Ave fénix
“El hombre que se
levanta es aún más fuerte que el que no ha caído”
Viktor Frank
De a
poco
Del
cigarro que sostienen mis dedos
Cae
las cenizas
El
viento las esparcirá
Por
el espacio infinito
Sin
posibilidad de nada
"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
Ave fénix
“El hombre que se
levanta es aún más fuerte que el que no ha caído”
Viktor Frank
De a
poco
Del
cigarro que sostienen mis dedos
Cae
las cenizas
El
viento las esparcirá
Por
el espacio infinito
Sin
posibilidad de nada
Midrash
¿Para
qué sirve el silencio
si
no es para que canten
las
aves?
¿Para
qué sirven las aves
si
para su canto no hay
mañana?
¿Para
qué sirve el mañana
si
no es para sentirnos
más
solos?
¿Para
qué sirve estar solos
si
no podemos amarnos
de
nuevo?
Boca de llanto, me llaman...
Boca
de llanto, me llaman
tus
pupilas negras,
me
reclaman. Tus labios
sin
ti me besan.
¡Cómo
has podido tener
la
misma mirada negra
con
esos ojos
que
ahora llevas!
Sonreíste.
¡Qué silencio,
qué
falta de fiesta!
¡Cómo
me puse a buscarte
en
tu sonrisa, cabeza
de
tierra,
labios
de tristeza!
No
lloras, no llorarías
aunque
quisieras;
tienes
el rostro apagado
de
las ciegas.
Puedes
reír. Yo te dejo
reír,
aunque no puedas.
El papagayo
El
papagayo verde y amarillo,
el papagayo verde y azafrán,
me dijo «fea» con su habla gangosa
y con su pico que es de Satanás.
Yo no soy fea, que si fuese fea,
fea es mi madre parecida al sol,
fea la luz en que mira mi madre
y feo el viento en que pone su voz,
y fea el agua en que cae su cuerpo
y feo el mundo y Él que lo crió...
El papagayo verde y amarillo,
el papagayo verde y tornasol,
me dijo «fea» porque no ha comido
y el pan con vino se lo llevo yo,
que ya me voy cansando de mirarlo
siempre colgado y siempre tornasol...
O.
Todo
el año es invierno junto a ti,
Rey Midas de la nieve.
Huyó la golondrina escondida
en el pelo.
La lengua no produjo más ríos
atravesando catedrales ni eucaliptos
en las torres.
Huyó por la rendija la ola azul
en cuyo centro se mecía la paloma.
El
cielo blanco bajó para ahogar
a los árboles.
El lecho es el glaciar que devora
los sueños.
Surgió el puñal de hielo
para cercenar minuciosamente
la pequeña belleza que defiendo.
El
sol se aleja cada día más
de mi órbita.
Sólo hay invierno junto a ti,
amigo.
18 de enero de 1955
Full de reinas
Por
la simple fricción de las palabras
se llega al éxtasis.
En ésta, mi primera relación con el texto,
textualmente me revuelco en el lenguaje.
Entreabro los labios para decir 'esta boca es mía',
pero no sé si soy yo la que por esta boca está hablando.
No importa que nadie me recuerde en este último día
tan parecido al siguiente.
Algo que no es la rosa de otros días
fluye entre los muslos,
desangra para siempre entre los labios
la rosa que no vuelve.