martes, 22 de octubre de 2019


ARTURO CAPDEVILA





In memoriam



Madre del alma, madre: Es la hora en que pienso
las cosas más amargas. De par en par abierto
está el ensobrecido palacio del recuerdo.

Por las desiertas salas, bajo los sacros techos,
la vieja pompa es humo; toda la casa, un hueco;
y en el hogar, tú sabes, que es ya ceniza el fuego.

Así es la vida: polvo. Menos que polvo: viento.
Menos que viento: sombra. Menos que sobra: un eco.
Acaso un eco inútil. ¡O todavía menos!

¿Qué me quedó siquiera de tus sagrados besos?
¿Qué me quedó de aquellas caricias de otro tiempo?
Polvo en la frente... ¡Vana ceniza entre los dedos!

¿Qué me quedó siquiera de tus postreros besos?
Contigo se callaron. Contigo se durmieron.
—También los enterramos, dirá el sepulturero.

Por el callado alcázar de mi recuerdo, yerro.
Contémplanme las quietas cariátides de yeso,
y hay una que interroga: —¿Qué quiere acá, ese muerto?



MIRON BIAŁOSZEWSKI





A través del vidrio



Abajo resplandece la plaza
la calle ofrece su visión
llega, continua, prende luces:
primera, segunda, tercera,
se desvía
los tranvías se desvían,
no se ven traviesas
cruzan
un parque
alguien camina
con su cabeza
por atrás de blanco
este niño en los brazos
de blanco
al lado
construyen
detallitos
detallitos
resumiendo: yo —de pie—
en la ventana —a tientas—
faltan para las seis ¿sobre qué fondo?
―espero—
―como si me hubieran pintado—



MICHELANGELO COVIELLO





Moll



1.

Es este un testimonio
de una edad bienaventurada en la cual para mi regocijo
del canto dulce de los pajarillos
el trino arriba abajo de la rosa
la voz es temblorosa pero no la escritura
de esto escualidísimo y al mismo tiempo humilde
la voz mala levanta del suelo recoge fragmentos
pero sólo los fragmentos pedacitos
es éste un testimonio
de quien lee con densa relación
con algún desprecio algún suspirote
es la voz de valor afectivo
de un viejo zapatón desconsuelo estupor
distraerse también dormir apagar la voz
de vez en cuando también la alegría pero no el acto
testimonio sobajamiento arpegio

era un día hermoso surgía el sol pirata
estaba el prado estaba la mierda el prado verdemierda
se desgañitaba el ruiseñor con la garganta desgarrada
saltaba la rama hinchada por el buey dos veces violada

raros lejanos objetos hilo de hierba mórbido de hierba
quisiera que el tiempo quisiera de nuevo de pequeñito
como plata maravilla como oro en la boca
ten cuidado de ti amigo pequeño mío sensible
otra vez dos suspende detén toda actividad
la música no es el arte de los sonidos es el arte de los
buenos
cantaré de ti él mi frente a la tevé
mostraré a cabeza erguida el amor mi defecto
con el libro al pecho estrecho estrecho mariú
no soy perfecto ser estoy en la cama balbuceo
piel milagro muñeca mía de los ojos azules
pareces un recién nacido el aspecto elegante refinado
caminas duermes lloras tu cabeza irrompible
lo demás es indiferente casi todo literario mariú

hablar hablar hablar cada vez más urgente
sin tomar en ello más que el movimiento mismo
límpido como un riachuelo es más riachuelo de mayo
a esto no le detengan el curso
al menos el de él gritando al menos salven el suyo
naturaleza miedo certidumbre que no dura
es éste un testimonio
del falso fruto dulzón
y no combatido tampoco jodido
él está vacío alternado sin guía
acabó arrollado por espanto instintivo
cayó como muerto cayó
como hoja al viento calzonazos en cambio
no creas en chingaderas
esperamos la situación está loca
a mi miguel con afecto milán si papá de elisa


2.

lo segundo es precisamente esto que se oye
deseando su significación en absoluto
también es lengua hablada apreciar
extinguida toda traza del fantasear
sin traicionar ningún amor por la novedad
los descubrimientos de la escritura ritmo de composición
sin juego sin agitarse gran cosa
que se pueda tomar en cambio por una tarea
por un cierto embarazo en manifestarlo
nadie se fatigue hablándonos
sin recato en la mirada en el discurso
naturalmente es asunto nuestro la forma
lección apreciable

Para qué me hablo digo y no respondo
para qué me pongo en marcha sin contorno
el corazón el culo todo nada es porno
yo que por mí de amor difundido el mundo
en esta obrita se espera entre huellas de humores
ya vividos en el pescozón al teléfono
la sala de espera el salón de té tazas parejas
aire frío y tierra seca
el mar el húmedo puro mundo
dialéctico objeto teórico amigo polémico
mismo diálogo con mansa obstinación
no exento de color de peso de golpes violentos
de forcejeos de hurtos de luchas de clases
sustancia viva y orgánica el mundo lleno de errores
chismoso
querémoslo siempre suprime toda diversidad
curar regañar
vuelve a entrar de corrido la vocal dejada caer
oh apenas perceptible mundo
bésame bésame boca
murió me dicen todo pasa

yo soy en principio el fin en mí todo está descompuesto
yo gallo yo astuto yo primero señor del rayo
de toda cosa primer autor gran jefe muy rebelde
circundado por dineros todocabeza todoaguante
en los confines de la tierra único temible
en busca de amigos espero respuesta considérenlo
a este punto
sin decir lo nebuloso de las cosas ya vistas
las desviaciones de amor las incertidumbres
los emocionantes extravíos lentos lentos
ojos profundos tus ojos en el espejo
yo soy mío repites y los truncamientos
son uvas
y los pasos falsos los desequilibrios
las mortificaciones de todo género
sin decir de la niñez de la belleza
del espíritu guerrero que adentro se me escapa
hablar de mí sin mí si bien bien bien
alto frágil made in italy empapado.



ÁLVARO CUNQUEIRO





Poema 2



A la cama le habían crecido infinitamente los pies.

-Ella alzó una mano para alcanzar aquella línea de
arco que se tronzó de ojos contra los suyos
y hubo un instante melancólico que llegó hasta las
pestañas de él con una frialdad inocente de descampado.

A la mañana le había venido de muy remotamente lejos
una gracia sutil de microscopio.

-Él imaginaba una luz anónima
que supiese contar cómo pasó el talle de ella
al lado del vidrio de su recuerdo incauto.


De: "Poemas do si e non" 1933

Versión de Vicente Araguas


ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN





Arribada



¿Quién habla de una fácil travesía?
Las noches se poblaban de sirenas,
de cuartos donde ardía la revuelta,
de exilios que a tu cuerpo devastaron.
Mi amor fuerte, mi amor loco y profético
con vestidos que el puro azar cosía
y que eran desflecados por la bruma
entre las carcajadas reprimidas
de una Europa siniestra y satisfecha.
Son muchos los agravios, risueña. Pero algo
desatado y veloz, a mí te trajo a flote,
indemne, victoriosa, con el floral tesoro
de tu ternura oceánica, de tus ojos de miel.
Y en la tranquila tarde de este día de mayo
cruzas serenamente por tu sueño y yo velo,
mientras pasan los lentos veleros de la música,
tu tos de fumadora y tu jersey grandón.


De: "El centro inaccesible"


ROBERT FROST


  


El camino no elegido



Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.


Versión de Agustí Bartra