martes, 7 de septiembre de 2021


 

CARLOS DARIEL

 


 

aguardo el tren
una bella a mi lado
también espera

ROBERTO MALATESTA

 


 

Cae la lluvia sobre el techo de zing

 


Cae la lluvia sobre el techo de zinc,
cae desde muy alto: las chapas
protegen más que el cemento denso.
Si alguna gotera se revela
y filtra su fría perla persistente,
qué tenemos allí:
es sabido:
ninguna perfección se ha dejado ver
sobre la tierra,
no obstante, acaso
esa arrasadora música sobre nuestras cabezas
como coro de ángeles.


DAVID BUSTOS

 

  

 

12

 


Las nominaciones de la espera

y el color indefinido

del pensamiento. Crece

en los contornos la fisura

de los brazos amarrados

a la espalda.

El secreto del fuego

es una vena encendida en el cuello.

 

De: “Dos cubos de azúcar”

 

JAIME SABINES

 

 

 

Casida de la tentadora

 


Todos te desean pero ninguno te ama.

Nadie puede quererte, serpiente,

porque no tienes amor,

porque estás seca como la paja seca

y no das fruto.

Tienes el alma como la piel de los viejos.

Resígnate. No puedes hacer más

sino encender las manos de los hombres

y seducirlos con las promesas de tu cuerpo.

Alégrate. En esa profesión del deseo

nadie como tú para simular inocencia

y para hechizar con tus ojos inmensos.

 

HOMERO PUMEROL

 

  

 

Bajo sombras

 

 

Sombra de flamboyant que me anida,
un reguero de palomas vuela dentro de ti,
corazones destrozados pasean mascotas,
muchachas obesas leen periódicos viejos
para espantar las ganas de nadar hasta New York.

-Yo solía tocar trompeta en este parque,
ahora muchas gordas con fajas
dan vueltas a la cuadra,
y muchísimas viejas y palomas
observan y cantan en la sombra.

-El llega, es una lotería, pero él llega,
de una vez pone a todo el mundo a bailar.

-Es verdad, es verdad,
el año pasado trajo a un pollito bien rastrero.

-A mí me regaló un aguacate.

-Yo no voy a permitir que se vea el dulce de berenjena,
además hay fresas y mermeladas.

-Ah, pero es un manjar, apúntame sí,
que ya ‘toy jarta del hambre.

-Yo creía que las palomas no tenían memoria,
pero sólo al verme vuelan todas espantadas,
y eso, que ando sin trompeta.

Cada vez que alguien pregunta ¿qué? batean un motor.

 

PETER RILEY

 

 

 

Miércoles

 


Frente grande, mirada gacha,
testa en alto, labios carnosos,
dolor interior, que nunca muere, de esto,
reina de esto.