"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 12 de mayo de 2025
FILIPPO TOMMASO MARINETTI
Los
viejos marinos
Los
viejos marineros
recorren la orilla de la playa
observan el mar
comparten sortilegios
aventuras de niños desbocados
Ríen…
Celebran
andanzas
los lobos del océano
Los viejos marineros
regresan a la plaza
caminan entre calles de adoquines
cantan por la luz
de los poetas
amigos de la infancia
compañeros solitarios
de las profundidades del mar
de los silencios abisales
Los
viejos marineros
parecen chimeneas de barcos
que se alejan
suspiran…
luego
otras bocanadas
Los viejos marineros
mueren
como muere la tarde
bañados por la brisa
que los ama
PÄR LAGERKVIST
El
desconocido
Un
desconocido es mi amigo
uno a quien no conozco
Un desconocido lejano, lejano
por él mi corazón está lleno de nostalgia
Porque el no está cerca de mi
Quizá porque no existe?
Quién eres tú que llenas mi corazón de tu ausencia
que llenas toda la tierra de tu ausencia?
Versión de Carlos López Narváez
SAMUEL T. COLERIDGE
El
arpa eólica
¡Mi
Sara pensativa! Reclinada
tu cabeza en mi brazo, es dulce estar
junto a nuestra cabaña recubierta
de jazmín y de mirto (los emblemas
de la inocencia y del amor reunidos)
y ver los montes rebosar la luz
de la tarde, reunirse lentamente
y mostrar el lucero refulgente
como la sabiduría. ¡Qué hermoso
el aroma del campo y qué callado
el mundo! El murmullo del mar lejano
nos habla del silencio.
Y
esa humilde
arpa -óyela- en su lejano estuche,
acariciada por la simple brisa
cual tímida doncella ante el amante
es tan dulce reproche que me invita
a repetir la falta. Ya sus cuerdas,
suavemente tañidas, nos ofrecen
oleadas de notas que recuerdan
el embrujo sonoro que los elfos
pronuncian por la tarde, cuando viajan
con la brisa que llega de las hadas,
donde la música ronda las flores
salvajes como aves del paraíso
¡flotando en su ala indómita, sin pausa!
¡La vida dentro y fuera de nosotros,
que anima el movimiento y es su alma,
luz en sonido, sonido en la luz,
ritmo en el pensamiento y alegría
en todo! Cómo no amarlo todo
en un mundo tan pleno, donde canta
la brisa y el aire aquietado es música
dormida en ese tácito instrumento.
Así,
mi amor, mientras al mediodía
paseo por las próximas colinas
con ojos entornados y contemplo
la danza de la luz como diamantes,
medito sosegado en el sosiego;
cruzan por mi cerebro, así indolente,
pensamientos que él mismo no convoca
y revuelos de ociosas fantasías
diversas y salvajes cual tormentas
que crecen y se agitan sobre el arpa.
Y ¿no serán los seres animados
arpas dispuestas de diverso modo
que se hacen pensamiento cuando sopla,
viva y vasta, una brisa intelectual,
de cada una el alma, Dios de todas?
Pero tus ojos serios me suponen
un sereno reproche, amada, y esos
borrosos pensamientos no rechazas
y me haces caminar en humildad
con Dios. ¡Hija del Cristo y de su estirpe!
Con sagrada razón has despreciado
conceptos de una mente aún corrupta,
pompas que brillan, se levantan, rompen
con el rumor de una filosofía
vana, ¡pues nunca podré hablar sin culpa
de Él, Incomprensible! Salvo cuando
con temor y con fe interior alabo
a aquel cuya piedad es salvación
para mí, miserable, pecador
e insensato. ¡Aquel que me dio paz
y a ti y esta cabaña, amada mía!
Traducción
de Gabriel Insuasti
ZBIGNIEW HERBERT
El
de ciencias naturales
No
puedo recordar
su rostro
estaba de pie frente a mí en lo alto
al final de sus largas piernas separadas
veía
su cadenita de oro
su gris levita
y su flaco cuello
al que estaba prendida
una inerte corbata
fue
el primero que nos enseñó
el anca de una rana muerta
que pinchada con un alfiler
violentamente se contrae
él
nos introdujo
a través de un microscopio dorado
en la vida íntima
de nuestro bisabuelo
el paramecio
trajo
un oscuro grano
y dijo: cornezuelo
instigado
por él
en el décimo año de mi vida
fui padre
cuando tras una tensa espera
de
una castaña sumergida en el agua
apareció un brote amarillo
y todo estalló en canto
alrededor
en
el segundo año de la guerra
mataron al de ciencias
los malandrines de historia
si
es que fue al cielo
quizá
camine ahora
sobre largos rayos
vestidos con grises medias
con una enorme red
y una caja verde
alegremente bamboleándose a su espalda
pero
si no se fue allá arriba
cuando
en el sendero del bosque
encuentro un escarabajo encaramándose
a una pelotilla de arena
me acerco
me cuadro
y digo:
-buenos días señor profesor
permítame ayudarle
lo
transporto delicadamente
y me quedo mirando un rato
hasta que desaparece
en la obscura sala de profesores
al final del corredor de hojas
Traducción
de Xaverio Ballester
IZET SARAJLIĆ
La
suerte a la manera de Sarajevo
En
Sarajevo,
en esta primavera de 1992,
cualquier cosa es posible.
Estás
en una cola para comprar el pan
y despiertas en un hospital
con una pierna amputada.
Después,
incluso reconoces que has tenido mucha suerte.
…
MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN
Nunca
desayunaré en Tiffany
Nunca
desayunaré en Tiffany
ese licor fresa en ese vaso
Modigliani como tu garganta
nunca
aunque sepa los caminos
llegaré
a ese lugar del que nunca quiera
regresar
una
fotografía, quizá
una sonrisa enorme como una ciudad
atardecida, malva el asfalto, aire
que viene del mar
y el barman
nos sirve un ángel blanco, aunque
sepa los caminos nunca encontraré
esa barra infinita de Tiffany
el juke-box
donde late el último Modugno ad
un attimo d’amore che mai piu ritornera…
y
quizá todo sea mejor así, esperado
porque
al llegar no puedes volver
a Itaca, lejana y sola, ya no tan sola,
ya paisaje que habitas y ususrpas
nunca,
nunca quiero desayunar en tiffany, nunca
quiero llegar a Itaca aunque sepa los caminos
lejana
y sola.