jueves, 5 de junio de 2025


 

ADAM ZAGAJEWSKI

 



Vaporetto

 

 

En el bolsillo de la cazadora encuentras
un pasaje azul para el vaporetto
(il biglietto, non cedibile).

El billete azul, poco mayor
que un sello de la República de Togo,
te promete un cambio, un viaje.

Se derrite la laca en el recuerdo,
se deshiela la almendra de la nieve alpina.
Ahora puede empezar la expedición.

Estás en Texas, en la tierra llana,
entre los robles eternamente verdes,
que no recuerdan nada.

Por canales estrechos navegarás
con !”alemas, a contracorriente;
y hallarás glaciares y grisura.

El billete reza: corsa semplice,
pero no menciona el desierto,
la monotonía del gravoso mar,

el deseo, el aduanero malicioso,
que no te espera sólo a ti,
islas de indiferencia y de cenizas.

Navegarás largamente. Quizás llegues
allí donde descansa el erizo de Venecia,
agua, encajes y oro.

Quizás llegues allí donde se alzan
las rojas torres de Venecia, torres fieles,
agujas de un compás perdido en el océano.

 

Versión de Elzbieta Bortkiewicz

 

EUGEN JEBELEANU

 

 

 

Metamorfosis

 

 

Pude haber sido un árbol, bajo el cual
tú te habrías recostado cuando yo no te conocía,
habría hecho oscilar dulcemente una de mis ramas, casi al azar,
para besar tus ojos.

Habría sido quizás una hoja blanca,
sobre la cual te hubieses inclinado pensando en silencio
y yo habría besado, mientras tú dibujabas,
el mármol
de tu mano desnuda.

Hubiese podido ser un muro,
un muro
a la sombra del cual
estaría con otro, no conmigo…
Y yo con gran dolor
me hubiera derrumbado
ante tus ojos pálidos de espanto.

 

Versión de Pablo Neruda

 

 

GONZALO PERNAS

 


 

11

 

 

Yo,
ya solo espero la noche.
Los brazos infinitos de la noche,
fríos y mudos,
azules,
ocelados.

 

 

JOHN DOS PASSOS

 

 

 

XV

Calle Atocha

 

 

Una anciana arrugada y desdentada

tirita de frío en la esquina de la calle tormentosa muestra sus castañas asadas de forma sugerente como hijas casaderas.

 

  

De: “Invierno en Castilla y otros poemas”

Versión de Eulalia Piñero Gil

 

 

THOMAS MACGREEVY

 

 

 

Golders Green

 

 

Un cadáver yacerá en la abadía de San Lachtin.
Muerto, ya no añorarás nuestra tierra,
ni la lluvia de sus bajos cielos grises;
otro, en algún sitio como este

para convertirse en minúsculas cenizas.
Qué sinsentido la esperanza de que halle
un momento de reposo en la tumba,
sople el viento desde donde sople.

 

 

Versión de Luis Ingelmo

 

AMELIA ROSSELLI

 

 


 

La infeliz luna se inclinó llorosa.
Arroyuelos inocentes, barcas semivacías, grandes
lagos de las montañas
anteponen que yo sea tuya, y obediente.

 

 

De: “Sin paraíso fuimos”

Versión de Carlos Vitale