"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 15 de junio de 2018
IRENE SÁNCHEZ CARRÓN
Carpe Diem para un amante indeciso
Tómame ahora que aún es temprano
Juana de Ibarbourou
No entiendo tus palabras
ni los goces que ofreces
siempre para más tarde,
siempre un poco más lejos,
como una cena fría
tras el castigo impuesto.
Sólo sé dar razón de aquí,
de este momento,
de tus labios frutales
saliendo del invierno,
de mis manos hambrientas
rebuscando en el fuego,
del sabor de tu espalda
cuando empieza el deshielo.
Gocemos todo aquí,
si puede ser ahora,
lo presente y concreto,
lo seguro y lo cierto,
los placeres del alma
con el cuerpo.
No entiendo tu lenguaje
de promesas al viento.
Sólo quiero saber:
¿te quedarás más tiempo?
De: "Ningún mensaje nuevo"
LEIDY BIBIANA BERNAL
Alejandría
La ciudad que se
sirvió de nosotros (…)
que nos envolvió en
conflictos que eran suyos y
creíamos
equivocadamente nuestros.
Justine – Cuarteto de Alejandría
Por sus calles de mujer desolada,
en
atardeceres extraviados,
asciende
el vaho de los días.
Moldea
a sus hijos de barro
con
luces mortecinas.
Sus
lluvias se empozan
en los
ojos de los hombres.
Lágrimas
ocres tiñen el aire.
El
tiempo se pudre en los puertos.
Todo lo
sabe de quienes anidan en sus entrañas.
Revela
su voz en los balbuceos de sus fantasmas.
Se
canta a destiempo con los ausentes.
Hiere
las sombras del mediodía.
Cura a
los moribundos de la media noche.
“Huele
a sudor a jazmín a fruta podrida”.
Se
edifica sobre el deseo de quienes
nacen y
mueren, aman y odian,
entre su penumbra y su miseria.
PERE QUART
Ya es hora de que se sepa
Pido la palabra previa.
Quiero decir -¡y que de una vez se sepa! -
que yo soy Yo,
que soy el Centro,
y el Árbitro.
Que todos vosotros, todos,
-dandose bien las cosas-
sois mis coterráneos:
parientes, vecinos, acreedores míos,
prójimos míos propiamente dicho;
que todos los demás, todos,
buenos y malos
-amarillos y negros, antípodas, gitanos-
son, todo lo más,
y ya es mucho,
mis contemporáneos.
Sabed que:
cuando os veo, de hecho
os suscito, os resucito;
y al pensaros
os doy una esperanza.
Pero si os he perdido de vista,
mientras os olvido u os ignoro,
dormís el sueño de los justos,
como suele decirse.
No pasáis de potencias
en la acepcion más triste del vocablo.
Ya lo sé. Muchos esperáis
con impaciencia
el día de cantarme el responso.
No os embaléis, por favor.
En el mejor de los casos,
cuando yo muera,
todos, todos,
buenos o malos,
no seréis más que mis sobrevivientes.
Pido la palabra previa.
Quiero decir -¡y que de una vez se sepa! -
que yo soy Yo,
que soy el Centro,
y el Árbitro.
Que todos vosotros, todos,
-dandose bien las cosas-
sois mis coterráneos:
parientes, vecinos, acreedores míos,
prójimos míos propiamente dicho;
que todos los demás, todos,
buenos y malos
-amarillos y negros, antípodas, gitanos-
son, todo lo más,
y ya es mucho,
mis contemporáneos.
Sabed que:
cuando os veo, de hecho
os suscito, os resucito;
y al pensaros
os doy una esperanza.
Pero si os he perdido de vista,
mientras os olvido u os ignoro,
dormís el sueño de los justos,
como suele decirse.
No pasáis de potencias
en la acepcion más triste del vocablo.
Ya lo sé. Muchos esperáis
con impaciencia
el día de cantarme el responso.
No os embaléis, por favor.
En el mejor de los casos,
cuando yo muera,
todos, todos,
buenos o malos,
no seréis más que mis sobrevivientes.
De "Vacaciones pagadas" 1959
Versión de José Batlló
CARLOS BATTILANA
Taller literario
Durante
la dictadura
fui a un taller
literario
por la zona
de San Miguel.
fui a un taller
literario
por la zona
de San Miguel.
Aunque
las generaciones jóvenes
no lo comprendan del todo
la fórmula
“taller literario”
por esas épocas
era
inconcebible
las generaciones jóvenes
no lo comprendan del todo
la fórmula
“taller literario”
por esas épocas
era
inconcebible
esas
dos palabras
juntas
chocaban
en las aguas aéreas
del Espíritu Blanco
que fue el Proceso:
juntas
chocaban
en las aguas aéreas
del Espíritu Blanco
que fue el Proceso:
sin
embargo
– a pesar de todo –
mi madre
(que silenciosamente
apoyaba el régimen)
intuyó
que el “Taller”
sería bueno para mí
y siguiendo el precepto
vallejiano
me ajustó el cuello del abrigo
para que en mis días
de adolescencia
por fin
del cielo
empezara a brotar
la nieve fría
de la vida.
– a pesar de todo –
mi madre
(que silenciosamente
apoyaba el régimen)
intuyó
que el “Taller”
sería bueno para mí
y siguiendo el precepto
vallejiano
me ajustó el cuello del abrigo
para que en mis días
de adolescencia
por fin
del cielo
empezara a brotar
la nieve fría
de la vida.
Alfonsina
y Hernández
Piglia
y Asís
fueron pasto
de lectura
para esos alumnos de taller
(que también fui yo)
– operarios, maestras, oficinistas –
fueron pasto
de lectura
para esos alumnos de taller
(que también fui yo)
– operarios, maestras, oficinistas –
Allí
entendí
que la ficción
podía ser
una forma del oxígeno
más allá de la conciencia
que la ficción
podía ser
una forma del oxígeno
más allá de la conciencia
que las
flores robadas
en los jardines de Quilmes
– el más bello título modernista que encontré –
podía ser una frase
que más que acercarme a “la realidad”
me preservaría del horror.
en los jardines de Quilmes
– el más bello título modernista que encontré –
podía ser una frase
que más que acercarme a “la realidad”
me preservaría del horror.
JAIME TORRES BODET
4
Aunque si nada en mi interior te altera,
todo, -fuera de mí- te transfigura
y, en ese tiempo que a ninguno espera,
vas más de prisa que mi desventura.
Del árbol que cubrió tu sepultura
quisiera ser raíz, para que fuera
abrazándote a cada primavera
con una vuelta más, lenta y segura.
Pero en la soledad que nos circunda
ella te enlaza, te defiende, te ama,
mientras que yo tan sólo te recuerdo.
Y al comparar su terquedad fecunda
con la impaciencia en que mi amor te llama,
siento por vez primera que te pierdo.
De: “Sonetos”
PERE GIMFERRER
Unidad
A María José y Octavio Paz
Dictado por el ocaso,
por el aire oscuro, se abre el círculo
y lo habitamos: transiciones, espacio
intermedio. No el lugar
de la revelación, sino el lugar
del reencuentro. La espada
que divide la luz.
Del ojo a la mirada,
la claridad eterna, el país de los sonidos,
la campana que encierra la visión terrestre
como el ojo inexorable de la forma floral
fija el fuego de un carbunclo. Este ojo
¿ve a mi ojo? Es un espejo de flamas
el ojo que ahora me ve. Con sonido de poleas,
los ejes de la noche. Desarbolada,
naufraga la oscuridad y, a tientas,
el sol conoce a la noche.
Dictado por el ocaso,
por el aire oscuro, se abre el círculo
y lo habitamos: transiciones, espacio
intermedio. No el lugar
de la revelación, sino el lugar
del reencuentro. La espada
que divide la luz.
Del ojo a la mirada,
la claridad eterna, el país de los sonidos,
la campana que encierra la visión terrestre
como el ojo inexorable de la forma floral
fija el fuego de un carbunclo. Este ojo
¿ve a mi ojo? Es un espejo de flamas
el ojo que ahora me ve. Con sonido de poleas,
los ejes de la noche. Desarbolada,
naufraga la oscuridad y, a tientas,
el sol conoce a la noche.
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