"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 25 de julio de 2022
ADELE DESIDERI
Madre
Días precisos
esquirla feroz.
Más
allá del mar
el silencio mortifica.
Vientos
lejanos años errantes
en la confusión de los errores.
Yo, sola.
Es
guerra:
el derecho defendido
que un día me negará.
Niña
feroz
aprieta el gatillo.
De:
“Salomé”
Versión
de Erika Reginato
JAVIER BOZALONGO
Poética
El
primer verso puede ser brillante.
El final, sorprendente.
Entre uno y otro debes estar tú.
Nunca
el silencio.
AUGUSTO MONTERROSO
El
dinosaurio
Cuando
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
De:
“El paraíso imperfecto”
JUAN LARREA
Aunque
bajo el temor
En
el fondo estas mujeres necesarias del frío
estas mujeres sin recuerdos más allá de los abedules
palidecen sin saber por qué
El
cielo en cambio está enfermo de pizarras
y sus cabellos caen como pozos de mina
El
cielo el cielo ingeniero amigo mío
construirás un velero con el soplo que me anima
puesto que el reloj hace el dragado de nuestros fastidios
y su círculo viene a ser nuestra corona a menudo de espinas
Sobre
el horizonte de ciego que la hora mojada tentalea
los pichones se conducen como segundas intenciones
empleando hasta el final la mano de obra del otoño
Aunque
la tarde haga sus víctimas
si tú no temes el deterioro de los mares
ven con tus párpados hinchados por un aire familiar
ven a expandirte como los autores de cartas anónimas
Sol
de las cumbres sol
RAQUEL JODOROWSKY
Años
Como
delgada flor
En un vaso de agua pura que naufraga
Vivo la vida muriendo
Comparada en las fotografías
De Antes y Después
En lo que he sido y ahora es.
¿Qué monstruo de harina oscura
Y borrado rostro
Se roba el esplendor de nuestras formas
Y nos come la belleza
Nos deja en un canasto
Como viejo papel
Quien se esconde tras el tiempo
Con una lengua morada
Igual que pecho de murciélago
Se alimenta de cabellos dulces
Camina con un radiante muslo de reina
Se pone nuestros ojos vivos
Y nos deja la piel sin luz
Dónde se esconde el desastroso
Ladrón que bota sus guantes de hueso
Usa nuestras finas manos adornadas
Se pone nuestra alma
Y nos lanza desnudos a la tierra
Que es la finalidad de la vida
El último abrazo que recibe lo que queda
El monstruo de engranajes oxidados
Tras la puerta de los años
Nos espera…
FLORIDOR PÉREZ
London
bar
Por
olvidarte paso a la taberna
Sobre
el mesón tiro los codos
sembrando pánico entre las botellas
decapitadas en mi honor
El
recinto lo veo como una embarcación:
lámpara como luna
la noche como el mar
la música como una tempestad
y el hundimiento en la embriaguez
Entonces
me aferro a tu recuerdo
como una tabla de salvación
que me permita naufragar a gusto
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