"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 5 de febrero de 2012
CARLOS PUJOL
Conversar con los árboles...
Conversar con los árboles
termina siendo una necesidad
para saber un poco más del hombre.
Cuando murmuran sus palabras rotas
deshechas en el viento,
aunque su lengua vegetal encierre
más secreto que comunicación,
hay que prestar oídos.
Y hablarles quedamente en español,
en el parque cuando la luz se va
con la sobria elegancia
de un lento y desdeñoso atardecer.
termina siendo una necesidad
para saber un poco más del hombre.
Cuando murmuran sus palabras rotas
deshechas en el viento,
aunque su lengua vegetal encierre
más secreto que comunicación,
hay que prestar oídos.
Y hablarles quedamente en español,
en el parque cuando la luz se va
con la sobria elegancia
de un lento y desdeñoso atardecer.
HEBERTO PADILLA
Para escribir en el álbum de un tirano
Protégete de los vacilantes,
porque un día sabrán lo que no quieren.
Protégete de los balbucientes,
de Juan-el-gago, Pedro-el-mudo,
porque descubrirán un día su voz fuerte.
Protégete de los tímidos y los apabullados,
porque un día dejarán de ponerse de pie cuando entres.
porque un día sabrán lo que no quieren.
Protégete de los balbucientes,
de Juan-el-gago, Pedro-el-mudo,
porque descubrirán un día su voz fuerte.
Protégete de los tímidos y los apabullados,
porque un día dejarán de ponerse de pie cuando entres.
ELIAS NANDINO
En la sombra
Era sed de muchos años
retenida por mi cuerpo,
palabras encadenadas
que nunca pude decir
sino en los labios del sueño.
retenida por mi cuerpo,
palabras encadenadas
que nunca pude decir
sino en los labios del sueño.
Era la tierra agrietada,
reseca, sin una planta,
que espera sentir la lluvia
en un afán de caricia
que le sacie la garganta.
reseca, sin una planta,
que espera sentir la lluvia
en un afán de caricia
que le sacie la garganta.
Era yo vuelto hacia ti
que nunca te conocía,
porque fuiste de mil modos
en los sueños, en las horas
y en los ojos de la vida.
que nunca te conocía,
porque fuiste de mil modos
en los sueños, en las horas
y en los ojos de la vida.
Eras todo lo que encierra
una expresión de belleza:
la rosa , el fruto, los ríos;
el color de los paisajes
y la savia de los pinos.
una expresión de belleza:
la rosa , el fruto, los ríos;
el color de los paisajes
y la savia de los pinos.
Y de pronto, junto a mí,
al alcance de mi mano,
como manojo de trigo
que pudiera retener
sobre mi pecho guardado.
al alcance de mi mano,
como manojo de trigo
que pudiera retener
sobre mi pecho guardado.
¡Todo tu cuerpo en mi cuerpo,
por el sueño maniatados,
y tan cerca de la muerte
que la vida no sabía
cómo volver a encontrarnos!.
por el sueño maniatados,
y tan cerca de la muerte
que la vida no sabía
cómo volver a encontrarnos!.
EDUARDO CARRANZA
Tema de sueño y vida
Suéñame, suéñame, entreabiertos labios.
Boca dormida, que sonríes, suéñame.
Sueño abajo, agua bella, miembros puros,
bajo la luna, delgadina, suéñame.
Boca dormida, que sonríes, suéñame.
Sueño abajo, agua bella, miembros puros,
bajo la luna, delgadina, suéñame.
Despierta, suéñame como respiras,
sin saberlo, olvidada, piel morena;
suéñame amor, amor, con el invierno
como una flor morada sobre el hombro.
sin saberlo, olvidada, piel morena;
suéñame amor, amor, con el invierno
como una flor morada sobre el hombro.
Oh delgado jardín cuya cintura
delgada yo he ceñido largamente;
oh llama de ojos negros, amor mío;
oh transcurso de agua entre los sueños.
delgada yo he ceñido largamente;
oh llama de ojos negros, amor mío;
oh transcurso de agua entre los sueños.
DORA CASTELLANOS
Anclado en la mitad de mis sentidos...
Anclado en la mitad de mis sentidos,
corazón, eres barco solitario;
cuéntame el inefable itinerario
de los amores y los tiempos idos.
corazón, eres barco solitario;
cuéntame el inefable itinerario
de los amores y los tiempos idos.
Velámen roto y mástiles vencidos;
flotando en el refugio del estuario,
tú quisieras un ímpetu corsario
para encontrar océanos perdidos.
flotando en el refugio del estuario,
tú quisieras un ímpetu corsario
para encontrar océanos perdidos.
Surto en mitad del alma, has escuchado
el oleaje fiel de los latidos
y no sabes aún si te han amado,
el oleaje fiel de los latidos
y no sabes aún si te han amado,
tú que conoces todos los olvidos.
¡Corazón, triste barco abandonado
y anclado en la mitad de mis sentidos!
¡Corazón, triste barco abandonado
y anclado en la mitad de mis sentidos!
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