lunes, 21 de agosto de 2017


PIEDAD BONNETT




Abismos



Porque eres ave que girando en rebeldía
desafía la bruma
                                     la ardua noche
haciéndola más honda y más oscura
y más inmenso el mar
                                     porque eres nave y náufrago a la vez
                                     sin velas y sin anclas
                                     solitario
                                     profanador de todos los confines
potro de sombras desbocado y dulce
para la libertad
                                     y el cielo galopante
hecho de vientos y hecho de huracanes
y sin embargo calmo como el agua
de misteriosos y profundos lagos
                                     porque extraviado pero indiferente
                                     como un rey agraviado deambulas
                                     por los caminos de un imperio en ruinas
                                     porque eres un reloj sin manecillas
                                     un bello loto sobre los pantanos
porque te vi sonriendo en tus orillas
                    cayendo voy
                    errática y ardida
en tus oscuros mundos abismales.


De: "Círculo y Ceniza"


FERNANDO CHARRY LARA


  

El exilio



El hombre entristecido mira
caer vehemente la luz a su ventana:
distraído contempla la distancia
de espumas como olas, lejanías.

Leves despiertan a su nostalgia
los reflejos de otros días,
y es ocio y congoja de una tarde
por gracia de este cielo,
que a su imagen
es mar azul, playas doradas, islas,
regresar desde la claridad de unas nubes
en el desmayo ávido del instante
hacia la antigua soledad remota.

Mas no puede la frente melancólica
soñar con esperanza sus recuerdos.
Volver a la tierra perdida
sería también deslumbramiento amargo:
un sol ajeno se levanta
como espada en mano enemiga.
Y su deseo es apenas
la pasión lánguida de la adolescencia en olvido,
un indolente jardín o una calle,
su deseo es apenas un aire,
si nocturno, de borrosas estrellas,
si de fulgor o nieve,
si de sol sangriento en el ocaso.

Sin testigo,
la obscuridad del rostro en los cristales,
bajo la luz que anochece punzante a la ventana
sus miradas entonces se obstinan,
frías, tenaces de silencio,
más allá,
entre vagas nubes o mares.

Puñal siempre en el pecho es la memoria.
Callar consuelo ha sido.
Mejor será
morir secretamente a solas.


De: "Los adioses"


MARCELO DANIEL FERRER




Luna mensajera



Luna:
Cuando llenes el horizonte
De tu faz iluminada...
Búscala a ella,
Dile que la amaba.

Que cada noche
En el campo la esperaba
Para adorar la belleza,
Que toda de ella,
Tú bronceabas.

Dile, luna mía,
Que no hay suspiros
Ni gemidos, ni sabores,
Que han perdido
Aroma las flores,
Y que es fango nuestro lecho
De pastizales hecho
Bajo el infinito techo
De tu presencia glamorosa.

Luna, ve dile
Que bajo la diáspora de las estrellas,
Entre constelaciones de luciérnagas
Y rocío de cometas,
Donde centellea lumínico
Tu nocturno amanecer, aún la espero
Velando su recuerdo,
Deseándola con todo mi ser.

Dile,
Que le perdono la ausencia
Y la perfidia
Y la huida en el silencio de los grillos...
Haz que vuelva
Para aromatizar los gemidos,
Que vuelva
Para iluminarse junto a mí
Bajo tu celestial brillo.



RAMÓN VALDEZ




Ronda para Malva



Esa niña, aquella, de los ojos claros,
La que llaman Malva,
La de pies desnudos, y a veces sangrando,
No tiene apellido.

Entre los cartones donde ella ha nacido
Nunca sobra nada,
Y menos monedas para un colectivo,
Y no la anotaron.

Su madre
Su madre ha buscado,
Entre los recuerdos,
Unos ojos claros,
Unos ojos claros o algo parecido.

Pero tan oscuro siempre fue el amor.
Sólo por las noches se le han acercado
Siempre atropellados
Pidiendo el favor,
Y luego se fueron
Como habían llegado,
Siempre apresurados,
Sin decir adiós.


Y esa niña, aquella,
La que llaman Malva,
La de pies desnudos y sin apellido,
A todos nos mira, como preguntando:
¿Estos ojos claros,
Estos ojos claros
De dónde
Han venido?



JUAN CARLOS SUÑEN





Y ladra dueño
a la que da a la calle.
Despierta al del sofá.

Sólo han sido dos días y dos noches
cuando el pelo sudado y la lengua inservible
no son forma de abrir. Nadie ha venido
pero tiene la leche
nueva y el pan del día
sobre la mesa, el que asoma
de lado deshaciendo
sus ojos ha esperado
más de lo que es prudente.
Que no es nada,
de lo que lleva envuelto
en papel de periódico, le dice.
Tuerce cada
palabra, yo el que escribe
en las tapias. Le pone
eso en las manos frío
y pegajoso y húmedo y se lleva
el índice a la frente. Truchas, fácil
con el verbasco, ha dicho.


De "El hombro izquierdo"


EDITH SÖDERGRAN




Espuma



Bebemos la espumosa
champaña de la vida,
leves como espuma,
diáfanos,
corazones de champaña...

Ojos de champaña -
promesas te guiña el cielo.

Pies de champaña -
sigan las estrellas.

Espíritus de champaña.
¡la copa se entusiasma en su mano!


Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen