Cositas
dulces al oído
A
Frank
Me
saco cinco minutos
los
auriculares
solo
para escucharte
decir:
“¡Mariposa
rosa!
sos
la pantera afro
de
esta sucia fosa,
tus
pómulos
de
esplendorosa
capturan
el flow
de mi
jeringosa,
sos
la mina
más
bonita
de los
prados
de
Marosa,
el
deleite de
mis
sienes,
los
calibrados
disparos
de mi
cartuchera
deliciosa,
negra
atrevida
mulata
hermosa
preciosa
suicida
gata
lasciva
poeta
pícara mafiosa”
mientras
te escucho tocar entero
el
pentagrama,
sufro
un shock de glucosa
me
enfermo de diabetes
lamiendo
los últimos granos
de tu
azúcar en prosa.
Sueño
que huyo,
que
derivo en malcarada
anguila
pasmada, espantosa,
que
hago jumping
de 2
a 4,
que
me olvido
de
sujetar la punta
de tu
cadencia resbalosa.
Me
cuelgo
me
repliego
me
despliego
me
hacino.
Quiero
gritarte mi verdad:
No
soporto el estribillo
ni la
fritura del track
¡por
favor dame variedad!
¡cantame
otra cosa!
Si yo
dejé de creer en golosinas
aquella
noche calurosa,
cuando
mi oreja de Willie The Pimp
se
hizo mujer
e
impúdica desaforada
le
entregó el cuello
y la
mística rosa.
*
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