"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 3 de agosto de 2019
DELFINA ACOSTA
Retorno
Retornarás,
total, jamás te fuiste,
y
te querré otra vez porque yo llevo
mi
sueño ya amarrado a los cometas,
mi
corazón vengado por el cielo.
Un
día no pensado, cuando vengas,
me
encontrarás quejándome en mi lecho
y
sin poder, criatura, defenderte
del
hilo de mi abrazo y de mis besos.
Como
el otoño, mi nostalgia ruge.
En
esta ausencia tuya todo es hueco.
¿Qué
es la mujer sino quebrada hoguera,
violeta
que jamás levanta vuelo?
Trajinan
por las horas las hormigas.
Aún
no dan señal las viejas llamas.
Ya
convertida en soledad marina
la
constelada noche me apuñala.
YANIRA SOUNDY
Abril
Ha
crecido el abril en mi abandono.
Ha
venido a llenarlo todo con su llanto, para humedecer las
lunas
del cristal, los tallos verdes, la gracia que toca el
suelo
duro.
Se
ha llenado de cigarras, que miran con tristeza.
Cigarras
que golpean el fruto de mi nombre, y ponen
una
mordaza de hielo entre mis labios.
Existo
silenciosa, con una carta estrujada y un invierno eterno;
con
una piedra que se destroza y un gusano voraz que me devora.
Ha
llegado mi abril, humedeciendo el luto de este cuerpo de
alas
tronchadas. Vino despacio por los juncos y las breñas.
Allí
donde los espejos de las hojas apagan sus luces y los
crisantemos
se arrojan a la noche del alma.
Voy
a bajar a su misterio, triste y fría, y encontraré su túnel sin
origen.
Abril
de miedo frío… me roba los sueños y deja mis ojos
abiertos,
gastados por el llanto.
NORA MÉNDEZ
Parafraseando a Sabines
Dicen
que Nora Méndez
Es
una buena poeta,
Vaya
original,
Casi
refrescante
Como
una bebida de soda
Nora
se da cuenta y sonríe
Su
rutina tiene alas de repente
Entonces
llega a su oficina
Y
nada
Y
pasa por el supermercado
Y
tampoco
Y
lee el Tresmil
Y
mucho menos
Entonces
Abre
los sobres de las cuentas
Los
archivos del trabajo
Y
se da cuenta que es sólo una ciudadana
Endeudada
y con hartas tareas
Y
dice
Eso
es lo que soy
Una
ciudadana
Resignada
se corta minuciosamente las alas
Y
llorando hace colas
En
los bancos
Y
asiste a reuniones
En
donde se le exige
Que
el margen de contribución
De
su departamento
Se
incremente en un 17%
Mientras
se muerde las uñas
Las
mangas
El
corazón
Y
las palabras
AÍDA ELENA PÁRRAGA
Injusticias
Lo
injusto no son estas paredes,
tan
asquerosamente limpias
de
ventanas,
ni
la blancura estridente
que
las cubre.
No
son los pocos barrotes
que
adornan las cornisas,
ni
este colchón sin resortes
ni
sábanas.
Lo
injusto es esta carne,
esta
piel que me detiene,
esta
espalda incapaz
de
explotar en alas.
Estos
ojos que no miran
más
allá de mis recuerdos
y
este infinito deseo
de
ser árbol, de ser mármol
de
ser viento.
LOURDES VÁZQUEZ
La superficie y su imagen
Fijo
los ojos en esta fotografía nuestra.
Yo
a tu lado que miro de frente
el
aparato en cuyo interior
la
transparencia de la luz nos compromete.
Es
cuando aprieto bien los latidos e
indago
por el muro que debo brincar,
la
planta gigante que debo escalar, la
pantalla
de proyección de cine que debo
penetrar.
Entinto el revelado, como fósil
en
su yacimiento. Es cuando recuerdo
este
humano corazón mío.
HUGO LINDO
De la poesía
I
Bien:
es lo que decíamos ahora.
Encenderse
de lámparas sin motivo aparente.
Alzar
copas maduras
y
beber los colores de la nieve
como
quien bebe alas de paloma
o
brinda con angélicas especies.
II
Claro:
lo que decíamos ahora.
¿Para
qué detener en las palabras
lo
que se va por ellas, y revierte
en
el propio minuto del encanto
a
su silencio tenue?
¿Para
qué definir lo que pudiera
relatarse
jeroglíficamente?
III
Exactamente:
de eso hablábamos.
De
no decir el nombre de las cosas
ni
aquella calidad de las aprieta,
sino
sólo su sombra,
mejor
dicho, el milagro
sonoro
de su aroma.
Dejar
que las palabras
por
sí solas,
tomen
hacia el prodigio
la
ruta aérea de las hojas.
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