domingo, 15 de enero de 2023


 

LAURA CRACCO


 

Atardecer 3

  

No es humo de fuego la aureola que al oeste

transforma la ciudad en fortaleza antigua,

sin cañones,

silenciosa,

una parcela de penumbra entre las llamas,

un hogar para los cuerpos, con sus urgencias,

y la mente que se desembaraza del pensamiento.

Es el atardecer que arrastra el horizonte a un palmo

de la mirada

y a la vez lo aleja para que no sea trillado

como cualquier camino entre el origen y el deseo.

 


De: “Exiliada”

GOYA GUTIÉRREZ

 


Conjugar

 

 

V

 

Principio de la vida……………..qué importan las miserias
que como agujas negras se cuelan por las cómplices
……………………………….grietas
infringiendo…………las leyes……….naturales y humanas
porque nunca supieron…………de las aguas transparentes
…………ni del éxtasis de la intuición y la belleza
 
 
 

MARIANA BERNÁRDEZ

 


 

A veces el cuerpo recuerda
en un reconocerse hacia lo hondo
cuando se despoja de un pesar
                  que se acumula insignificante
y quisiera con su soplo recorrer
las almenas de otros ojos
los tuyos quizá de un almendro aún granate
resina de un árbol apenas intuido

¿a dónde van las raíces cuando huyen de la luz?

¿dónde se lava la culpa cuando se sabe
que no hay palabras que la limpien?

¿acaso no son las heridas las que van abriendo
la unidad del latido
y nos hacen cada vez más
fragmento       astilla      polvo      carne      hueso y músculo?

¿transparentes demasiado transparentes?

¿quién es lo suficientemente puro para borrar todo trazo?

Y es de noche
irrumpe el ruido infernal de una alarma

En el piso los zapatos dispersos
miro ese par que siempre quiero poner
como si al hacerlo
         pudiera andar la vida de forma diferente.

 

 

KAIRA VANESSA GÁMEZ


  

Apagamiento

 

 

Tantos años arrancando
de los rincones de nuestras casas
un color inconfesado, una línea descubierta,
un pendiente vilo
menos hueco
que el anterior.

Ya no oro
ni me abrasa
el mermado salón de aquella noche.

Te voy dejando en mi alcoba fúnebre
la que dormita
dirigiendo las voces
que han callado.
 
 

IDA GRAMCKO


 
 

Caricia nueva, puro movimiento,

beso de plenitud sin tempestad.
Así, en total silencio,
sin que dos sombras se hallen al azar,
sin que una bestia turbe el embeleso
te estoy besando dice un labio real
que nos sale a la piel sin un acento.
Estoy en ti, grita una calma audaz.
Fieles, al fin. Sin nadie en nuestro lecho.
sin algo que sea nadie y sin cesar,
intactos otra vez y en el encuentro.
Reencarnación de vida virginal.

 

MANUEL HERNÁNDEZ

 



sábado en la mañana
brioche y café

vapor y lagartijas
un laberinto verde

seis pisos de ansiedad

toco dudoso

una hilera tras otra
un universo de letras