"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 9 de marzo de 2022
EDUARDO GALEANO
Llorar
Fue en la selva, en la Amazonia ecuatoriana. Los indios shuar estaban llorando a una abuela moribunda. Lloraban sentados, a la orilla de su agonía. Un testigo, venido de otros mundos, preguntó:
—¿Por qué lloran delante de ella, si todavía está viva?
Y contestaron los que lloraban:
—Para que sepa que la queremos mucho.
FERNANDO FONSECA
Vendrá
el viejo tren
cargado de suicidas
en
medio de la noche
—ese tedio interminable de los domingos de invierno.
Su
recorrido viene siendo el tiempo
y su humana carga
la desesperación.
En
lontananza
la anciana Marlene
tararea con fatiga una triste canción húngara.
Gloomy
Sunday.
Gloomy Sunday.
(Y
en el andén
una mujer con la boca abierta
aguarda en vano
el húmedo beso del suicida)
Goomy
Sunday.
Gloomy Sunday.
De:
“Años de vida”
ALBA FLORES
Perdón
perdón
mamá
por no querer ser como quieres que sea
perdón papá
por no querer ser como quieres que sea
perdón amor
por no querer ser como quieres que sea
perdón yo
por no ser como quiero ser
perdón hermana
por la cicatriz que tienes en la pierna
NAJWAN DARWISH
La
vida cojeando hacia mí
Me
convertiré en un jorobado
después de tres desafortunados años delante del ordenador.
Me volveré impotente
tras siete años de aventuras desmesuradas.
Me convertiré en un racista
tras fracasados encuentros con otros grupos étnicos.
Estrecharé mis horizontes
al sentarme demasiado tiempo con mis pensamientos.
Me convertiré en un beato
con los excesos de mi ateísmo.
Señor:
¿Es la vida que viene hacia mí cojeando
o es un supermercado de deformidades?
PABLO NÚÑEZ
Los
números
tenaces
Ojeo
una baraja de mi infancia.
Me entretengo fijándome en las cifras
que tan bien nos sabíamos entonces:
once rebotes Larry Bird; dos metros
con catorce del «Jefe» Robert Parish;
doce asistencias Earvin «Magic» Johnson
―juegan mis Lakers de amarillo y púrpura―;
y más de treinta puntos Michael Jordan.
El salto de Spud Webb―uno sesenta
y nueve, ya lo ves, y qué gigante―
e inquebrantable el pívot Patrick Ewing
(cómo iba yo a pensar que veinticinco
años después vendría a mí su imagen,
al pasar por la Séptima Avenida
junto al famoso «Garden» de los Knicks).
Y, claro está, los números tenaces
que hoy llaman la atención y que algo duelen:
tan solo Abdul-Jabbar ―cuarenta y uno―
me supera en edad. Qué raro es todo.
Qué pronto se hace tarde para el juego.
De:
“Tus pasos en la niebla”
ENRIQUE FUENTEBLANCA
ahora
me pregunto por qué no podemos
resignificar las palabras que más nos pesan
y ser inocentes hasta morir por ello
como quien se juega la piel por una caricia
