viernes, 20 de noviembre de 2020


 

KARLA GÓMEZ

 



 

YO TAMBIÉN jugaba con el futuro,
doblaba mi vida en una hoja de cuaderno,
repasaba el nombre de las gentes
y el de los lugares.

En esas páginas está la memoria,
descostrada, donde escarbo
para verme de cerca.

Pero no me encuentro
ni allí ni en el álbum
del día a día
que lleva mi nombre.

 


De: “Y los dormidos siempre mudos peces”

 

ALEJANDRO FLORES PINAUD

 

 

 

 

Sapo cancionero

 



Sapo de la noche sapo cancionero

que vives soñando junto a la laguna

tenor de los charcos grotesco trovero

que estás embrujado de amor por la luna

Yo se de tu vida sin gloria ninguna

se de la tragedia de tu alma inquieta

se de tu locura de amor por la luna

que es locura eterna de todo poeta

 

Sapo cancionero canta tu canción

que la vida es triste

si no la vivimos con una ilusión.

 

Tu te sabes feo feo y contrahecho

por eso de día tu fealdad ocultas

y de noche cantas tu melodía

y suenan tus cantos como letanía.

 

Repican tus voces en franca porfía

tus coplas son vanas

como son tan bellas

no sabes acaso que la luna es fría

porque dio su sangre para las estrellas.

 

 

DANTE ALIGHIERI

 

 

 

Amor e'l cor gentil




Corazón y el Amor son una cosa
sola y gentil -el sabio lo ha dictado.
Ninguno sin el otro ha palpitado,
que la razón no puede estar ociosa.

Falla natura cuando está amorosa,
y Amor o el Corazón por un cuidado;
transcurra el tiempo breve o dilatado,
lo mismo en inquietud que si reposa.

Si a la Bella se suma la Discreta,
y nuestra vista bebe su dulzura
colmando el corazón de ansia secreta,

del Amor al asedio que perdura
pidiendo estadio la Beldad nos reta
como bravo adalid en su armadura.

 

ANA GORRÍA

 


  

Escombrada

 



Es la cornisa rota y el mundo que se cae.

 

Igual que el sueño, vuelve
la tarde a ser carne apagada,
cáncer en las paredes de la luz.

 

Oscuridad que tiembla en un alambre.

 

 

HAROLD ALVA

 

  

 

Aquí

 



Aquí cae la oscuridad
Su máscara de aceite
Aquí crece la desolación
Como aquellos edificios
Que levantan
Sobre estas ruinas
Sobre las canchas de golf
Sobre el hipódromo
Aquí depongo el fuego
Los ojos de pájaros extraños
Con quienes agité los brazos
El sueño por reducirles
La distancia
Aquí no queda nada
Aquí rompo los rieles
Por donde se precipitan
Mis palabras.

 

PIERRE LOUYS

 

 


En la estela de Leconte de Lisle




Peregrino: en la estela que entre lauros triunfales
alza sobre mi fosa su funeral decoro
esculpió un lapidario la cigarra de oro,
la faz del astro rey y los pavos reales.

Canté las epopeyas, los héroes inmortales,
y la sagrada Atenas y el rutilante coro,
y exalté con visiones purpúreas el tesoro
del Trópico hechizante, sus golfos y corales.

He aquí mi sepulcro. No la natal comarca
con esplendor de sueños orientales enmarca
ni entibia con sus vahos mis despojos proscritos.

Pero el viviente triste ya es el muerto glorioso:
alado fue mi espíritu a rescatar ansioso
los nombres de los dioses y el alma de los mitos.


Versión de Carlos López Narváez