Sabor
Aciago.
Porque
han sumado a cientos mis desaciertos,
me
he detenido hoy...
Conmovido
por mi propio rostro.
Nada
me oculta de lo que siente mi cuerpo.
Ni
siquiera, que es absurda, la sensación de felicidad
que
me produce unas cuantas copas de vino.
Con
el último sorbo de ésta,
que
ahora tengo en mis manos,
de
un vino rojo rubí de cuerpo mediano,
con
aroma a ciruelas maduras
y
fondo levemente especiado…
Con
el último sorbo de este vino,
Que
ha dejado en mi boca lo dulce de los taninos
y en
mi garganta lo fermentado de sus años,
han
brotado, como no quisiera, mis lágrimas.
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