viernes, 2 de mayo de 2014

ANA ILCE GÓMEZ


 
 

Esa antigua luz

 
 

Escarabajos cenitales brillan

sobre las ramas del guayabo. No sé cómo

llegaron ni cuándo se adueñaron de la tarde.

Esa gota de lluvia entre las hojas

tampoco estaba allí, o tal vez siempre ha estado

y a lo mejor es antigua esa luz

y soy yo la que acaba

de nacer al

misterio.

 

 

EDWIN YLLESCAS


 

 

Es fuga, disparate

 
 
 

Amo la claustromanía de estas líneas.

Recorro sus paredes.

Semilla dentro del fruto

adoro el encierro de mis prisiones.

Teñirlas de color cualquiera,

desteñir su olvido y soledad

es fuga,

disparate que por una mujer

mis manos no emprenderán jamás.

 

 

JORGE EDUARDO ARELLANO


 
 

Ceniza de un fuego

 
 

Sólo soy ceniza de un fuego que has apagado.

 

Nada puedo pensar si no lo deseas.

Nada puedo planear sin tu permiso.

Mi fuerza es la que tú me das.

Mis ideas son las que me has transmitido.

Hablo porque has abierto mi boca.

Nada conozco sino a través de ti:

Vientre de luz, manantial celeste, gracia plena.

Eres mi guardián sin reposo.

Tú me liberas de las Tinieblas.

Tú me eximes de la Impiedad.

Tú me salvas de la Ira.

Vientre, manantial, gracia, guardián.

 

Yo, tu hijo sumiso.

Yo, tu carne contigua.

Yo, la senda de tu alma.

Tu esclavo, tu esposo

FANOR TÉLLEZ



 

After the Mardi Grass

 
 

Las grandes filas a cada lado de la calle

alzando las manos para recibir los collares

que lanzan exóticas damas desde las carrozas.

La explosión de colores.

Luego las bandas de música,

las bandas de guerra.

las palillonas marchando a pasos graciosísimos.

Lindas, sonriendo...

Pero todo ha terminado

y sólo quedan grupos yéndose

o dispersos esperando autobuses

o tranvías.

 

Sólo latas vacías de cerveza,

botellas vacías de bourbón,

vasos de cartón aplastados,

bolsas de papel,

servilletas

en las cunetas

chivas, cuentas de baratijas

y un tiempo gris-sucio

espeso

lento como un blue

y una depresión

y los oídos sonando a grillos

y pies cansados

para preguntar

dónde se toma el autobús que va a San Charles.

 

 

 

MARIO SANTOS


 

 

Son los muchachos

 


Mis hermanos esta noche ya volvieron

Mis hermanos ya están a nuestro lado

Entraron a la casa escondidos de la luna

Y mañana el viento sur

les soplará sus cabellos

y el viento norte llorará al no verlos

Han vuelto mis hermanos

Y aunque la montaña los reclame con sus rifles

los labios de mi mamá vuelven a ser como flor

y en sus ojos hay un brillo de vidrio de color

El retorno de mis hermanos

alivia el vacío de nuestra casa

y borra pesadillas en el sueño de mi mamá

Han vuelto mis hermanos

Y me han cargado en sus hombros

y he sentido en sus barbas el olor de los montes

y les he sacado de sus ropas migaja de pan

y bastantes pedacitos de hojas secas.

 

FRANCISCO SANTOS

 

 

Norma



 

No copié a tiempo

el poema

El poema

que pensaba cuando

venía en el bus

pero creo que era

algo que se acomodara

a tu cara

a tu mirada

al trajín

del ir y venir

de mesa en mesa

sirviendo el café o la

cerveza

de obedecer al grito de

¡Norma!

o al ¡Ve!

o a la palmada

y a tu gracia del

¡Ya va!