martes, 8 de diciembre de 2015


MARIO BENEDETTI




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las piernas de ella
nos dejaban sin habla
y arrugaditos



BLANCA CASTELLÓN




Efectos



De tu muerte han germinado nuevos ojos                   
giran abiertos y prendidos a las agujas del reloj       
                                                         
Recuerdas que cortaste las alas a mi paz                 
para que no volara?                                     
                                                         
No sé como le crecieron                                 
escapó                                                   
                                                         
Y no he recuperado un pétalo siquiera                   
de la ternura rosa que destrocé aquella tarde           
sobre tu cuerpo carbonizado                             
                                                         
Desciende ahora que conoces los secretos de la llama     
e incinera para siempre la insistencia de las alas.      



CARMEN JODRA DAVÓ




1. Me mira. Pero no desde la altura...



Me mira. Pero no desde la altura,
          como el Otro miraba,
sino asentado en la terrena grava,
          sobre la roca dura.

Sonríe con sonrisa tan impura,
          que la reina de Saba
no era más seductora que Él; me alaba,
          como a fruta madura.

Yo rehuyo sus ojos en el suave
          espejo de la alberca,
pero estoy deseando, y Él lo sabe,

ceder. Me olvidaré de Buda y Cristo
          por verle más de cerca.
¡Mi Señor, Lucifer, Satán, Mefisto!


De "El ciclo satánico"



ANA MARÍA MOIX




Nancy Flor bailará siempre…



Nancy Flor bailará siempre
porque Johnny ya murió.
Un bribón le dio la muerte,
nadie sabe a dónde huyó.

Fue testigo un pistolero
rey en los bares de New York,
pasado luego a carcelero
contó la historia en un block.

Jim, Johnny y Nancy Flor
tres personajes de antología,
de apología,
extraña historia del terror.

Ella tenía los ojos grises,
Johnny pintaba flores de azahar,
Jim era dulce, un soñador.

Ella bailaba todas las noches,
Jim la soñaba en un bazar
rodeada de otros muñecos
que la adoraban por su candor.

Eran hermanos los dos adoradores de Nancy Flor.

Por la calle caminaban
los tres en silencio,
mas el corazón no calla, traidor.
Y Jim lo supo.
Daban las doce en el cuco.

Caía el sol en la acera
y Dulce Jim vio un gran amor
en las dos sombras de Johnny y Nancy Flor
unidas a ras de tierra.

El dolor apenas quema
cuando nada queda en el hueco
de un antiguo corazón.

El asesino huyó de la justicia
pero le persigue el eco
de una loca ilusión
que con diabólica malicia
persiste en tener razón.

Una flor era Nancy para Jim,
mas una flor pintada antaño
por un solo enamorado
que no fue Jim, sino John.


LUIS ALBERTO DE CUENCA



  
4. Conversación



Cada vez que te hablo, otras palabras
escapan de mi boca, otras palabras.
No son mías. Proceden de otro sitio.
Me muerden en la lengua. Me hacen daño.
Tienen, como las lanzas de los héroes,
doble filo, y los labios se me rompen
a su contacto, y cada vez que surgen
de dentro -0 de muy lejos, o de nunca-,
me fluye de la boca un hilo tibio
de sangre que resbala por mi cuerpo.
Cada vez que te hablo, otras palabras
hablan por mí, como si ya no hubiese
nada mío en el mundo, nada mío
en el agotamiento interminable
de amarte y de sentirme desamado.


De "La caja de plata"



CONCHA GARCÍA




Alegoría del tiempo



Somos moderadamente felices,
los dos vivíamos en una afinidad
absoluta: las palabras
no pueden expresar la experiencia.
Yo tampoco.

1994



De "Ayer y calles"