jueves, 27 de agosto de 2015

MARIO BENEDETTI




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quisiera verte
en vigilia o en sueños
o dondequiera


JOSÉ MARÍA EGUREN







Despunta por la rambla amarillenta,
Donde el puma se acobarda;
Viene de lágrimas exenta
La Tarda.

Ella del esqueleto madre
Al puente baja inescuchada,
Y antes que el rondín ladre
A la alborada
Lanza ronca carcajada.

Y con sus epitalamios rojos,
Sus vacíos ojos
Y su extraña belleza,
Pasa sin ver por la senda bravía,
Sin ver que hoy me he muerto de tristeza
Y de monotonía.

Va a la ciudad, que duerme parda,
Por la muerta avenida,
Sin ver el dolor, distraída,
La Tarda.



CÉSAR VALLEJO



  
Oye a tu masa, a tu cometa, escúchalos; no gimas...



Oye a tu masa, a tu cometa, escúchalos; no gimas
de memoria, gravísimo cetáceo;
oye a la túnica en que estás dormido,
oye a tu desnudez, dueña del sueño.

Relátate agarrándote
de la cola del fuego y a los cuernos
en que acaba la crin su atroz carrera;
rómpete, pero en círculos;
fórmate, pero en columnas combas;
descríbete atmosférico, sér de humo,
a paso redoblado de esqueleto.

¿La muerte? ¡Opónle todo su vestido!
¿La vida? ¡Opónle parte de tu muerte!
Bestia dichosa, piensa;
dios desgraciado, quítate la frente.
Luego, hablaremos.
 


Versión de Ángel Crespo


FERNANDO PESSOA



  
No la que das, la flor que tú eres quiero...(*)



No la que das, la flor que tú eres quiero.
Por qué me niegas lo que no te pido.
Tiempo habrá de que niegues
después de que hayas dado.
flor, ¡séme flor! Si te cogiese avara
mano de infausta esfinge, tú perenne
sombra errarás absurda
tras lo que nunca diste.


(*)  Ricardo Reis
Versión de Ángel Crespo


IDEA VILARIÑO

  


Dónde el sueño cumplido...



Dónde el sueño cumplido
y dónde el loco amor
que todos
o que algunos
siempre
tras la serena máscara
pedimos de rodillas


LEOPOLDO PANERO



Lejana como Dios, pero más cerca...



Lejana como Dios, pero más cerca,
más cerca, más dormida entre las horas
más alta tras la noche, como el viento
más concreta en el pecho o más remota
o más dulce en la orilla;
lejana como Dios, pero más cerca
dentro del corazón, pero más cerca
de mi voz al hablar cuando te nombra;
más secreta en mi sueño;
donde mi vida brota;
allegada a mi sangre de repente
con un inmenso aroma
de algo que está en la noche todavía,
tu pureza me arrastra hacia la honda
soledad imposible, donde el alma
es sólo tuya, como Dios; es toda
un camino vehemente
de claridad, de sombra...