jueves, 9 de diciembre de 2021


 

EMILIA PARDO BAZÁN

 


 

VIII

 

 

Mi seno y tu boquita
por misterioso impulso
se unieron, al instante
en que viniste al mundo.
Como la abeja busca
miel en el cáliz puro,
que en ella tal instinto
naturaleza puso,
así tus dulces labios
reclaman el tributo
que en ondas abundantes
va de mi ser al tuyo.

 

De: “Las frases frágiles”

 

JOSÉ MARÍA PLAZA

 

  

Creciendo

 

 

En la primavera
las flores se abren.
Vemos que el paisaje
es todo color.

Luego, en el verano,
como no hay colegio,
juego, juego y juego
siempre bajo el sol.

El otoño asoma;
las hojas se caen.
Empiezan las clases.
¡Vaya madrugón!

Ya en el invierno
llegará la nieve,
y también, los Reyes:
Navidades son.

Ha pasado un año.
Un año pasó.
Y poquito a poco
yo me hago mayor.

 

JUAN MARCELINO RUIZ

 

 

 

75 Wats Descanse en Paz

 


No se le vio pálido o enfermo

y sin embargo murió junto a la tarde

un fuerte destello

azul profundo

como si quisiera dejar en ese intento

su recuerdo gravado en las retinas

un gemido

apenas mayor que sus silencios

su filamento

cordón de vida que le diera la General Electric

se partió irremediablemente en dos.

Traté de reanimarlo

golpeando suave

sobre su fina, perfecta y transparente piel

la mancha oscura del desahucio

me convenció

de que su ciclo vital se había cumplido.

Como no recordarlo con cariño

si tantas noches acarició discreto

el sagrado ritual de tus desnudos

si nos iluminó mientras leímos abrazados

el erotismo sabio del Cantar de los Cantares

y los cien sonetos de Neruda

mucho,

demasiado diría yo

para un amigo          cotizado tan sólo en cuatro pesos.

Sólo por esta noche

y en señal de duelo

haremos el amor completamente a oscuras

 

 

SEBASTIÁN KIRZNER

 

  

 

Físico culturismo

o que corran los otros

 

 

Que corran los otros, dije

que se rajen,

a mitad del sueño

sostengo en la mano un par

de pesas, se me hinchan

de sangre los deltoides,

se me quiebran los dientes

de cerrar la boca.

Que se vayan, que corran,

que huyan.

 

Que me dejen el

gimnasio limpio de sudor;

que el único olor que se perciba,

sea el del hierro viejo

de las pesas que sostengo.

 

 

Hay que tener fuertes músculos

para aguantar la vida, dije

hay que volverse un muro, dijiste,

dije no,

hay que intentar, fundirse al muro.

 

 

 

La carne más dura

de masticar,

es la del animal tenso.

 

 

 

 

Voy a mostrarte mi pecho perfecto,

mi revolución personal,

mi gloria, mi dicha mas grande, dije

voy a mostrarte como aumenté el

trapecio y lo balanceado que está,

voy a pedirte que toques mis femorales

y vas a sentir que son de roca.

Pero no voy a saciarte el hambre,

ni a dejarte en lo absoluto satisfecha,

Porque intentar comer mi carne, dije

es como bailar, otra vez,

                                             con la más fea.

 

 

 

 

Voy a volverme el hombre

mas fuerte del mundo,

voy a levantar poblados

con las piernas,

a arrastrar barcos

con los brazos.

Vas a estar orgullosa

de mi hombría, dije

me voy a inflar entero

de letras como esteroides,

y voy a posar desnudo

frente al jurado,

para ganar mi título

en mister universo

de la poesía contemporánea.

 

 

A mi hijo, pienso

lo voy a alimentar

con bulones,

una dieta diaria

de Estanozolol,

Viraloid,

Dianabol,

Enantato,

Sustanon

 

y le voy

a parar la pija

con Viagra.

 

Con suerte

y cercano a

los ocho,

tendrá un

divorcio digno.

 

 

 

 

Tengo rabia en los caninos, dije

soy una bestia suelta,

soy el puto king-kong,

estoy que reviento.

Mis manos son duras

y ásperas, como las manos

de un dios.

 

¿Ásperas?

 

– Como las manos de un obrero – dijiste, los dioses casi

no usan las manos, los dioses juegan.

 

 

                                                             …las manos de un?

 

 

De un obrero, dijiste.

 

 

BENJAMÍN MORALES

 


 

Éxodo

como gorriones en su nido,
en su canto,
en tu nombre,
en tus 4 golpes,
en tus huecos de lumbre y reflejo,

ahí comulgaremos,
para vencer el frío del descampado
y la desnudez de los huesos.

En una de tus torres,
En una de tus letras,
Como ciervos o una parvada ciega,
Continuaremos la marcha hacia el infinito de tu nombre.

LEO LOBOS

 

 


Perdidos en La Habana

Se puede ver a lo largo de Cuba verdes
o rojos o amarillos descascarándose con el
agua y el sol, verdaderos paisajes de estos
tiempos de guerra

 

Después de tres botellas de ron
ella lloraba en el lobby
del Hotel Capri, mientras le leía poemas que no eran míos,
Hablaba de las playas a las que llegó
en motocicleta, cuando aún el sol brillaba
los cubanos son niños que lo miran todo decía

Otro él, aparece desde el centro del salón y necesito
más de un segundo para
reconocerle
me acerco y me cuenta de mujeres, palacios de salsa,
de bailes mágicos
no hay, pienso
no existe una isla
sin orillas
No quiero habanos
no tengo dólares
mejor será
desaparecer antes que la noche


El Vedado, La Habana, Cuba, 1995