
repliego
me
despliego
me
hacino.
Quiero
gritarte mi verdad:
No
soporto el estribillo
ni la
fritura del track
¡por
favor dame variedad!
¡cantame
otra cosa!
Si yo
dejé de creer en golosinas
aquella
noche calurosa,
cuando
mi oreja de Willie The Pimp
se
hizo mujer
e
impúdica desaforada
le
entregó el cuello
y la
mística rosa.
*
RICARDO RUBIO
Resplandores
Ves
que la noche esparce sus carbones
y sientes la piel de un roce en los recuerdos.
Imaginas los dedos revisando ebrios la negrura
y en la insensatez del alma tu esperanza estalla.
La boca y los ojos se unen en la soledad
que siempre es una
ahondando el sabor que acuna la tristeza.
Brillan atónitas las uñas
y el dolor no se desdice.
Sólo tiempo en el tiempo,
diminutas huellas
que se hunden para siempre entre los meses;
arcano temor:
destino de tren antiguo
derramando un largo grito por el aire.
y sientes la piel de un roce en los recuerdos.
Imaginas los dedos revisando ebrios la negrura
y en la insensatez del alma tu esperanza estalla.
La boca y los ojos se unen en la soledad
que siempre es una
ahondando el sabor que acuna la tristeza.
Brillan atónitas las uñas
y el dolor no se desdice.
Sólo tiempo en el tiempo,
diminutas huellas
que se hunden para siempre entre los meses;
arcano temor:
destino de tren antiguo
derramando un largo grito por el aire.
DANIEL MEDINA ROSADO
Rezos
No
hemos parado de rezar.
En
esencia,
hemos
inhalado la furia
de un
relámpago.
CARLOS APREA
Conociendo
gente se viaja
A no desesperar,
conociendo gente se viaja.
Resulta más barato, soporta
cualquier crisis,
evita pandemias y pestes planetarias,
y te ahorra lidiar con las fobias
del transporte.
Hay un solo detalle, sin embargo,
que puede arruinar todo:
si alguien viaja contigo, te conocerá.
conociendo gente se viaja.
Resulta más barato, soporta
cualquier crisis,
evita pandemias y pestes planetarias,
y te ahorra lidiar con las fobias
del transporte.
Hay un solo detalle, sin embargo,
que puede arruinar todo:
si alguien viaja contigo, te conocerá.
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