domingo, 18 de diciembre de 2011


18 DE DICIEMBRE


LA FECHA CORRESPONDE AL DIA EN QUE FUERON TWITEADOS LOS POEMAS


EPITAFIO PARA JOAQUÍN PASOS

15.

Viniste a visitarme
en sueños

pero el vacío
que dejaste cuando
te fuiste

fue realidad
Ernesto Cardenal



EL TIEMPO SE DETUVO

Nuestras pieles se percibiero
En la tranquilidad de un otoño
Apuramos la vida como un dulce
Como adolescentes
Que interrogan la palabra amor
En otoño vibramos
Fui tuya. El tiempo se detuvo
En tu alma se ahogaron mis sollozos

Sonya Garza Rapport



ME TIENES EN TUS MANOS...

Me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mi mismo.
Eres como un milagro de todas horas,
como un dolor sin sitio.
Si no fueras mujer fueras mi amigo.
A veces quiero hablarte de mujeres
que a un lado tuyo persigo.
Eres como el perdón
y yo soy como tu hijo.
¿Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo?
¡Qué distante te haces y qué ausente
cuando a la soledad te sacrifico!
Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu amor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa,
eres como mi muerte, amor mío.
Jaime Sabines



DESEO

Que la vida no vaya más allá de tus brazos.
Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra.
Que me sean tus brazos horizonte y camino,
camino breve, y único horizonte de carne;
que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos!...
Dulce María Loynaz



LA POESÍA ENEMIGA

Nubes y Nubes no sabe qué demonios terrestres aman o detestan
con su comportamiento de árboles desgajados,
ni cuándo pensarán ausentarse de nuestros ojos
y de los flancos de las montañas.
Árboles y amores vivirán abrazados por los bosques y los corazones,
aunque señales turbias
crecidas en gargantas amargas de madrugadas
comiencen su labor descalza de perezosa rebelión.
Fantasmas y fantasmas por las nubes
sin grietas de pudor
o por lo menos alguna lágrima en los ojos helados.

Voces que nadie oye
y que las buenas lenguas convierten en angustia,
sabiendo que no son sino espectros de estertores
lanzados allá en el dorso de otros tiempos
por espinas ahogadas en los ríos,
por espejos y rosas transformadas en prisa.

Pero tú en los balcones del mundo,
endureciendo los instantes,
viendo caer silencios,
silencios amarillos de virtud o de vicio,
creando sobre la sombra la hierba agonizante.

Ahora sé cómo llegaste,
magnífica serena,
del sitio de los cisnes y las gladiolas,
con el tacto de las cucharas en la nieve,
soberana de las alamedas en que nos causa gusto
escuchar el eco de una virginidad perdida
en el tiempo preciso.
Agua lenta como un tumulto de caricias, de guiaba:
sonaban crudos lloros de manzanas acuchilladas,
La invitación fue clara:
acércate a la niebla en que florecen los duraznos de bronce,
la que ignora las auroras lechosas,
los días en que se palpa en tedio
y el deseo es como vaho de agonizante.
Puedes cantar, aunque tu voz es lo de menos
en esta selva donde viven ancianas cuerdas de guitarras
junto a sonatas vírgenes.

Aquí desconocemos las flautas y las máscaras,
y se encuentra perdida entre limones muertos
la burbuja plateada y sin sentido
de lo que allá entre prostitutas y andróginos
se llama adolescencia
Veras tierno esqueletos de poetas
conservados por milagros continuos
o por eso de hielo que a veces se desprende de la niebla.

Desnúdate si quieres
de todo lo que arrastras de ciudad y jardín,
porque aquí no hacen falta los pájaros
ni las avenidas del brillo
y de los senos sostenidos.
Habían crecido en torno de tu ausencia
las fiebres y los cabellos que salen de las raíces descubiertas
y eternamente soportando nieves y sudores.
Tú sabías el peso de una carrera entre plumas de canarios
ni por qué las frentes húmedas
huelen lo mismo que las estatuas despertadas
por piquetes de mariposas,
que amor es lo silba en los relojes
y esa red de silencios ahogando dedos
y pétalos de violetas,
que amor es la distancia entre los labios y los párpados
y no saber cuáles hombros
son tan perfectos
como determinados senos temblorosos.
Es inútil que suenen en los huecos del tacto
mustios intentos de crueldad pura y absoluta,
puesto que ignoras lunas y ruidos tímidos de estrellas
sobre la grupa tierna y suntuosa de la madrugada,
hacer florear escrúpulos
o martillear furiosamente sobre azucenas tibias,
tan ingenuamente canallas
como purísimas hasta el suicidio.
Ya sabes a pesar de todo
que una penumbra es el vestido invernal de los deseos,
que buscar en el alboroto de los destinos el que te pertenece
sería deshacer nudos de corbatas plateadas
o compara un mediodía
con la punta de un puñal virgen de asesinatos.

Entre piedra y azahares moriste
de vivir atravesando jardines
con tus piernas tan pálidas y duras,
compactos ramos de alhelíes con tus senos temblorosos,
lunas despiadadamente estúpidas
con tus miradas entre tibias y secas
como un golpe de remo en el vacío.

Hoy,
cuando mi cargamento de cinismo
y lo que a mis amigos distraigo de aburrimiento
divinizan la ausencia
y la sitúan con acierto en el misterio de la duda,
en el claro artificio del olvido fatal
o en el cauce tan seco de la ternura en el frio,
te recuerdo brillante y solitaria
bebiendo agua de mar con los fantasmas marineros
vegetando en las escolleras,
auténtica nieve rezumando violencia,
mi muerta sin sentido y sin burla.
Efraín huerta


17 DE DICIEMBRE


LA FECHA CORRESPONDE AL DIA EN QUE FUERON TWITEADOS LOS POEMAS

PARVULOS

¿Tú has tenido
una maestra
como yo, di,
con su falda de cerezas?

No sé cómo se llamaba;
más tenía una cenefa
en su falda
de cerezas.

Y era el campo y era el cielo
de mi escuela,
el cerezo de su falda
de soltera.
Celia Viñas



NO PUEDES VENIR

La luz cayendo entre los árboles
y esos niños mirando la tierra y buscando con los dedos.

Las ramas sobre las cabezas y los niños mirando
las piedras y las lombrices.

Se encaramaron después en la barda amarilla para
mirar el río y abajo unas mujeres negras lavando.

¿Viste las uñas? ¿Las piernas de ellos? ¿Las espaldas con pecas?
¿Y unas yemas buscando piojos despacio?

Así para que sepas cuánta luz había y no vengas
oscura. Mira cuánta tórtola
y cuánta hoja había.

Recuerda la tierra entre las uñas de los niños.

Si aún te hace falta mira las rodillas.

Mira que ahora están respirando otra vez los niños
y cae otra hoja.

No puedes venir oscura ahora.
No puedes llegarme hoy.
Gonzalo Mallarino Flórez



DAMA DESNUDA CON SOMBRILLA

Mientras
yo te designo la reina
de todas las ceremonias íntimas
a ti te cubre el pudor
como a una pequeña gata
asolada por el deseo
entonces el esplendor asedia
entre los límites de tu cuerpo
despojado de todas las vestiduras
amémonos te digo
para que la vida sea
como ese colibrí
que danza alrededor de tus senos.
Douglas Bohórquez



8. DEL ASUETO

Mi cama es una amante que me espera sin prisas,
Me llena de caricias y me hace placentera la fatiga,
Mi cama me despierta cada mañana
Como una amante fatigada del peso de mi amor.
Juan Domingo Argüelles