miércoles, 24 de septiembre de 2025

YAKUBU GOWON


 

SARAI CAVERO PACCO

 


 

6. Noches y Vidrios


 

Toqué fondo.

Cuando los vidrios,

parecían incrustarse entre mis ojos.

Cuando mi reflejo

no sostenía en mis manos,

sino el amor propio.

 

Toqué fondo,

cuando en mis ojos achinados,

por noches de agonía,

se ausentaba los días sin sol,

y en mis labios,

solo curvas agrietadas.

 

Los vidrios,

no podían mirar de día,

pero en la noche,

en la noche era otra historia.

 

Él se esparció en lo gris,

y sentí que todo pasaría,

con solo ver el reloj.

 

Esperé a los árboles,

¿Al menos me den una pista de esperanza?

pero las noches y los vidrios,

siguieron con su historia.

 


EMMA VAMARÍ

 

  

Los retumbos (fragmento)

 


Estábamos esperando a alguien al otro lado de una línea

que nunca abandonaba su terminal,

pero sus resoplos se cuelan de tal o cual forma

en nuestras ansias.

Las ansias huelen a la última primavera

de un corazón a contrarreloj,

y las ventilas de medio metro cuadrado

son incapaces de atenuar cualquier cosa atenuable,

sus mosquiteros frenan en seco a las monedas

que se hunden en los malecones

y ya no podremos zambullirnos en nuestras voces electrónicas

sin volver a sentirnos furtivos ante el atardecer.

Y al borde de la tabla,

en el valle del adormecimiento,

estamos lo bastante cerca para olisquearnos

—hueles a esmog de invierno y propranolol y lidocaína—,

correteando con los ojos cerrados bajo las torres

y estoy lo bastante despierto para saber que he estado dormido

y tu agua está lo bastante liviana

para que sea imposible mantenerte en una sola pieza.

 

 

 

 

FABIÁN GUERRERO OBANDO

 

  

III

 

La palabra tristeza

 


La palabra tristeza

Se hace sitio en la frase.

 

Una y otra vez en la mano que la escribe.

 

Crece por todas partes.

 

Brilla en la punta del cuchillo:

Se ennegrece

En la uva vieja del corazón.

  

De: “Tardía calma”

 

 

JAIME SÁNCHEZ MARÍN

 

  

La canción de amor, 1948

 

 

dos desayunos mal digeridos

dos estómagos helados que se abrazan

se respiran

toman un sorbo del otro

dos épocas o tres que anotar en un dietario

junto a una servilleta mojada

los gatos que roen huesos de ave entre las rocas

dos jirones de espuma que se reducen

dos racimos de uva en un frutero en un

mantel descolorido en una

cocina y arroz con leche y un patio y dos

mecedoras y dos niños que entran

a recuperar balones encanados

dos escalofríos entrando en la cama

uno

  

De: “Magritte”

 

 

NAIM FRASHËRI

 

  

¿Por qué?

 

 

¿Buen día, por qué no llegas

por qué te haces de rogar,

hasta cuándo las tinieblas,

es que a Dios has de agradar?

Supéralo,

prisa date

oh día blanco,

vamos, ale,

te espero,

no muero.

Vamos, oh bendito día,

que del occidente llegas,

si aquel flanco tú iluminas,

¿por qué a nosotros desdeñas?

Luz de vida,

del mañana,

positiva,

venturada,

alúmbranos

despiértanos.

 

Versión de María Roces González

 

JAVIER CLAURE COVARRUBIAS

 

 

 

Cuando el sol acostadamente

 


alicatea alrededor de la tenebrosidad

hormiguean mariposas por los cafetales

y el viento tijerea como una raña de navajas

por eso mismo

en esta vida

de yunque, de piedra y de cincel

cantar Amor siempre muy siempre

es motor, es fogata y es clavel.

Cuando las atalayas de la paz fueguean

por la quietud del mundo en este trajinar

clavadamente claman los ciudadanos de a pie

por el cese de las tempestades

sobre la faz de la tierra

por eso mismo

en esta vida

de yunque, de piedra y de cincel

cantar Amor siempre muy siempre

es motor, es fogata y es clavel.

Cuando alguien catacumbea

con un falso discurso

estrelladamente

todo lo que es noticia

es también cortina de humo

por eso mismo

en esta vida

de yunque, de piedra y de cincel

cantar Amor siempre muy siempre

es motor, es fogata y es clavel.

 

De: “¿De qué espejo está hecha la vida?”