miércoles, 22 de julio de 2020


CECÍLIA MEIRELES


 

Canción

 


No te fíes del tiempo de la eternidad,

que las nubes tiran de los vestidos,

que los vientos me arrastran contra mi deseo!

¡Date prisa, amor, que mañana muero y no te veo!

No demores tan lejos, en lugar tan secreto,

nácar de silencio que la mar comprime,

¡oh labio, límite del instante absoluto!

¡Date prisa, amor, que mañana muero,

que mañana muero, y no te escucho!

Aparéceme ahora,

que aún reconozco la anémona abierta en tu cara,

y entorno a los muros,

el viento enemigo…

Date prisa, amor, que mañana muero,

que mañana muero y no te digo…

 

 

EMILY DICKINSON

 

 

Pequeñez

 


Es cosa tan pequeña nuestro llanto;

son tan pequeña cosa los suspiros…

Sin embargo, por cosas tan pequeñas

vosotros y nosotras nos morirnos.

 

 

SOFÍA CASANOVA

 

 

 

El búho

 


Del juvenil ramaje de la huerta

las palomas su vuelo han levantado,

un búho en el pinar se ha recatado

ciego, que ya el crepúsculo despierta.

 

El caballejo con mirada alerta

para la noria, el cuco se ha callado,

una gata se esconde en el tejado

y un can aulla tras cerrada puerta.

 

Silencio. Pasa un hombre lentamente

baja la testa, el capuchón caído

cual si buscara en torno algo perdido.

 

Y el buho se lanzó del hombre enfrente

el disco de sus ojos encendido…

Y está la luna de la noche ausente.



WANG WEI

 



 Colina Sur

 

 

Mi barca iluminada puede llegar a Colina Sur

Colina norte es difícil, al agua ancha

Sobre la otra orilla podemos hacer nuestras casas

Lejos lejos, personas que no podemos reconocer.

 

 

 

WALLADA BINT AL-MUSTAKFI

 

  

Tras la separación, ¿habrá medio de unirnos?…

 

 

Tras la separación, ¿habrá medio de unirnos?

¡Ay! Los amantes, todos de sus penas se quejan.

Paso las horas de la cita en el invierno

sobre las ascuas ardientes del deseo,

y cómo no, si estamos separados.

¡Qué pronto me ha traído mi destino lo que temía!

Más las noches pasan, y la separación no se termina,

ni la paciencia me libera, de los grilletes de la añoranza.

¡Que Dios riegue la tierra que sea tu morada,

con lluvias abundantes y copiosas!

 

JOSÉ BATRES MONTÚFAR

 


 

Esa que veis, gentil como la aurora…

 

 

Esa que veis, gentil como la aurora,

ninfa graciosa del rosado velo,

tierno destello del azul del cielo,

exalación del Céfiro y de Flora;

esa deidad que entre los hombres mora

como flor transplantada de otro suelo

como avecilla que cortó su vuelo

y en nido extraño por su nido llora;

más serena que el iris de la alianza,

más plácida que el rayo de la luna,

más fresca que la gota del rocío,

más suave que el placer de la esperanza,

más dulce que el reir de la fortuna,

es la beldad que adora el pecho mío.