"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 13 de marzo de 2019
SEVERO SARDUY
No acudas a linimento...
No
acudas a linimento,
alcanfor, miel o saliva,
que atenúen el momento
de más ardor. No se esquiva
con ardid, ni se deriva
esa quema: se convierte
en su contrario. Divierte
el placer así obtenido
por el sendero invertido:
más vida cuanto más muerte
alcanfor, miel o saliva,
que atenúen el momento
de más ardor. No se esquiva
con ardid, ni se deriva
esa quema: se convierte
en su contrario. Divierte
el placer así obtenido
por el sendero invertido:
más vida cuanto más muerte
RAMÓN MARTÍNEZ LÓPEZ
Cuando la lluvia cae
Negar el agua es
negarse a uno mismo
Francisco Ruiz Udiel
Me
resguardo del tiempo y la memoria
bajo el
balcón del sueño y tu recuerdo.
Octubre
siempre tuvo la melancolía de las horas
anestesiadas
por la humedad de las caricias sin prisa.
Negar
el agua es negar nuestros instintos,
alejarnos
de su lenguaje que se asienta en la tierra,
rechazar
nuestras raíces hasta hundirnos en el lodo.
Negar
el agua es negarse uno mismo,
aniquilar
el cuerpo deshidratando la sombra que proyecta.
Por
eso, ahora que los años me liberan
de la
falsa quietud que da la primavera,
abandono
mi soledad de centinela
y me
entrego a la lluvia que cae sobre mi rostro
sin
saber que redentora será imagen de otros.
XAVIER OQUENDO
Mochileros
Queríamos
ser los apóstoles del mundo.
Vimos
el mar, abrazamos las olas.
Los
amigos abrían sus mochilas,
sacaban
la cerveza
mientras
la espuma del agua
llenaba
las botellas de algún pirata cojo.
Nos hicimos
amigos
y el
mar era testigo. Y los cangrejos,
que
tenían una marcha tan parecida
a
nuestra dolorosa vida de amanecer.
SARA VANEGAS COVEÑA
en
ciertas noches del año –dicen- emerge sobre la superficie del océano una ronda
de delfines dorados formando extraños mensajes …
la luna
entonces se va tornando azulada. lentamente
CESÁR DÁVILA ANDRADE
Hasta
cuándo, Noviembre, buscas
en los días
aquello que se da en el agua,
sin que a nadie humedezca dentro
ni se releje fuera.
Aquello que permanece
cuando, después de la evaporación,
manos ya sólo en venas
sustituyen el tacto de ultramundo.
Tú has visto cómo
aquella hoja de álamo, al caer,
disminuía tanto sus asas de madera
que sólo era posible llorar
de pensamiento a pensamiento
ante la aparición de las fogatas.
A través de los días, oh Noviembre,
permanece en acecho
la Perra
que hará reverdecer todas las puertas.
en los días
aquello que se da en el agua,
sin que a nadie humedezca dentro
ni se releje fuera.
Aquello que permanece
cuando, después de la evaporación,
manos ya sólo en venas
sustituyen el tacto de ultramundo.
Tú has visto cómo
aquella hoja de álamo, al caer,
disminuía tanto sus asas de madera
que sólo era posible llorar
de pensamiento a pensamiento
ante la aparición de las fogatas.
A través de los días, oh Noviembre,
permanece en acecho
la Perra
que hará reverdecer todas las puertas.
FLOR ALBA URIBE
Farsante
¡Oh, deseado!
Cuánto amor profanado para hallarte,
cuánta fábula escrita sobre ruinas,
y el dolor clausurado en roca viva
para sellar tu fuga innumerable.
Pero fuiste
huella en el viento,
mediodía de tinieblas,
en el centro de la hoguera lodo y ceniza,
en la súplica del agua prólogo de fuego,
a la hora del dolor
medianoche de lobos.
Hasta que fui anulando tus escapes,
tus pasos hacia atrás,
tus negaciones,
levantando piedra a piedra la mazmorra
donde amurar la obsesión de tu vigilia.
Y ahora que,
total ya mi albedrío,
deshaces tu falacia de imposibles,
farsante de la hora qué poca cosa entregas:
desolación y hastío bajo ensayada máscara.
Tendrás que regresar a la nada, cuando eras
apenas bella fábula
y enigma de algún sueño.
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