"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 4 de julio de 2021
EDMUNDO KAZALL
Sabor
Aciago.
Porque
han sumado a cientos mis desaciertos,
me
he detenido hoy...
Conmovido
por mi propio rostro.
Nada
me oculta de lo que siente mi cuerpo.
Ni
siquiera, que es absurda, la sensación de felicidad
que
me produce unas cuantas copas de vino.
Con
el último sorbo de ésta,
que
ahora tengo en mis manos,
de
un vino rojo rubí de cuerpo mediano,
con
aroma a ciruelas maduras
y
fondo levemente especiado…
Con
el último sorbo de este vino,
Que
ha dejado en mi boca lo dulce de los taninos
y en
mi garganta lo fermentado de sus años,
han
brotado, como no quisiera, mis lágrimas.
DANIELA C. KOMATSU
Mátame
Me
es difícil escribir sobre ti, mis pensamientos se desbordan pero aún así no
encuentro las palabras. Nada concuerda, nada se puede justificar, ni mis
sentimientos, locos, absurdos.
Mi alma se retuerce en mis huesos y el dolor profundo no cesa. De mi boca se
escapa un suspiro que acaricia mis labios, mezclándose con el viento.
Desaparesco poco a poco y no deseo volver porque ahí estás tu, clavando tu
mirada en mis ojos sangrantes.
No puedo evitarlo pero el dolor se hace cada vez más profundo, se apodera de
mi.
Amante mío dame muerte en esta soledad abrumadora que toca cada parte de mi
cuerpo. Dame muerte aquí, que solo tu puedes acabar conmigo. Asesino de mi
corazón, de mi alegría, de mi felicidad.
DEMETRIO KORSI
La
cumbia se baila al son
El
negrito Chimbimbembe
y la
negra Cumbimbamba
bailan
la cumbia al son
de
sus caderas mulatas...
Sudor
fuerte y carnaval,
con
aguardiente y con ron,
en
el patio de los congos
y el
barrio del Marañón.
¡cumbia!,
con tambor y vela,
que
es alma del arrabal,
canción
de sangre, que moja
las
esclusas del Canal.
¿Adónde
voló el cuchillo
conque
mataron al gringo?
¡Y
nadie supo quién fue...!
(La
noche borracha es cómplice
y no
sabe hablar inglés!)
¡Cumbia!,
música que alegra
con
aguardiente y con plata!
tu
alma es dura, triste y negra,
y tu
noche siempre mata.
¡La
cumbia se baila al son
de
unas caderas mulatas!
JOSÉ KOZER
Este
es el libro de los salmos que hizo danzar a mi madre
Este
es el libro de los salmos que hizo danzar a mi madre,
éste
es el libro de las horas que me dio mi madre,
este
es el libro recto de los preceptos.
Yo
me presento colérico y arrollador ante este libro anguloso,
yo
me presento como un rabino a bailar una polca soberana,
y me
presento en el apogeo de la gloria a danzar ceremonioso
un
minué,
brazo
con brazo clandestino de la muerte,
yo
me presento paso de ganso a bailar fumando,
soy
un rabino que se alzó la bata por las estepas rusas,
soy
un rabino que un Zar enorme hace danzar ante los
bastiones
de la muerte,
soy
el abuelo Leizer que bailó ceñido ceremoniosamente al
talle
de la abuela Sara,
yo
soy una doncella que llega toda lúbrica a dilatar las fronteras
de
esta danza,
yo
soy una doncella dilatada por un súbito desconcierto de
los
tobillos,
pero
la muerte me impone un desarreglo,
y
hay un búcaro que cae en los grandes estantes de mi cuarto,
y
hay un paso lustrosos de farándula que han dado en falso,
y
son mis pies como un bramido grande de cuatro generaciones
de
muertos.
JOHN OROZCO
Psicosis
De
mesurado acto y callada noche,
reposa
en él un habla interna,
la
voz demente que decapita la razón,
No
hay quién aquiete su instinto visceral,
que
en su desorden la sangre le espesa ,
no
comprende el bien ni el mal que acredita la moral social,
Pues
lleva consigo el deseo conflicto de querer y matar.
SILVIO RODRÍGUEZ
Como
esperando abril
Mucho
más allá de mi ventana,
las
nubes de la mañana
son
una flor que le ha nacido a un tren.
Un
reloj se transforma en cangrejo
y la
capa de un viejo
da
con una tempestad de comején.
Mucho
más allá de mi ventana
algodones
jugaban a ser un jardín,
en
espera de abril.
Luego
entro, los ojos
chorreando
esa luz de infinito,
y es
cuando necesito
un
perro, un bastón, una mano, una fe.
Y tú
pasas tocando
el
frío con suave silencio,
y
ciego te sentencio
a
que nombres todo lo que ahora no sé.
Mucho
más allá de mi ventana
mi
esperanza jugaba a una flor,
a un
jardín,
como
esperando abril.