lunes, 14 de mayo de 2012


ARISTÓTELES ESPAÑA





La venda



La venda es un trozo de oscuridad
que oprime,
un rayo negro que golpea las tinieblas,
los íntimos gemidos de la mente,
penetra como una aguja enloquecida,
la venda,
en las duras estaciones de la ira
y el miedo,
hiriendo, desconcertando,
se agrandan las imágenes,
los ruidos son campanas
que repican estruendosamente,
la venda,
es un muro cubierto de espejos y musgos,
un cuarto deshabitado,
una escalera llena de incógnitas,
la venda
crea una atmósfera fantasmal,
ayuda a ingresar raudamente
a los pasillos huracanados
de la meditación y el pánico.

JORGE TELLIER






Cuando en la tarde aparezco en los espejos



Cuando en la tarde aparezco en los espejos
Cuando yo y la tarde queríamos unirnos
Tristemente nos despedimos
Tristemente nos hablamos en el espejo que disuelve las imágenes
Quién soy entonces
Quizás por un momento
De verdad soy yo que me encuentro
Quién soy yo sino nadie
Alguien que quisiera pasarse los días y los días
Como un solo domingo
Mirando los últimos reflejos del sol en los vidrios
Mirando a un anciano que da de comer a las palomas
Y a los evangélicos que predican el fin del mundo
Cuando en la tarde no soy nadie
Entonces las cosas me reconocen
Soy de nuevo pequeño
Soy quien debiera ser
Y la niebla borra la cara de los relojes en los campanarios.


ADÁN MÉNDEZ







Qué planeta terrible el de los celos




pura materia oscura
sus tres núcleos, su manto y su corteza

con esta gravedad insuperable
que todo distorsiona

que incluso a las miradas que se elevan
las vuelca contra el suelo

un cielo falto de aire

horadado jamás por las estrellas

ignorante del sol


ALEJANDRA PINTO






Quema



la soledad quema
y abomba el cuerpo
lo hincha de licores
desperdiciados
de reflejos temblorosos
entre las paredes del alma
de espirales sonoras
en las que me absorvo

ALFONSO CARVAJAL





Espejos / Reflejos




Deja de ser espacio:
Muerto, corrupto
que traspasa el alma que sostiene el encierro
ya no puedes ser esclavo de mi ateísmo.

Caer al cielo
que impone tu figura
flaca y triste frente al espejo;

Condenado por mis bocas
humillado por la frente,
golpeado por sus manos
y querido aún por mi Camila.

No quieres seguir caminando de espalda
y chocar con cristales sin ventanas
que permiten ver pero que no mira,

Asciende al infierno del espíritu
innegablemente caído y desprotegido
por causa de la soledad,
que acompaña a los soñadores
sin fama, opulencia ni voluntad.

Ve al desierto y pisa sin dañar
las piedras que se atreven a escuchar
mi suplica decadente
Cuando usas palabras sin sentido;

En el río atrapa peces
con tus manos llenas de mentira
que han transformado el pasado
en memoria alternativa
de tu único y gran suceso.

Mira al suelo y en su reflejo
condena la arrogancia pasada
que no permitido amarte y cuidarte
cuando de ello dependía la compasión.

Observa el polvo que dejas cuando caminas,
no destruyas lo poco que queda,
déjalo salir por algunas horas;
corónate con el recuerdo de tus viejos
en los tiempos de pelotas rotas
jardines con cactus;
consuela la conciencia
usando una escoba vieja para barrer.

No te dejes morir frente a este espejo
ponte de espalda y mira la sombra.
Camina a la esquina y sonríe;
no ocultes la virtud soñada de tus padres
tras el humo de un cigarro.

Sé pobre, anda como pobre
o siéntate en la acera
a contemplar mi cabeza
que se quema con el sol.