miércoles, 27 de noviembre de 2013


JOSÉ LEZAMA LIMA




Madrigal



El tallo de una rosa se ha encolerizado con las avispas
que impedían que su cintura fuese y viniese con las mareas
cuando estaba tan tranquila en las graderías de un templo
y un marinero llamado por la palabra marea
se ha unido la los clamores de alfileres sin sueño
y le ha dado un fuerte pellizco al tallo de una rosa
lo que no merecía lo que no alcanzaba en su sonrisa
en su cítara en su respiración tornasolada
la cólera de un marinero
mil manos que se alzaban en el remedo de un beso
en esta pirámide de besos
para que en lo alto más despacio más pañuelo más señorita
una rosa una rosa
que no puede aislar ni unas cuantas avispas encolerizadas
que la han vencido que se le han: pegado tenazmente a los flancos
y ya son ramita entre dos recuerdos.

Desconchamiento de lunas que no vienen
sus escamas de otoño
pero el niño que se ha quedado detenido
frente a los encantamientos
de un caballo blanco
se apresura en su dulce memoria de lunares
a evocar sus regalos para ingresar en la nieve
entre dos recuerdos de aire pulsado entre dos conchas
que recorren un hilo de sienes de sien a sien
como entre dos recuerdos
un dedo besado atormentado desnudado
una muchedumbre de Perseos enlunados
que esperan a los más crecidos cazadores de medianoche
porque ha llegado el día que no se alcanza
con media docena de cítaras
redondas espinas siempre festón de nieve enhebrado
que se adelantan con la crecida del aire
de dos conchas entre dos recuerdos
entrecortados silbidos en las graderías de un templo
hasta el instante en que es la sangre de hoy
hojas del recuerdo en las ventanas de las joyerías
ojos que miran cómodamente la avispa
mordiendo el tallo de una rosa
para negártelo en el aire guante fronda lenta flauta
la misma rosa que ha inclinado su frente para recoger tu pañuelo
y esconderlo hasta que pasen los cazadores de medianoche.



LEONEL LICEA



  
Puntos de vista



“A través”, es un modo de ver,
de penetrar el árbol con palabras
que diluvian y lloran en la noche.
Dejar en buena vista las llamas,
los invisibles fuegos que alejan
la esperanza de ser trueno
y caer en ti:
___________espacio eterno y mar.
La elegía que rompe y cruza
el vítreo espasmo del cristal,
el espejo que dona solamente el vacío,
la fábula de luz inmóvil del jardín
hecho con verbos consumados
y perennes inquietudes.


“A través”, es la transparente hora
que conjuga poemas más allá del amor,
el diálogo del alma en movimiento,
el migratorio instinto de llegar,
dejar la sangre en las barreras
que caen a nuestro paso.
Andar a la deriva después de las mil noches.
Abandonar mis ojos al beso en tu mirada.
“A través”, es llegar a tu cuerpo
fundirme en él sin ser lampo
___________espada o tiempo
y saborear tu piel hecha soneto.

MIREISY GARCÍA ROJAS





Sin nombre



Si me descubres una noche
agazapada
en un rincón del parque,
bajo el consuelo de una farola mustia,
sin apenas silueta para un retrato,
con la cabeza reclinada sobre las rodillas,
siéntate a la izquierda,
deja que tus dedos conversen con mi espalda,
desmiente a los que te unen a los menguados
y dame con tu voz un beso en el silencio
que me circunda.
Yo sabré conducir mis pies hacia ti
otra noche de parques
cuando mi cuerpo vuelva a ocupar el sitio de mi sombra.


SERGIO GARCÍA ZAMORA




La chelista en el lobby del hotel


Frente a ella pasan las familias de Europa:
un matrimonio demasiado joven
como su propio matrimonio;
una pareja gay; un club de jubilados.

Ahora mismo, ciertas relaciones, ciertos asuntos
que la gente insiste en llamar personales,
sobreviven gracias a la música.

No la desampares pues, noche de la patria,
cuando vuelva por la calle junto al mar
cargando el instrumento, cargando una isla.

Mientras sus familiares duermen en otra ciudad,
déjala saber que para ellos ha tocado.
Solo para ellos.


DANIELA DÍAZ ÁLVAREZ




Atolladero



I

Nunca me han gustado los payasos
con su desagradable abnegación.
Mi culpa es la montaña rusa
que entrena al héroe de la fiesta.

Nunca conocí a Noé. Todos los hombres
matan alguna vez. Máscara de pobre.

Siempre odié a los payasos.
Falsos profetas de la risa.
Psicólogos estrechos,
vidas al revés.

II

Descifré la filosofía del ego.
Quiero ser fotógrafa,
Emigrar hacia la reputación de las palabras
una y otra vez.

Creo que Noé era fotógrafo.
Noé también se suicidó.
Eliminó los años de las nubes.
Fue un payaso.

Mi corazón no puede mentirme,
pretendo ser fotógrafa
no quiero ser payaso.


CARLOS PINTADO




Divagaciones



A qué dudar si existe en esta
vida otra vida que igual nos complaciera.
¿Quién nos dará el oro, aunque quisiera?
¿Quién los misterios a los que convida

el tiempo a seguir? ¿Quién las maravillas
que son siete o son ocho nombrar puede?
Yo quiero ver la gloria cuando quede
sólo un hombre soñando pesadillas.

¿Quién seré yo en la noche de las noches?
¿Una sombra o un hombre, quizá espejo,
un río, una rosa o un reflejo?

¿Quién seré yo en la noche de las noches?
¿Alguien que dice si otra vida es vida,
de qué muerte mi muerte es concebida?