lunes, 15 de abril de 2013

ANDRÉS URZÚA




Eco



Entras al cuarto que nadie habita:
un muñeco mantiene sus ojos fijos en la pared.


Dentro del clóset
un frasco de vidrio conserva el vacío

y bajo la alfombra
el polvo dibuja el contorno de un pez.

ZOFIA BESZCZYŃSKA





Muslos



Esta noche quebré un cuerpo.
Al volver a casa no supe donde encontrarme.
Fue cuando te vi, cruzando el horizonte que antes no estaba allí.
La noche abrió en mí un modo extraño de revelarse.
Comencé a eliminar de la memoria todo lo que no me dice respeto.
Pretendía que me besases apenas lo esencial, la reserva más íntima de
todo lo que fluye.
Resumir en un beso todo ese nido de cataclismos.
Tu dulzura creó una inundación en mi ser.
No te vayas. Aun no quiero que salgas de adentro de mí.
Sólo entonces percibí que comenzaba a delirar:
La noche reconoce sus pequeñas sombras vagando por las aceras
   inciertas.
Con ellas disfraza la soledad con que gravita en los pomares del
   tiempo.
Los espejos esparcidos contemplan como danzas en una piel fina
   de algodón casi transparente.
Y no paré más. Nunca más.

ÓSCAR OLIVA





Tengo que apurarme



Tengo que apurarme pues se tensa el músculo del llanto/

No sé qué hacer, vuelven las cucharas sonoras a mi piel,
vuelve el pan a sonar en el mantel de la nada/
Me detengo en las mutaciones accidentadas de las imágenes/
Crezco en esta realidad sin territorios, sucio en las cosas
(sin resonancia/
amarrado en la cama con raíces que me han hecho tanto daño/
¡Qué hora de obsidiana y sacrificio!       ¡Qué sol sin retoño!
¿De qué pirámide caigo?              ¿Quién ruge a mi lado?
Para danzar no basta este escándalo bajo la piel, el débil peso
de las víctimas/ Basta el respiro y el cuchillo en el día total/

No reconozco debilidad. La debilidad cree en mí y me reconoce.
(Hay espacios de luz alterada, hay incierta aleluya.)

¿Hasta dónde caigo? ¿A los pies de mi juventud donde
(fui absorbido
por alcoholes incontrastables, por mujeres rápidas en la
(maldición y la ternura?



FERNANDO SÁNCHEZ MAYÁNS




  
Lo que sucede



En algunas regiones
el silencio del hombre
es un peligro lento que se esparce
en señal de vida y de agonía.

En esta siembra espiritual de siglos
el verbo lo recoge
lo transforma
lo aclara y lo contiene
ùltimo testimonio
contra el cáncer helado que congela.



NATALIA LITVINOVA





Abocar


Si el silencio cambia
de idioma todos los días,
y hablar es entregarse
a la victoria y a la pobreza
con el mismo gesto.
¿Por qué palabras?
¿Y para qué la boca?


De "Grieta"


FRANCISCO HERNÁNDEZ





12



La noche, extendida por los espasmos infantiles, no permite la insistencia de los ritmos ni la amplificación, asi sea por medios crepusculares, de nuevas zonas epileptiformes.
El sueño superficial es el más desvalido y los somníferos emigran, dejando atrás paroxismos de peces con sus rutas descritas en los flancos.

De “Una isla de breves ausencias”