domingo, 17 de junio de 2018


ROLANDO REVAGLIATTI





“Sophie’s Choice”



Volvé a Cracovia
a tu floración
antes de la guerra
al piano de tu madre
o al tuyo

Volvé plurilingüe
al poema de Emily Dickinson.


En alusión a la película “Sophie’s Choice” (“La decisión de Sofía”) de Alan J. Pakula.


JUAN GREGORIO REGINO


  


Las mujeres de Don Juan



Don Juan tiene tres mujeres,
Tres buenas mujeres.
Una es la mayor y es la mujer principal.

Ella inicia el día.
Rompe la noche y
Aleja el sueño.
Ella es el tiempo.
Ella es la guía.
Ella  es la embajadora fiel
De los amores de don Juan.

La segunda es la mediana,
Y su pecho es un inagotable
Manantial de amor.
Amamanta al hijo suyo.
Ella es la mujer tortilla.
Ella es la mujer pozol.
Ella es la mujer metate.

La tercera es la más joven,
La que habla y canta
Como una  niña.
Ella es la mujer de los brillos listones.
Ella es la mujer de los huipiles de gala.
Ella es la mujer  de las soguillas de piedra.
Ella es la mujer electa
Para velar el cuerpo de don Juan.




JORGE CHIESA





7



Al principio son pequeñas diferencias
fisuras, si se quiere, de la trama,.
Luego peleas que,
como desperfectos de la tela,
atentan contra la vida
tejida en común.
Entonces eso que llamamos familia,
ese lugar, se desgarra.
De pronto la separación equivale a la distancia
que una de las partes debe recorrer
para arribar al desencuentro
de su pasión.


De
: “Un invierno ruso”


FRANCISCO MARTINOVICH





Para terminar



Que no se diga más que tú
Que no se diga más que yo
Que no se diga más
que nosotros
que dijimos
que cosas
que matamos
que al otro

que para terminar
que mutuamente
que nos callamos.



RAMÓN MARTÍNEZ LÓPEZ


  

 
Pequeño cuento



Era tu cuerpo una ciudad desierta,
infinita de sueños y de aceras.
Bordeaba la luna tu sonrisa
al vaivén de tu mar y mis caderas.
Sí. Era tu cuerpo una ciudad desierta
y yo, un vagabundo sin prisa
por tus calles.


VÍCTOR A. JIMÉNEZ JÓDAR





Los adioses



Supongo que se trata de no decir
lo que se quiere decir,
de callar lo que importa
-que suele ser lo que duele-
por cobardía o por temor,
o porque el amor, animal
extraño, tiene complejas
formas de diálogo.

Supongo que se trata de no decir
lo que se quiere decir:
te digo adiós pero piensa que no me voy,
que estaré aquí contigo sin estar.

Y es que los adioses que no son adioses,
tienen, si cabe, un sabor más amargo.
Algo así como el adiós de ahora
y el adiós de mañana,
juntos, entrelazados.

Supongo que son distancias las palabras,
maneras de medir el límite inconcluso de los cuerpos.