"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 14 de julio de 2020
BORIS PASTERNAK
A un amigo
¿Acaso yo no sé que hundida en las tinieblas,
jamás a la luz llegaría, la ignorancia,
y que soy un monstruo, y que la dicha de cien mil
no me toca más que la falsa felicidad de cien?
jamás a la luz llegaría, la ignorancia,
y que soy un monstruo, y que la dicha de cien mil
no me toca más que la falsa felicidad de cien?
¿Y acaso yo no me ligo al quinquenio,
no me caigo y levanto con él?
Pero, ¿qué voy a hacer con mi caja torácica,
y con lo que es más rutinario que toda rutina?
no me caigo y levanto con él?
Pero, ¿qué voy a hacer con mi caja torácica,
y con lo que es más rutinario que toda rutina?
No está bien que en los días del gran consejo,
en el que las plazas se han dado a la pasión suprema,
se deje la vacante del poeta:
ésta es peligrosa, si no está vacía.
en el que las plazas se han dado a la pasión suprema,
se deje la vacante del poeta:
ésta es peligrosa, si no está vacía.
Versión de César
Astor
THOMAS BERNHARD
Mañana de invierno
No es que sea incapaz
de pronunciar tu nombre…
de pronunciar tu nombre…
y aunque me lincharan en la plaza del pueblo,
me arrojaran a una fosa oscura
y escupieran en mi calavera
disputándose luego mi cola,
me arrojaran a una fosa oscura
y escupieran en mi calavera
disputándose luego mi cola,
venerable padre,
acepta mis balbuceos,
di una palabra por mí,
acepta mis balbuceos,
di una palabra por mí,
pues ninguno de mis taberneros paternales
me regala un tonel,
ningún cerdo sus gruñidos…
me regala un tonel,
ningún cerdo sus gruñidos…
Leyendas, invierno, superpoblaciones…
en el sueño las hojas salvajes de un lluvioso
otoño,
el temprano embrutecimiento de noches apuradas,
relación de la nieve negra
con los jóvenes esposos…
Viento, aventar y verdad…
sobre la sombra del mundo.
la cama sin hacer,
los gritos de pájaros oscuros…
en el sueño las hojas salvajes de un lluvioso
otoño,
el temprano embrutecimiento de noches apuradas,
relación de la nieve negra
con los jóvenes esposos…
Viento, aventar y verdad…
sobre la sombra del mundo.
la cama sin hacer,
los gritos de pájaros oscuros…
En el trigal:
Acaso no he pagado el precio de mi vida
antes de distinguir las tinieblas de las
tinieblas…
acaso no he evitado elogiar demasiado pronto la gloria
sombría de la noche…
antes de distinguir las tinieblas de las
tinieblas…
acaso no he evitado elogiar demasiado pronto la gloria
sombría de la noche…
Barcos, mis hermanos del horizonte,
habladme de mi madre…
…donde mi hermano estaba en la orilla,
donde mi hermana durmió a gusto
su engaño,
habladme de mi madre…
…donde mi hermano estaba en la orilla,
donde mi hermana durmió a gusto
su engaño,
yo hablaba de verde manzana y de salvado de invierno,
rebuscaba en los bolsillos de mi abrigo…
Difundía desde el púlpito salmos
absurdos,
sofocaba gritos de pájaros en el
sinsentrigo…
rebuscaba en los bolsillos de mi abrigo…
Difundía desde el púlpito salmos
absurdos,
sofocaba gritos de pájaros en el
sinsentrigo…
Dos mil años después de ti
descubrí yo las ciudades,
morí yo en la colina,
yo, cráneo calcinado del norte…
descubrí yo las ciudades,
morí yo en la colina,
yo, cráneo calcinado del norte…
Recuerdo el relampaguear de todas las estrellas
que me dio el lenguaje de pueblos extraños,
las letras de Virgilio, el hablar de mis
campesinos…
que me dio el lenguaje de pueblos extraños,
las letras de Virgilio, el hablar de mis
campesinos…
Dos mil años después de ti
estoy yo en el país, enfermizo,
ando en mis camas de diciembre…
estoy yo en el país, enfermizo,
ando en mis camas de diciembre…
Hostal Freumbichler
y luego:
¿Qué te pertenece a ti de ese perder la vida
y cuál es en ese perder la vida mi parte?
No te soportaría sin saber,
tú o yo
o algún durmiente de mi nombre,
tú que me confundiste con otro,
que me despertaste en lugar de a otro,
tú que me excluiste de su vanidad,
tú que me inventaste, tú mi única
poesía…
y cuál es en ese perder la vida mi parte?
No te soportaría sin saber,
tú o yo
o algún durmiente de mi nombre,
tú que me confundiste con otro,
que me despertaste en lugar de a otro,
tú que me excluiste de su vanidad,
tú que me inventaste, tú mi única
poesía…
Cuatro veces, cinco, cada vez con más insistencia:
En esas casas bebí
mi cerveza…
en las conversaciones del aire,
en la frialdad de los pensamientos…
mi cerveza…
en las conversaciones del aire,
en la frialdad de los pensamientos…
Ni uno solo de mis enterradores
me desenterró
mis tempranas desesperaciones…
me desenterró
mis tempranas desesperaciones…
Con el olor a quesería, el
sonido de los zuecos
soy, sin motivo,
el polvo de los huesos de mis
endeudados vecinos…
sonido de los zuecos
soy, sin motivo,
el polvo de los huesos de mis
endeudados vecinos…
Sigue, sigue en silencio,
apártate de sus
entierros…
los cansancios sin sentido,
apártate de sus
entierros…
los cansancios sin sentido,
las largas noches en el
molino de las recriminaciones…
sigue, sigue,
no necesitas ningún juez…
sigue…
molino de las recriminaciones…
sigue, sigue,
no necesitas ningún juez…
sigue…
Versión de Gabriel
Ferrater
JOHN KEATS
Sobre el mar
No cesan sus eternos murmullos,
rodeandolas desoladas playas,
Y el brío de sus olas
diez mil cavernas llena dos veces,
y el hechizo de Hécate les deja su antiguo son oscuro.
rodeandolas desoladas playas,
Y el brío de sus olas
diez mil cavernas llena dos veces,
y el hechizo de Hécate les deja su antiguo son oscuro.
Pero a menudo tiene tan dulce continente,
que apenas se moviera la concha más menuda
durante muchos días, de donde cayó
Cuandolos vientos celestiales pasaron, sin cadenas.
que apenas se moviera la concha más menuda
durante muchos días, de donde cayó
Cuandolos vientos celestiales pasaron, sin cadenas.
Los que tenéis los ojos dolientes o cansados,
brindadles esa anchura del Janar, como una fiesta;
y los ensordecidos por clamoreo rudo
o los que estáis ahítos de notas fatigosas,
sentaos junto a una antigua caverna, meditando,
hasta sobresaltaros, como al cantar las ninfas.
brindadles esa anchura del Janar, como una fiesta;
y los ensordecidos por clamoreo rudo
o los que estáis ahítos de notas fatigosas,
sentaos junto a una antigua caverna, meditando,
hasta sobresaltaros, como al cantar las ninfas.
OSIP MANDELSTAM
¿Qué calle es ésta?
¿Qué calle es ésta?
La calle Mandelstam.
Qué apellido más espantoso:
Si no lo aireas
Suena curvo y no recto.
La calle Mandelstam.
Qué apellido más espantoso:
Si no lo aireas
Suena curvo y no recto.
Poco en él es lineal
Más bien de carácter sombrío
Y es por eso que esta calle
O, mejor, este foso
Lleva el nombre
De ese tal Mandelstam.
Más bien de carácter sombrío
Y es por eso que esta calle
O, mejor, este foso
Lleva el nombre
De ese tal Mandelstam.
Version
de Jorge Bustamante García
PIER PAOLO PASOLINI
Análisis tardío
Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa;
que todo aquello que toco ya lo he tocado;
que soy prisionero de un interés indecente;
que cada convalecencia es una recaída;
que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo;
que también el humorismo forma parte del bloque inamovible;
que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo;
que no intento todavía reconocer quién soy;
que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre;
que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias;
que no saldré nunca de aquí por más que sonría;
que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia enjaulada;
que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola;
que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura;
que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.
que todo aquello que toco ya lo he tocado;
que soy prisionero de un interés indecente;
que cada convalecencia es una recaída;
que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo;
que también el humorismo forma parte del bloque inamovible;
que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo;
que no intento todavía reconocer quién soy;
que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre;
que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias;
que no saldré nunca de aquí por más que sonría;
que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia enjaulada;
que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola;
que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura;
que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.
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